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Amara

No tenía pánico escénico, nada de eso, si yo de pequeña hasta en la TV había salido. Era sólo que tenía a mi banda favorita (y en mi opinión los mejores músicos) en frente mío y me daba miedo equivocarme y de lo que fueran a pensar ellos.

Ya, sin darle muchas vueltas al asunto, empezé a tocar. Había practicado una mezcla de mis canciones favoritas. Eran "Sweater Weather" de The Neighbordhood, "Una Vez Más" y "Besos en Guerra" de Morat.

-All I am, it's a man...- los nervios se habían ido, sentía la música en mis venas- One love, two mouths, one love, one house...- no pude evitar mirar a Villa imaginaba esa historia con el, sería perfecto.

Hasta que me sorprendí porque Villa empezó a cantar la canción junto a mí. En ese momento no pude hacer otra cosa más que sonreir y seguir cantando. Pensé que me iba a desmayar y luego cambié de canción.

- Y si la luna baja y ve que tu te vas...- Villa completó la frase y de verdad, no sé como no me había muerto ahí mismo. Es tan hermoso.

Y así seguimos, cantando hasta que llegó el cambio para "Besos En Guerra", no pude evitar mirar a Villa en la frase "Sabiendo que tus besos matan, moriré de amor" el sólo sonrió y me guiñó un ojo.

Villa

Esta chica no podía ser más perfecta, cantaba hermoso y quise acompañarla. La ví sonrojarse cuando empezé a cantar. Sentía que me estaba enamorando, no sé, es muy hermosa.

Amara

Luego que terminé de cantar los chicos me aplaudieron y Martín dijo:

M- Deberías unirte a la banda, eres muy talentosa, te felicito.
V- Sí, cantas hermoso. Nos vendría bien una voz femenina en la banda.
I- Ya la tenemos, es la suya Villamil.
V- Cállese y no diga boberías Isaza.

Un ataque de risa se apoderó de mi y no podía respirar, todo por culpa del comentario de Isa.

S- AMARAAAAAA, CÁLMESE
A- NO... NO PUEDO ¡AY! JAJAJAJAJAJAJAJAJA.- hasta que por fin me calmé y Marto preguntó
M- ¿no tienes cerveza, vino o algo que tenga alcohol?
A- JAJAJAJAJA no, pero hay un supermercado cerca, si quieren algo, vayan a comprar.
S- Yo paso
M- Yo paso
I- Yo paso. Ni modo, Villa. Te toca ir con Amy.
A- Mierda- reí- ok, ¿vamos Villa?
V- Está bien, a la próxima va Martín.
M- ¿por qué yo?
V- Porque eres el más pequeño del grupo.

Salimos de la casa y fuimos al super, los dos estábamos en silencio.

(Coño de la madre, quería escuchar la voz de Villa y no hablaba un carajo)

Hasta que por fin, cuando ibamos de regreso, preguntó:

V- ¿sabes bailar? Me han dicho que la venezolanas bailan muy bien.
A- Emmm... pues sí, se bailar pero no sé decirte si bien o mal.
V- Pues tendré que comprobarlo- dijo levantándo una ceja con doble sentido.

Tragué saliva y reí nerviosa. Llegamos al apartamento y todos gritaron "LLEGÓ LA BEBIDA". Habíamos comprado tequila, cerveza y vodka, sabía que mañana me arrepentiría mañana de tomar tanto.

Pusieron música de mi celular ya que les había dicho que tenía mucha música variada. Sonó uno de mis artistas favoritos de Venezuela, Jonathan Moly, el canta salsa y pues me encantaba bailar.

Villa vino hacia mí y extendió su mano en señal de que quería bailar conmigo, acepté y con una sonrisa fuimos a un pequeño rincón a bailar.

V- Te dije que lo iba a comprobar.
A- Sí, ya lo veo JAJAJA.

Me puse más nerviosa de lo que estaba cuando noté que él estaba algo tomado y yo no había tenido buenas experiencias con los borrachos. Igual seguí bailando con él, debía aprovechar el momento.

Los chicos buscaron sus guitarras y comenzaron a tocar canciones que estaban sonando en el equipo de sonido.

Tocaron "Sirena Encantada" (una de mis canciones favoritas de vallenato) y casi me da algo cuando Villa empezó a cantarla. Mientras lo hacía, me miraba a los ojos y yo, con el impulso de el alcohol que se encontraba en mi sistema, lo miraba también. Agarró mis manos y comenzó a bailar de una manera muy chistosa haciendome reir como una foca epiléptica. Luego me acercó hacia el y empezó a bailar... emm... pegadito(?) Y estaba entrando en pánico, sí, otra vez. Pensé que estaba ebrio pero no, tomé su cara entre mis manos, vi sus ojos y pude ver que no era así. Ahí fué cuando me dí cuenta que lo que estaba haciendo, lo hacía con sus cinco sentidos intactos. Tenía sus manos en mi cintura y bailamos así por un rato. Él cantaba en mi oído y yo me sentía en el cielo.

2... 3... 4 de la mañana, no me importó mucho la hora, era viernes y el sábado ninguno tenía que hacer nada, pero yo tenía demasiado sueño y decidí ir a dormir un poco, los demás me siguieron y me preguntaron en dónde podían dormir. Habían 3 habitaciones pero sólo 2 tenían camas. Isaza, Marto y Simón, dijeron que ellos 3 dormirían juntos dejando a Villa sólo y desamparado. Se fueron a la cama y sólo quedamos Villa y yo.

A- Weno panita, creo que tendrás que dormir en el mueble así que, espérame allá que ya te llevo unas cobijas.
V- Pero el mueble es incómodo y no quiero dormir ahí, por favor.- empezó a hacer pucheros y a hacerse el dramático como siempre, no tuve otra opción que dejarlo dormir conmigo.

No me molestaba pero era algo raro. Fuimos al cuarto y nos acostamos uno en cada extremo de la cama. Al cabo de 20 minutos aproximadamente, estaba casi dormida cuando siento su mano que va recorriendo mi cintura para finalmente abrazarme y pegarme a él. No sabía qué hacer o decir, sólo lo dejé y traté de voltear un poco a ver si estaba dormido o despierto.

(Ay no)

Eres TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora