En solo dos segundos.

2.

Capítulo 2.

¡Falta!

Podrían haber pasado unos cinco minutos mientras yo permanecía quieta como una estatua en la misma posición. Había tenido suerte, mi equipo era mejor que el contrario con diferencia, y tanto que el equipo contrario solo había podido pasar a mi campo una vez. Solo había dos chicos del equipo contrario que dominaban perfectamente el balón, pero con la torpeza de sus compañeros y la brutalidad de los contrincantes, ni el mismísimo Cristiano Ronaldo podría marcar un gol, o aunque fuera, pasar al campo del rival.

El fuerte sonido de un pitido me hizo despertar de mi trance y darme cuenta de que había ocurrido una falta. Me acerque lentamente con la compañía de Dianna a pocos metros para observar a una chica en el suelo medio sobreactuando, y Carl, un compañero de clase, arrodillado a su lado disculpándose. Todo un teatro.

El profesor decidió, más bien imploró para que la chica dejara de gritar, que su equipo pudiera hacer un tiro. Por las caras de mi equipo no había ningún problema, pues aunque consiguieran marcar podrían remontar fácilmente.

Todos nos acercamos a la portería y el profesor depositó el balón en el suelo. Podía ver a lo lejos a dos chicos discutir quien tiraría, uno era moreno con el pelo hacia un lado y cuyo tono de voz destacaba al imponerse para ser el jugador que chutara ,el otro, un chico bastante alto rubio y con algunos pequeños tatuajes a relucir en el brazo izquierdo, más calmadamente decidía dejar a su amigo tirar. El moreno con una gran sonrisa abrazó momentáneamente al rubio y se dirigió corriendo a las cercanías del balón.

El chico después de hacer unos saltos que parecían un remix de la macarena, echó una carrerilla y chutó.

Veía el balón acercarse a mí lentamente. Notaba el color blanquecino de la pelota con manchas verdes acercarse a mí cada vez más, hasta que lentamente el balón impactó en mi cara.

Definitivamente, debería de haber tirado el rubio.