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Mientras subía con las tazas de té para ambos pensaba: porqué era tan ingenua y tenía tan poca autoestima para que alguien realmente quisiera estar conmigo, Jinyoung me respetó todo este tiempo y trató de meterse en mi piel para comprender mi mente, se lo agradezco. Realmente era muy afortunada.

— Estuve practicando, crees que se sentirá ofendida si la saludo en-

— Jinyoung...

La luces del cuarto estaban apagadas y solamente se veía el brillo de la tablet, donde se escuchaba una persona del otro lado.

—Jade, ella es EunJi. 

Ambas nos entendimos bastante bien. Era tan dulce y comprensiva conmigo, había regañado a su hermano por hacerme sufrir y en su defensa yo misma decía que me consideraba muy sensible, aún así lo retaba. Entendió todo lo que pasamos y me dijo algo que va a quedar en mi mente por siempre. Es de esas frases que resultan casuales porque salen repentinas en una conversación pero cuando te pones a pensar, marcan algo.

"No siempre lo más lindo por fuera es más valioso por dentro."

Habíamos estado conectados hasta muy tarde,  casi al despedirnos había llegado el padre de Jinyoung. Su voz era profunda y gruesa, me asustó al oírlo.
Según Park, les encanté. Agradecí que fuera así, no quería que toda su familia me llegara a excluir.

Esa noche, dormimos juntos. Él quería darle tiempo a su madre para que recapacitara y que vea que lo que le dijo era cierto.

[×]

El tiempo pasaba por altos y bajos momentos, a veces Jinyoung estaba cortante y en otros yo lo estaba. No éramos la pareja perfecta, ni siquiera fuimos pareja formalmente.

Todo lucía de color de rosas, ¿Verdad? Pero no. Esas rosas con las que vino a remediar todo sobrevivieron un período corto, para después pasar a marchitarse desde la punta de los pétalos hasta su uña. Insufrible era ver caer uno por uno... Cuando solo quedaba un solitario pétalo marchito terminé enterrando ese cadáver en el jardín.

Y sin ningún intento de contradicción ambos le dimos un final. El cual yo, cuando miraba esos ojos azabaches y profundos, rogaba muy en el fondo que fuera abierto. Pero, como ya dije antes; callé. No dije ni una sola palabra de más y él mucho menos, se paró y se fue por el mismo camino que yo me había ido al salir de la cafetería que significaba tanto para él, con la diferencia de que en esa ocasión no hice nada para detenerlo.

[×]

Jinyoung.

Si no me va a querer así, está bien. Qué importa.
Lo que a mí me interesaba era no tener problemas, arreglar todo de ambas partes. Mi madre y Jade. Cuando yo no quería hablar con alguien era porque estaba harto, cansado de ser perseverante y no saber hasta cuándo. Mi madre no cedía, no escuchaba y mi padre y hermana tampoco se esforzaban mucho por ayudarme, la catalogaban como un caso perdido. Y a Jade... Si la metía en todo este embrollo iba a salir sufriendo. Aunque ahora el que está dolido soy yo.

— ¡Mamá felicidades! — grité sarcástico, sentía mi sangre pesar como cemento seco. Solté una carcajada que me llenó los ojos de lágrimas, la quité con los puños presionando mis ojos.— Ahora tienes lo que tanto querías. —Susurré.

Pasé por la sala y no la vi, miré la hora. Supuse que estaría cocinando, en lugar de eso solo había un plato de comida humeante y debajo una nota escrita con pluma...

Mamá hacía ese tipo de cosas únicamente cuando tenía algo urgente e importante para decir.

Mi querido Jinyoungie.

Tu madre se ha equivocado tanto... Te ha hecho sufrir y lo sabe.
Hijo, aunque quisiera poder entender todo esto como si fuera un simple detalle, no puedo. Es mi culpa, no la de esa chica. Tampoco fue la culpa de EunJi o la de su esposo.
Iré al punto porque sé que no te gustan los rodeos. Fui a pasar un tiempo al campo, en la casa de GyoRaa, la madre de JiSoo por si no la recuerdas.

Volveré cuando mi mente esté despejada, dispuesta a aprender nuevas cosas.

Sabes cuidarte por ti mismo y todo lo que necesitas está en casa.

Entonces Jinyoungie, no te preocupes por mí, yo estaré bien. Jade, ella... Bueno, si estás feliz con su compañía, quédate a su lado.

Tu madre compensará todo lo malo que hizo, contigo, con tu hermana y tu padre.

Te amo, los amo.

Esa noche no dormí muy bien. No con todo esto.

[×]

Jade.

—¿Podrías ir por favor?

—No, DaHye. No sé ni porqué vine hoy, me hubiera encerrado en mi cuarto y dormido todo el día.

—Oh, vamos Jade no seas tan dramática. Verás que todo se solucionará si vas por mi libro.

La miré con la ceja levantada. ¿Estaba tomándome el pelo?

—Tiene lindas frases...

Fui hasta allá solo para que dejara de molestar. Estaba fatigada, como si hubiera estado corriendo toda la noche. Park no había ido al colegio, tampoco era como si por ello estuviera así... Quizás un poco por eso, no sé.
Mis ojos perdidos en la cerámica del piso me guiaron hasta el anciano rostro del bibliotecario. Le pedí lo de DaHye y su respuesta me hizo sentir un dejavú.

—Creo que hay algunas copias en el estante que está por allí. —Señaló hacia donde estaba, por Dios lo que me faltaba, Jinyoung.— En el siguiente estante de donde está el muchacho.

No me dio tiempo de ni siquiera agarrar el libro primero, él estaba leyéndolo.
Me acerqué tratando de no demostrar nerviosismo en ninguno de mis movimientos, mi idea era buscar otra copia. ¡Debe haber más ahí ¿Verdad?!

—Jade, este es el único ejemplar.

¿Acaso me leía la mente?

—Volveré en la tarde entonces.

Una parte egocéntrica de mí me hizo alzar la cabeza y pasar a paso firme por su lado. Lástima que me detuvo sujetándome el brazo.

—Ven— dijo en voz baja.

Y como si fuera que no podía modular para rehusarme mi cuerpo se movió y se sentó en la silla que estaba a su izquierda.

—Hay una cita que es muy bella, ¿La quieres oír?

—Bueno... —Realmente no sé si lo llegué a pronunciar pero él siguió.

—“Yo creo que nada sucede por casualidad ¿Sabes qué? En el fondo las cosas tienen su plan secreto, aunque nosotros no lo entendamos” —no entendía a dónde pretendía llegar. — Me hace pensar. Pensar porqué buscando una solución encontré solo más problemas. Sino mira, tú y yo ya no estamos juntos cuando lo único que buscaba era todo lo contrario.

—No somos compatibles. Fue eso.

—Pero, ¿Y qué tal si todavía no estábamos listos?

—Park, si volvemos... ¿Por qué sería diferente?

—Empezaremos de cero, Jade. Y el primer cambio será preguntarte : ¿Quieres ser mi novia?

Sus manos sujetaron las mías, sus ojos buscaban desesperadamente que lo mire y sus labios temblaban levemente en aquella sonrisa.
Me costará decidir en menos de un minuto. Tomaré el tiempo necesario para decir lo correcto, lo que mi corazón no considere insensible.

Fin.

INSENSIBLE© |•Park Jinyoung•|✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora