Capitulo 11: Tengo miedo...

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Había comenzado a reír desenfrenada mente mientras veía a mi novio y a la zorra como dos gallinitas, mientras apestaban a kilos de pescado podrido con helado.

Les había tirado a los dos montones de huevos, un saco de harina y de otro saco deje caer un montón de plumas (criamos gallinas así que era fácil-conseguir eso).

Mientras reía escuche más risas atrás mío, eran mis padres.

Y así nos reunimos todos a reírnos de los dos.

¿Qué?

¿En serio creyeron que después de reconciliarme me olvidaría de la broma?

Pues no señor.

Yo soy yo.

...

-JAJAJAJA L...LO SIENTO ES QUE FUE MUY GRACIOSO.- dije mientras esperaba a mi novio desde el otro lado de la puerta del baño. Se estaba quitando las cosas, aunque sería difícil sacárselo del cabello.

-Agradece que eres mi pareja y el de que me lo tenía merecido...- lo último lo escuche como un murmullo.

-¿Qué? No te escuche- dije para que lo volviera a repetir.

-QUE ME LO TENIA MERECIDO- grito desde dentro, yo deje salir unas cuantas carcajadas. Suspire para luego apoyarme contra la puerta.

-Menos mal que lo reconoces- dije mientras cerraba lentamente los ojos

Cuando de repente cai de espalda golpeándome un poco fuerte en la cabeza.

-PUTO- dije mientras él me agarraba de la muñeca y me hacía entrar al baño, seguidamente poniéndole pestillo.

Sentí como en tan solo un segundo me encontraba acorralada entre la puerta, el, y sus fornidos brazos. Lentamente se acercó a mí para luego dejar besos algo húmedos en mi marca.

-p...para- dije mientras cerraba los ojos, sentí como una sonrisa se le dibujaba, el solo siguió, puto. Luego cai en la cuenta de que estaba solo en bóxer.

-¡para!- exclame mientras me separaba del. El suspiro para luego pasar una de sus manos por su cabello.

-¿estás en época de celos?-

-¿Qué?-

-es que... como eres... lobo y los animales, tienen una época de celo... entonces...-

-sí, ya entendí, y solo puedo decirte que un tal vez.-

-pero aquí no podemos, están mis padres.-

-pero aun así no te niegas- sentí como mis mejillas se ponían de color carmesí. Luego sentí como sus besos húmedos volvían a besar mi marca.

-h...hey....-

-shhh... aunque da igual tus padres salieron.-

-¿Cómo lo sabes?-

-te gritaron y tú no escuchaste.-

-ahhh... eso explica por qué dos pandicornio me gritaron si los escuche-

El rodo los ojos para luego volver a lo suyo.

-no volverán en una hora...- le escuche murmurar...

{Te va a romper}

...

Él te volverá a hacer daño.

Cállate.

For Ever.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora