Vecinos (Fede Vigevani y Tu)

Guia

Los días pasaban y mas contenta estaba de haber tomado con mi papas la decisión de mudarnos, aunque extrañaba a mis amigos.
Estaba volviendo de la Universidad cuando me encuentro a Mathi a dos cuadras de nuestras casas.

-Mathiias- Grite mientras cruzaba la calle y corría para alcanzarlo.
-____, hace dos semanas no te veíamos seguido con los chicos- Dice Mathi.
-Es que tuve que rendir un..- Me veo interrumpida por mi compañero de caminata.
-Si si, tu examen para entrar a la universidad. Me contó Fede- Contesta mientras me mira de reojo y pone cara rara.
-Si así es, el cual aprobé por suerte y estoy tratando de ponerme al día. A que se debe esa cara?-
-Nada- Contesta mientras trata de ocultar una risita.
-Bien, tu casa- Señale la suya.- La mia- Señale la mia.- Nos vemos- Me despedi.
-Acordate que tenes nuestros números y que existimos. A la mierda los estudios- Dijo riéndose mientras se adentraba a su casa.

Por una parte tenia razón, pero tambien me preocupaba mi futuro, no siempre tendré la suerte de que mis padres me mantengan.
A parte es bueno tener la cabeza en otro lado y no tener tiempo para acordarme del accidente ocurrido dos años atrás.
Ese accidente arruino nuestra relación familiar por lo que resto del año, pero con terapia todo volvió a la normalidad, o es lo que intentamos hacer, creo que es por eso que mis padres querían mudarse tambien. No me gusta hablar sobre ello, hasta recordarlo me provoca nostalgia.

Ya me puse al día con los estudios. Me preguntaba si tu y el resto querrían ir mañana a enseñarme un poco la ciudad.

Querida vecina, malas noticias. Mañana los chicos se van a andar a caballo, como a mi no me gusta me quedo editando los videos en casa, a menos que me quieras acompañar y si termino antes damos unas vueltas.

Mañana despues del almuerzo estoy en tu casa Vishevani.

Ya que me encontraba mandando mensajes pensé en que mejor hablar con mis amigos.
Despues de una hora y media contándoles a Renata y Martin todo lo que paso desde que llegue a Mexico, mi adaptación y demás, casi se infartan al saber quienes eran mis vecinos. Al parecer todos los conocen menos yo, como siempre viviendo en una burbuja.

Mis papas habían llegado antes y pudimos cenar todos juntos. Lastimosamente tan bueno no iba a ser ya que me dieron la noticia de que se iban de viaje a Miami por toda la semana siguiente por la firma de un contrato.
Por lo menos los viajes no eran tan constantes como antes, ahí si era peor, no tenia tiempo de verlos y no ayudaba nada con la terapia. Pero esforzándonos ambas partes, las heridas sanaron.

-Me voy a dormir, estoy cansada- Dije retirándome de la mesa.- Los voy a extrañar, buen viaje-. Le di un beso a cada uno. Usualmente viajaban de madrugada así que no los vería.

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El ruido del despertador era tan molesto que no tenia opción mas que levantarme y apagarlo.
Fui directo al baño para asearme y tomar una ducha. Despues me puse un short blanco, una remera de manga corta negra que tenia dibujos en blanco y mis converse negras.
Opte por saltearme el desayuno ya que era la hora cercana del almuerzo y me fui a estudiar los miles de apuntes que tenia.
Despues de si almorzar y preparar una mochila pequeña con mi billetera, cargador y llaves, me dirigí a la casa de los chicos.

Golpee la puerta pero nadie atendió, así que quise probar a ver si estaba sin llave, y así fue.
Al momento de abrir la puerta, siento un ladrido muy fuerte y como un perro grande color marrón claro se acerca ladrando hacia mi, y de fondo el grito de Mathias llamando al perro.
En el momento que se acercó, paro de ladrar y lo acaricie.