-No quiero saber nada de ti, adiós- termino Alessa levantándose del tejado.
Tan rápido como ella se levantó, el chico la siguió, jalando de la capa negra de algodón que la cubría.
-Por lo menos dame tiempo para contarte.
Ella giró a verlo sin darse cuenta que este al estar sujeto a su manto provocó que se bajará. Notando que él había visto el detalle irregular de sus iris, al ver como sus ojos la miraban fijo a los suyos.
-¡Suéltame!- gritó la joven, obteniendo toda la atención de los bandidos que estaban sentados en ese mismo techo.
-¡Oigan! Vallan a pelear a otro lado- comentó uno que no podía ver la muralla por estar atrás de estos.
Una vez que Baltazar la soltó, ella corrió rápidamente, saltando los otros techos hasta encontrar uno bajo y poder bajar por una de las esquinas , pegando un salto una vez estuvo cerca del piso.
Baltazar no dudo en hacer lo mismo, y comenzó a seguirla en sentido contrario a la muralla teniendo toda su atención en ella por los caminos deshabitados.
La niña pensaba desesperadamente como hacer para despistarlo, ya que por el impulso de escapar había perdido su oportunidad de confundirlo entre la multitud.
-¡Alessa! ¡Detente! No voy a hacerte daño- decía el chico ya exhausto- ¡Alessa! Por lo menos hablemos a los gritos como la primera vez que nos vimos.
Ella no quería parar de correr, sabía que este se iba a detener en algún momento.
-¡Niña! Si me escuchas, te dejaré en paz- se detuvo el chico, con sus manos en las rodillas, gritando por último- ¡Te lo juro!.
Su voz llegó a los oídos de Alessa, pero su miedo la dejo en blanco a la hora de pensar que hacer.
Luego ella se tropezó al girar para ir hacia los pasadizos, y cuando menos lo pensó había una espada amenazando para que se quedará quieta en el suelo.
Subió su cabeza y quién la sostenía era un joven encapuchado.
De repente llega Baltazar a la escena, diciendo-¡Liam! ¡Dejala! ella está asustada.
-¿qué ? ¿quieres que la deje ir ?- dijo seriamente el chico.
-Si, ella no quiere saber más nada de mí, me ve como una amenaza.- comentó tristemente.
-Bueno- el chico guardó la espada y le estrechó la mano para ayudarla a pararse.
Alessa estaba asustada y le caían lágrimas de la bronca que le daba ser tan débil como para no enfrentarlos.
-¡levántate de una vez, maldita estúpida!- gritó Liam al ver sus lágrimas- y lárgate de nuestra vista.
-Liam basta, no seas tan idiota- gritó Baltazar. Este se sentó al lado de Alessa, continuando- tranquila, comprendo que estés asustada, pero no te haré daño, no me interesa tenerte como esclava ni nada por el estilo, no mentí con respecto a nuestro trato.
-Pero ¿Porqué yo?, hay muchas más personas a las que podrías molestar- dijo Alessa enojada.
-Sencillo, tus ojos ...los vi ese día que nos conocimos, eso causó mi interés en tí.
-Son diferentes pero no es ningún misterio, puede haber más personas iguales a mi.
-Si las hay, no lo sé, sé que te conozco a ti y quiero saber más pero si vas a actuar como si miraras a un criminal cada vez que estoy contigo, prefiero dejarte en paz.
-pero ¿cómo quieres que actúe?, ponte en mi lugar tú ¿qué harías? - dijo la niña llorando
-Lo mismo que tú, o tal vez peor... Para comenzar no devolvería las monedas me hubiera largado apenas las hubieran puesto en mis manos.- comenzó a reírse después de eso el joven.
La chica hizo una leve sonrisa, por lo escuchado - y ahora ¿qué? Baltazar- comentó mientras se limpiaba con los puños las lágrimas de su rostro.
-Lo que tú decidas.
Alessa con la cabeza baja exclamó-Quiero romper nuestro trato.
