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Me armé de valor y me levanté. Eran ellos, los chicos de mis sueños, eran Morat. Suspiré por enésima vez y fuí a saludarlos.

A- Holaaa, me llamo Amara y soy de Venezuela. Quiero decirles que soy su fan.
I- ¡WOOOW! ¿qué hace acá?
A- Pues, vine a estudiar en la Universidad de Los Andes- vi a Villa que peló los ojos- y pues me perdí, no sé dónde estoy ni de donde vengo, me puse mis audífonos y ya no recuerdo el camino- comenzé a llorar.
M- Oye, tranquila, ¿hacia donde ibas?
A- ¡ay! Iba hacia la Universidad y la cita es a las 12, vine temprano porque quería explorar un poco pero ya ni siquiera sé dónde estoy parada. Extraño Venezuela, me quiero devolver.
S- Tranquila, pequeña. Estarás bien, siéntate con nosotros. ¿cuánto tiempo llevas aquí?
A- Llegué ayer, no sé qué hacer.

Villa me miró y sentí un escalofrío recorrer mi espalda cuando la tocó para darme ánimo.

V- Amara, ¿no? Te diré Amy. No creo que haya sido buena idea salir cuando no conoces nada de acá. Si quieres te llevamos a la Universidad, nosotros también vamos para allá, luego podemos llevarte a conocer la ciudad para que no te vuelvas a perder. ¿están de acuerdo?

I/M/S- ¡claro!

Los tres se fueron hacia el carro y me dejaron con Villa mientras dejaba de llorar, ya no sabía si de emoción o tristeza.

Tomó mi cara y la dirigió hacia a él provocando que mirara sus hermosos ojos.

V- La cuidaremos y la llevaremos de vuelta a su casa. Ya no llore, va a estar bien, linda.

Sentí que me iba a desmayar con esas palabras que me dijo, pensé que era un sueño pero no lo era. Era la realidad y ahí estaba Villa secando mis lágrimas con la manga de su suéter.

V- Vamos, Amy. Móntese en la furgo.

Asentí nerviosa y con una felicidad que me embargaba por dentro. Isaza miró a Villa muy raro como pícaro, yo no entendí pero no le presté atención.

Empezaron a preguntarme cosas sobre mi país, sobre mí, qué cosas me gustaban y eso. Les conté que sabía tocar un instrumento de mi país que se llama Cuatro y que sé varias canciones de ellos, se alegraron mucho y me dijeron que querían escucharme.

S- ¿y lo trajiste para acá?
A- ¡Siii! Lo tocaré cuando esté aburrida y no tenga nada que hacer.
I- ¿podemos ir a tu casa a verte tocar?
A- Emmmm...
S/V/M/I- ¡ANDAAAAAAA!
A- Está bien, está bien. Si quieren vamos después de que vamos a la Universidad.
V- ¡Yessss!
A- Y ordenamos hamburguesas... para Villa de pollo- todos comenzaron a reir menos Villa que se hacía el dramático.
V- Todo el mundo sabe de eso, ¿por qué son así conmigo?
A- Porque te amamos
I- Sobre todo Monchi.
S/V- ¡Cállese Isaza!

El viaje transcurrió entre risas y cuentos. Al cabo de 40 minutos, ya estábamos en la Universidad. Arreglamos todo ahí y nos encaminamos a mi departamento.

Les dí el papelito con la dirección y luego de leerla Martín soltó un grito que nos asustó a todos.

M- ¿VIVES EN EL MISMO EDIFICIO QUE NOSOTROS?- le pasó el papel a Simón.
A- ¿Qué? ¿En serio?- estaba entrando en pánico por tercera vez en mi día.
S- ¡SOMOS VECINOS! Nosotros vivimos en el A-8.
A- Somos relativamente vecinos.- dije tratando de no gritar.
V- ¿de verda' wey? ¡La chama vive casi al lado!- era la tercera ocasión el la que me decía chama y me seguía sonrojando, no sé porqué.
A- Pues cuando quieran me van a visitar, siento que ese departamento es muy grande para mí... y yo que soy una enana, es peor- en eso recordé a Val, le dije a Simón si le podría mandar un audio saludándola a lo que accedió sin problemas.

S- Hola, Valeria. Me contó por aquí una amiga tuya que eres fan de nosotros y te queremos agradecer por el apoyo- todos comenzaron a hacer ruidos- esperamos conocerte muy pronto, un abrazo hasta Venezuela.

Luego de que Simón me dió mi celular le mandé un audio yo.

A- Aiudaaaa, pasó algo inesperado, luego te cuento, te amo.

Llegamos a mi departamento y todos se sentaron el el suelo. No sé porqué si había muebles.

Mandé una nota de voz a mis papás y otra a Valeria contándoles todo lo que había sucedido hasta el momento. Ví que Val se había conectado y salí corriendo.

Isaza dijo que cantara, así que saqué el cuatro y un pánico me invadió...

Eres TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora