×4×

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—La decadencia de otros. — Borré mi sonrisa. ¿Hablaba en serio? — Era broma.

—Eres pésimo.

Pensé que mi sarcasmo se había entendido pero no. Jinyoung cerró de imprevisto su libro causándome un pequeño grito por el susto, me fulminó con sus ojos como disparos inmediatos. Guardó todas sus cosas, se paró y ni siquiera me miró antes de irse.

Se habrá ofendido.

—Jinyoung, por favor. No te lo tomes todo literal.

—Me vale, así soy. Ignórame y problema resuelto.

Estaba tratando con un nenito caprichoso y odioso.
Me dí por vencida después de seguirlo unas cuantas cuadras, así de bajo caí. Mi último intento fue mientras él esperaba a que el semáforo le indicara que podía cruzar, y como era de esperarse; no contestó.

Ya se le pasará y podré hablarle más tranquila.

Me quedé sentada en la plaza que ocupada toda una cuadra, tenía la vista perfecta de la espalda de Jinyoung esperando avanzar a la otra vereda.

Suspiré al verlo caminar. Realmente era un chico antisocial y no tenía intenciones de cambiar aunque fuera un poco.

El sonido de llantas frenando ferozmente en el pavimento me hizo volver a la realidad.
Mis piernas temblaban mientras me acercaba, sentía latir mi corazón mil por segundo.

Casi atropellaron a Jinyoung.

—¡Estás demente! Pude haberte matado.—Gritó el hombre que bajó del auto. Estaba rojo de furia.

La gente que pasaba por ahí se quedaba parada observando la escena. Park había cruzado cuando no debía.
Algo no encajaba, me dí cuenta de eso cuando mostró la cabecita de un cachorro negro que cubría entre sus manos. Él había salvado a ese pequeño can.

[×]

Me encontraba en el salón de clases con hora libre. Con DaHye estuvimos hablando de triviales hasta que yo inconscientemente solté una pregunta que pareció incomodarla.

—¿Quieres que vayamos a hablar con Jinyoung? Míralo, se nota que está aburrido y por eso duerme.

— Estás muy apegada a él últimamente. Cómo se ve que eres la nueva.

— No sé qué tiene de malo.

— Él es malo, Jade.

Golpeé su hombro levemente buscando que se relajara pero no. No pude cambiar la expresión severa.

—Tú me animaste a hablarme el otro día, ¿Qué cambió hoy?

— No pensé que lo harías para ser sincera.

Rodé los ojos. ¿Acaso todos creían que Park era un ser maléfico? Salvó a un cachorro de que un auto lo atropellara, seguro fue peor que Cruella de Vil. Nótese el sarcasmo.

—Iré con él. ¿Vienes?

— Jade...

—Entonces no.

Tomé mi silla y la puse delante de su pupitre haciendo un pequeño ruido, conseguí que me prestara atención. El resto del curso seguía en la suya.

—Otra vez tú.

— ¿Cómo te encuentras Park?

INSENSIBLE© |•Park Jinyoung•|✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora