Embarazada de un Mafioso. TERMINADA (Pronto En Reedición)

Capítulo 7 (Editado)

(NOTA IMPORTANTÍSIMA AL FINAL)
DOMINICANOS ES UNA INFO PA' USTEDES TAMBIÉN)

Día siguiente

P.O.V. Julie

—No—fruncí el ceño mientras me levantaba de la silla de su despacho.

—¿No? —pregunté incrédula ¿Quién mierdas se cree? Llevaba varios días encerrada sin poder ir a trabajar, por ahora las cosas estaban más tranquilas y aunque moría de miedo sabía que tenía que hacer como siempre conseguir dinero e irme.

En estos días Lorena había hablado con mi jefe y le dijo que me encontraba enferma con una infección estomacal "y vaya infección que tengo", mi jefe accedió dándome unos días más pero ese plazo se acababa hoy sino me presento mañana podría perder mi trabajo y es mi única fuente de ingresos solo con ese dinero podría irme

—No —siguió leyendo algo en su laptop cosa que estaba empezando a enojarme

—Podrías siquiera prestarme atención —me ignoró, ya estaba empezando a acostumbrarme eso era lo que más hacía cuando estaba aquí porque siempre anda "trabajando" en no sé que cosas, ni siquiera se qué clase de trabajo es ese —Estoy hablándote —me crucé de brazos pero el no parecía inmutarse así que decidida caminé hacia él y cerré la laptop.

— ¡Mierda Julie! —exclamó levantándose de golpe y yo solo me crucé de brazos sobre mi panza que crecía demasiado rápido ya se notaba

— ¿Acaso escuchaste algo de lo que dije? —pregunté

—Si, y ya te dí una respuesta —soltó mirándome fijamente "hace rato que no veía esos lindos ojos" porque sin duda lo son

—No estoy conforme —me crucé de brazos nuevamente. Los había soltando ante su mirada

—Julie... Estoy cansado —masajeó su cien

—Pues deberías de descansar —solté mis brazos al ver que si se veía cansado, "no, aún no me deshago de mi atracción" peor estábamos trabajando en eso.

Me atreví a mirarlo más y su cuerpo estaba tenso, también vi como unas ojeras estaba empezando a formarse bajo su ojos y lo peor de todo es que no dejaba de ser verse sexy ante los míos.

—Tengo que terminar esto para poder dormir pero no me dejas —sonrió falsamente

—Sólo dime que sí puedo trabajar, es lo único que pido —supliqué intentando convencerlo una vez más

— Yo no quiero que trabajes, puedo darte lo que necesitas —caminó hacia una neverita y tomó un cerveza"¿Cuánta neveras de esas tiene?"

—Si quieres que me acostumbre a esto deberás de dejarme intentar seguir con mi vida, o con lo que hacía antes de todo —miré cada uno de sus movimientos, era algo que se me estaba haciendo costumbre cuando lo veía, suena loco pero aún no dejaba de parecerme tan familiar. Escuché un suspiro cansado salir de sus labios mientras se apoyaba de su escritorio.

— ¿Quién es tu jefe? —preguntó y yo elevé una de mis cejas algo incrédula.

—Eso lo sabes —coloqué un mechón de mi cabello detrás de mi oreja volviendo a sentarme al ver que empezamos a negociar

—Sólo recuérdamelo —pidió mirándome

—Se llama Julián, Julián Cuevas es dominicano —rasqué mi cabeza

—Bien, mañana irás —sonreí —pero uno de mis hombres estará contigo —eso estará bien, eso ayudará por si mi papá intenta algo mientras tanto

— ¿De tus hombres? Acaso eres alguien importante que necesite de tanta seguridad — pregunté en broma.

—Ya te dije que sí, ahora vete y déjame terminar —caminó hacía su silla y se sentó.