Baltazar al escuchar eso suspiro y resignado dijo- Bien... creo que debía haberlo imaginado.
Luego se levantó y haciendo una señal al otro muchacho comenzaron a caminar para alejarse de la niña.
Ella sintió una presión en el pecho, no quería que él se fuera así como así, y sin darse cuenta, gritó-¡Espera! ¡Baltazar espera!- levantando sus rodillas del suelo y corriendo hacia donde éstos se había ido.
Ellos se dieron vuelta y escucharon- Hagamos otro... Otro trató.
-Valla si que es una estúpida- comentó Liam mirando la escena.
-Ja eso la hace interesante- se acercó a ella y dijo- bien coméntame ¿en qué se diferenciaría del anterior?.
-Que no me hagas daño...y emm yo... Emm contestaré todas tus preguntas y tú las mías.
-Valla si que es mejor que el anterior- dijo sonriendo -pero le falta un punto para finalizar.
Alessa lo miro sin comprender por que después de eso sujeto a Liam de los hombros y lo acerco a ella.
- él también estará en nuestro trato, es mi mejor amigo y el chico que te desprecio no veo ¿el por qué no lo podemos incluir?.
-Este maldito idiota- prosiguió la chica sujetando con sus dos manos la camisa de lino negra del pecho del muchacho.
-Aleja tus sucias manos de mí, niña- continuó Liam sujetando las muñecas de está.
-¡Oigan! Ya deténganse- dijo Baltazar separando las manos de Liam de las de Alessa y las manos de ésta de la ropa del otro.
-Yo no haré ningún trato con él, me causo muchos problemas de saber que era un imbécil no lo hubiera ayudado- prosiguió Alessa señalando al chico.
-Ja es lo más creativo que he escuchado en todo el día de tu sucia boca, la verdad que hubiera sido mejor si no te hubieras metido- continuo Liam en tono sarcástico, retirando su capucha con las manos, continuando- y bien ¿aún taparas tú cara de nosotros?.
-¿Tienes algún problema?.
-Uhhh tengo varios, y tú estás incluída como uno.
-y ¿me debería importar?.
-Por supuesto.
-¿Ya está?- dijo Baltazar girando los ojos-¿terminaron?.
-... Si- respondió la chica callando las otras palabras de su mente.
-Supongo- dijo el chico.
Baltazar suspiró, continuo- bueno ya es hora que nos vallamos Liam, la presentación debe estar por terminar.
-Yo también debo irme, la noche está por llegar - comentó la niña.
-Bueno adiós- prosiguió el muchacho más joven, girando en sentido opuesto para alejarse.
La chica justo le iba a decir algo pero Baltazar sujeto su hombro y le dijo con una sonrisa siempre presente en él-Adiós Alessa, te esperaré mañana en nuestro lugar.
Ella al verlos caminar unos pocos pasos, giro para alejarse en dirección a su bien llamada guarida, ya que no quería permanecer en esas calles desoladas por el peligro a la que la podían llevar.
(***)
Durante su recorrido, el silencio invadía el ambiente, la luz presente en el cielo nunca llegaba a iluminar esas calles pero por alguna razón para Alessa era mejor así, era otro mundo desolado y tétrico, pintoresco para alguien solitario.
Llegando a su hogar, aún había sol, pero esta vez no quiso ir a ver como éste se despedía. Estaba muy inquieto el ambiente, la gente se altera al ver más de ellas, y tanto los ladrones como los esclavistas abusan de esa ventaja.
Por su mente pasaron muchas cosas pero independiente de está, el corazón estaba tranquilo, como si hubiera hecho lo correcto, a pesar de estar en desacuerdo con la razón.
El joven encapuchado en multimedia 💕
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El Juego De Dios
FantasíaEsta historia se basará en tres jóvenes, pero más precisamente en ella, una joven de 12 años que creyó conocer todos los lados ocultos del mundo, pero la realidad le mostrará que no todo permanece igual, las personas cambian, el mundo tambien, ya se...