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Desperté, era el día, ya me iba a Colombia y una mezcla de emociones se apoderaba de mí. No podía creerlo, estaba a punto de irme, de empezar una nueva vida.

Me levanté con la emoción a todo lo que da, me puse una blusa blanca con una frase de Frida Khalo.

Me llevé una sudadera negra en la mano y un jean, podía hacer frío en el avión, me maquillé un poco y ya estaba lista.

Era la primera vez que viajaba sola, estaba sumamente nerviosa.

Subí al carro y mi papá me ayudó con las maletas.

P- ¿ya está todo?
A- Sí, papá. No, wait ¡MIS AUDÍFONOS!- bastó que terminara la frase para que saliera corriendo del carro

Una vez llegué a la puerta, toqué mi bolsillo para buscar las llaves y encontré mis preciados audífonos. Reí para mis adentros y me devolví. Le conté a mis padres sobre mi torpe acción y sólo rieron, aconsejandome que fuera más pila cuando estuviera sola.

Llegamos al aeropuerto y emití un suspiro de nerviosismo. Fuimos a hacer el chequeo de mi equipaje cuando por fin llegó la hora.

-Pasajeros del vuelo 815 de Avianca, por favor abordar por la puerta 5.

En verdad la idea de ir a Maiquetía a despedir familiares no me terminaba de gustar, aunque me había tocado numerosas veces por la situación de mi país.

Mis ojos se llenaron de lágrimas  cuando me dí cuenta que mi mamá y mi papá ya no estarían conmigo, al menos por un tiempo.

Volteé una vez más y ví a mis padres otra vez. Entré el avión y sequé las lágrimas que aún caían de mis ojos. Despegamos y me puse mis audífonos (obviando la parte en la que casi me da un infarto al despegar).

Puse mi lista de reproducción donde tenía Morat, vallenatos y muchísimos géneros musicales. Mis amigos decían que estaba algo loca con esto de la música. Reí triste al recordar esto y otra lágrima cayó.

Listo llegué a Colombia, haciá un frío del coño. (Verga marico, nunca había sentido tanto frío en mi vida, aiuda.) Me abrigué lo más que pude y salí del aeropuerto, tomé un taxi y le dije la dirección que tenía anotada al chofer.

Llegué al edificio, (verga pana, seguía haciendo frío) busqué mi departamento.

-Según esta vaina es la puerta A-4.- dije en mi mente- A, A-1... A-3, ¡A-4!

Por fin, llegué. Era tal como lo había soñado. Al entrar veías que no era muy grande. Tenía dos muebles, la cocina y un pasillo donde se encontraban 3 habitaciones. Una de ellas ya estaba decorada y era la mía. Tenía una cama algo grande, me sentiría sola, no me importó.

Recordé que mi mamá me había dicho que debía comprar comida, y me daba un fastidio ir pero había un super como a dos cuadras de aquí, así que tomé mi sueter, dejé las maletas en el cuarto y salí en busca de comida.

Llegué al super y estaba sonando una canción de Morat. No sé como fué que no me entro lo fangirl y no grité ahí mismo. Tomé lo que necesitaba pagué y salí de ahí.

Fuí al departamento y arreglé las compras que había hecho. Me bañé y como estaba muy muy cansada, le mandé una nota de voz a mis padres de lo que había hecho y me quedé profundamente dormida. No supe más de mí hasta las 8:00 am.

Eres TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora