Eso no.
No podía pasarle a él.
No eso.
La luz irreverente se desplomó desde las cortinas hasta rozar sus pómulos. Las mañanas siempre llegaban más aprisa luego de haberse quebrado durante la noche. Habitualmente. Estrujó la poca energía que le restaba para abrir los ojos y hundirse nuevamente en su realidad.
Hamada, destazó las notificaciones de llamadas perdidas a medida que se recostaba débil sobre el respaldo de la cama. El pasillo se extendió debajo de sus pisadas hasta llegar a la bañera; solo así podría desfogarse unos gramos de remordimiento.
Pero eso no es lo que queremos saber ¿cierto? La verdad es, que el barullo comenzó hacía quizá un mes atrás; cuando sus días se aferraban a las aventuras con su mejor amigo, y su comportamiento despreocupado –que ahora sabía, había sido negligente– lo revestían de temporada.
Sólo allí, sólo así continuó su historia.
La de ambos.
.
–Lo extraño tanto, tía Cass– sorbió la humedad de su nariz, la video llamada sólo le dolía a la tía –Ya va más de un mes que no me dejan verlo... ya no sé qué hacer.
–Ay mi vida– la americana estrujó su café, pocas eran las veces en las que el muchacho se quebraba frente a ella, y esta estaba a la digna altura de sus emociones cuando pasó lo de Tadashi, hacía tres años –¿Por qué no te regresas para acá un tiempo?
–Quiero estar con él– sollozó limpiándose la cara, no tenía idea de lo mal que se veía, y poco le importaba a esa altura.
–Sólo en lo que las cosas se calman, seguro se les olvida después de un rato.
–Voy a buscarlo a la escuela, pero su familia lo lleva y lo trae en carro. Lo visito en su casa, a deshoras, pero mandaron ponerle rejas a su ventana. Le marco, le escribo, le mando audios a pesar de que sé que le debieron haber quitado sus cosas... Sé que me extraña porque he visto cómo me mira las pocas veces que nos cruzamos, pero siempre está con escoltado por alguien.
–Mi amor... tú eres un genio, encontrarás la forma de contactarlo, tal como lo hiciste la última primera vez.
Hiro se reservó la respuesta para sí, tasando sus acciones recientes y las consecuencias de querer repetirlas. No logró preñar ninguna idea, estaba tan ciego a esa altura que incluso la robótica –su pasión– había pasado a un estropeado segundo plano. Se talló los ojos ya sin lágrimas y miró al teclado del ordenador.
Estornudó.
–¿Te estás enfermando querido? Si es así no me importa con quieras estar, iré por ti y te traeré acá para consentirte– amenazó ella, Hiro sacudió su cabeza negándolo.
–Es Tashi, suelta mucho pelo y Baymax no puede aspirarlo todo...
–¿Tashi?
El joven bajó la cámara de su computadora hasta enfocar su regazo, allí los ronroneos casi amargos de un felino se remojaron con sorpresa. La sentencia era que soltaba pelo en una equivalencia a las caricias del chico; arrastrando en cada gesto su cordura.
–¿Desde cuando tienes un gato? – su tía hizo lo que pudo para tropezar su emoción, ella sí era fanática –¡Es precioso!
–Y también una larga historia– sonrió débil –Él es mi castigo por mentir. Cuando lo dejé perder con... ¡y le puse una cámara que... PUEDE SER BIDIRECCIONAL...
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-. Entre Nosotros.- (HIROGUEL)
FanfictionHiro es un chico de intercambio en México, que ha conocido por casualidad a quien se convertiría en su mejor amigo.