Capítulo 5

2.3K 165 7
                                    

Sinb.

Sentí sus labios moviéndose mientras los mios permanecían quietos. Me tomó por sorpresa tal repulsiva acción, que no me di cuenta de lo que intentaba hacer hasta que sentí su mano acariciar mi espalda dentro de la camisa.

Lo empujé, buscando su mejilla para abofetearla, pero él fue más rápido que y esquivó el golpe.

Se separó de mí aún con la mirada endemoniada, y dijo:

- Espero que con esto te haya quedado más que claro, de a quien le perteneces.

- Soñar no cuesta nada. -paso a lado de él y camino hasta la puerta con el miedo aún corriendo por mi sangre. No lo quería cerca.

- ¿A dónde crees que vas?

- Esta enorme mansión debe tener más habitaciones y no veo el motivo por el que deba quedarme a dormir aquí, cuando puedo dormir en otra.

- Estoy seguro que cuando eras una niña le diste muchos problemas a tu madre, ¿verdad? -inquirió más relajado.

Me volteé hacia la puerta y caminé hasta ella, cuando por fin pude oler la fragancia de la libertad, él comenzó a hablar.

- Solo por hoy dejaré que duermas en otra habitación, mañana dormirás conmigo. No quiero reproches, ni llantos, ni nada -addvierte- Ahora sí, puedes irte. -ordenó, contemplando mi desdicha y sonriendo por ella.

Como quisiera quitarle esa sonrisa del rostro, con un buen golpe.

Estaba por irme, hasta que recordé la única cosa que podía librarme de este encierro.

Me detuve en la puerta, pensando en como lograría que me devolviera el móvil.

- ¿Qué sucede? Cambiaste de opinión tan rápido -dijo con soberbia.

- No voy a irme hasta que me entregues mi móvil.

- Eso no ocurrirá niña, así que si no sales ahora de esta habitación, juro que no te dejaré ir después.

Prometió, mirándome con tal perversidad que no dude en salir de ahí cuando tuve la oportunidad de hacerlo. Resignada de que no me entregaría lo que anhelaba.

Derrotada caminé por el pasillo y me encontré con otro cuarto, así que decidí entrar, las luces permanecían apagadas. Estaba muy cansada como para encenderlas, tanto que me tiré a la cama, pero tan pronto sentí un bulto extraño debajo de las mantas, salté de ahí, gritando muy alto. El susto de no saber lo que había tras las sábanas hizo que cayera de la cama.

- Ahora ni siquiera puedo dormir tranquilo. -dijo con voz adormecida- ¿Qué demonios? -parecía que no podía verme bien por la falta de luz- Sinb...

Mierda, me reconoció.

Pero esa voz...en algún otro lado la había escuchado, estoy segura.

Estaba por ponerme de pie, cuando la puerta se abrió de un solo golpe y se las luces fueron encendidas.

- ¿Qué demonios haces ahí? ¡Levántate! -exigió Jungkook.

- Podrías ayudar, en vez de solo gritar -me arrepentí de inmediato. Su mirada me decía cuan molesto estaba. Su tosca mano se cerró en mi brazo para jalar de él hasta ponerme de pie. Gemía del dolor, pero él parecía no escuchar.

- Hey, relájate, no quiero sangre en mi habitación -comentó él hombre que aquel día me secuestró, tratando de llamar la atención de su amigo.

Dangerous Love© | Jk.Sb | EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora