Mi deseable Hermanastro국민 kookmin

Mensaje extraño

00.05

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Molestó. Esa maldita palabra lo describía bien en estos momentos, es que, ¡No sé despidió! ¡Ni siquiera le aviso que se iba más temprano de lo usual!.

— Mierda — susurro para sí mismo mientras se preparaba su desayuno — Maldita sea, Jimin... Tú...

Su celular sonó y se fijó quien lo llamaba a esta hora, lo prendió y al segundo de leer este se le cayó de la mano y sus ojos se agrandaron demasiado.

"N-No puede ser... ¡Es imposible!... Jimin... ¡Jimin!"

Se fue corriendo al despacho de su padre y miro entre montones de papeles y carpetas el que estaba buscando; en los cajones, nada; en el escritorio, nada; salvo... Llevo su mirada hacia el pequeño bar que se encontraba ahí y repaso con las llemas de sus dedos los licores.

"¡Te encontré!"

En el medio de estos había uno en particular, uno con un líquido muy llamativo y fluorescente, algo no común entre los otros. Lo movio un poco hacia la derecha y se encontró con una caja fuerte con pequeñas teclas en la esquina y detector de robos.

"¡Mierda!

Son ... 4 números

4 números...

¿Cumpleaños?"

En medio de un debate pulso el cumpleaños de su madre y dio negativo.

"Maldito viejo, se nota que amas a mi madre ¿Eh?

Bueno, si no es el de ella menos va a ser el mío.

¿Jimin?..."

Con una pequeña luz de esperanza apretó las teclas y este aún dio negativo.

"¡No me jodas viejo!

Te asepto que no sea yo o mi madre ¿Pero, de Jimin? ¿Enserio?

¡Si jimin es adorable!"

Un sonido de la planta bajo llamo su atención, sus padres estaban de viaje así que... ¡Su celular!. Bueno hay prioridades, su celular puede esperar. Se sentó en el piso cruzado las piernas y pensó en algún número o fecha importante para su padre pero nada, vacío.

Dos... Tres... ¡Cinco tonos de llamada que venían desde abajo!

"Joder, que molestos"

Furioso, y dando zancadas, bajo las escaleras y agarró su celular mientras veía quien era el que estaba jodiendo su existencia. Yugyeom.

— ¿Sabes que llamas en mal momento? — contesto la llamada molestó.

— Kookie — sollozo — ¡Kookie! — se desmoronó y comenzó a llorar otra vez.

— Mierda, ¿Que pasa Yugyeom? —

— BamBam — sorbió su nariz — Bambi.

— ¿BamBam? — extrañado se fijó la hora. "¿No era algún compañero de Jimin? — ¿Qué pasa con él?

— Él... ¡Waaaaaa! — rompió en llanto.

— Joder — alejó el teléfono de su oreja y se sobo está por el fuerte ruido — voy para tu casa — colgó.

Dio un suspiro molestó y se encaminó otra vez al despacho de su padre, puso todo en orden y paso a retirarse a su cuarto y cambiar su pijama por un pantalón holgado y una chompa ancha.

Subió a su hermoso carro color negro y se encaminó a la casa de su amigo, mientras comía con su mano izquierda y manejaba con su mano derecha; pasaron unos 18 minutos y ya se estaba estacionado en la puerta de la casa destinada.

Saco la llave de su bolsillo y se adentro a está encontrando todo oscuro y las ventanas cerradas para que obstruyan la luz del día, miro en el sofá color beige y vio como algo se movía desde este y volteaba lo que parecía ser su cabeza.

— K-Kokie — un chico de hermosos cabellos azules se encontraba sentado en forma fetal mientas no paraba de sorberse la nariz y llorar aún más fuerte si es posible — tardaste — puchereo.

— Demonios — sus ojos grandes y su boca ligeramente abierta por el asombro — estás deplorable.

— ¿Gracias? — se secó las lágrimas y observó cómo su amigo se encaminaba haciendo él y se sentaba a su costado.

— ¿Qué pasó exactamente? — se acercó a este y le rodeó con su brazos mientras daba palmaditas a su espalda para que se tranquilice.

— Me t-termino — intento hablar tranquilamente sin que los espasmos se apoderen de su cuerpo — BamBam me terminó.

"¿Tenían una relación? ¿Cómo no lo supe?... Espera... Se me olvidó que el me lo contó..."

— ¿P-Porqué? —

— Piensa que le fui infiel, solo estaba reunido con esa chica pero ella se abalanzó sobre mí y me dio un beso cerca a los labios.

— Ya veo — como odio los dramas — solo cuéntale lo sucedido en vez de estar aquí dando pena.

— Intenté pero...

— ¿Cuantas veces? — no quería decirlo pero su amigo era más estúpido que él.

— Dos... — un rubor se extendió por sus mejillas.

— Este hombre — suspiro y agarró el celular del de cabellos azules, busco entre los contactos y dio con uno. "Bambi mi sol 💓"

"Cursi"

Dos... Tres... Cuatro y nada.

Supo que no le iba a agarrar la llamada así que intento colgar pero una voz se escucho desde el otro lado de la línea.

— ¿Diga? — sin contestar le tendió el celular a su amigo con una sonrisa mientras se desparramaba en el sofá.

No pasaron más de 20 minutos cuando sintió unas manos en su hombro y como lo sacudían violentamente.

— ¡Ya, Jeon Jungkook despierta! — gritó.

— Que molestó. — maldiciendo por lo bajo se reincorporo y sintió como su amigo le observaba fijamente — ¿Y, ahora qué?.

— ¿Que hiciste? — sin comprender lo que decía su amigo ladeó la cabeza y lo miro directo a los ojos — por cómo estás veo que hiciste algo, ¿Qué es?

— Yo... — ¡Diablos! ¡Cómo le conocía su amigo! — bese a Jimin... Más de una vez.

—... — sin palabras miro como los ojos de su amigo no reflejaba burla alguna — ¡¿Qué tu que?!

— Joder, no grites — le lanzó un cojín y este pudo esquivarlo exitosa-
mente.— Bese a Jimin, pero lo peor es que le dije que fue un error — bajo la cabeza — y fue su primer beso.

— ¿Dios, porqué tengo un amigo tan idiota? — alzó las manos a los cielos y comenzó a dramatizar su escena.

— Cállate —

— Jeon Jungkook, ¿Porqué lo hiciste? — le sermoneo — sabes que el bebito esperaba tanto su primer beso, no me imagino lo destrozado que estará por qué se enteró que solo fue un error.

— No le digas bebé — un gruñido brotó desde lo profundo de su pecho — y se que soy estúpido pero... No sé, ya no podía contenerme más.

— ¿Algo más que suceda, amigo idiota? —

"¿Porque me lee tan fácilmente?"

Al fin y al cabo el castaño termino por contarle el mensaje que tanto le atormentaba.

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Wiiuuu dejo esto por aquí y me voy

Disfruten!!!!