Embarazada de un Mafioso. TERMINADA (Pronto En Reedición)

Capítulo 22 (Editado)

P.O.V Daniels

Me encontraba sentado en el sofá tratando de ver una película luego de haber terminado un trabajito, bastante difícil pero nada que una buena cantidad de dinero no pueda arreglar. Miré el reloj de mi celular y marcaban las 12:42 am ya era media noche así que me levanté con intención de irme a la cama.

_ Daniels... _ una Julie algo asueñada y con una corta pijama de acercó a mí.

_ Mi amor _ me acerqué a ella envolviendo mis manos en su cintura resiviendo el calor de su cuerpo.

_ Quiero galletas _ susurró de forma inocente

_ No hay amor, sabes que cuando amanezca johanna hará las compras _ hizo puchero

_ Estoy muy antojada _ suspiré

_ Está bien ¿Cuáles galletas quieres? _ le pregunté mientras me alejaba un poco de ella

_ Saladas... ¡No, dulces! _ sonreí _ las Ritz y las Oreos me encantan... También las Marías son riquísimas _ una pequeña carcajada salió de mis labios al ver lo emocionada que estaba al hablar de comida.

_ ¿Todas esas? _ asintió mientras yo trataba de no pensar en lo hermosa y caliente que se ve con tan solo esa corta pijama y ese pelo despeinado.... ¡Joder! _ espera aquí, mandaré a que las compren, espero que encuentren un supermercado abierto _ ella asintió caminado hacia el sofá y se sentó allí. Yo por mi parte caminé hasta salir de la casa para así enviar a uno de mis hombres por las tan amadas galletas de Julie.

_ ¡Daniels, ya! _ suspiré enterando a la casa

_ No ha pasado ni 10 minutos después que las mandé a comprar _ la escuché refunfuñar

_ Dile que se apure _ volví a suspirar

_ Aguanta niña _ en ese mismo instante llegaron con las galletas _ quédate con el cambio _ tomé la bolsa

_ Gracias señor _ asentí restándole importancia y con toda la pereza del mundo caminé hasta la rubia

_ Aquí tienes _ me arrebató la bolsa de la mano _ ¡oh, si muchas gracias Daniels! _ solté con todo el sarcasmo del mundo mundial.

_ ¡Ay, ya! Gracias gruñoncito _ besó mi mejilla _ eres el mejor _ sonreí ante tanta ternura

_ Claro, sólo cuando te conviene _ me senté a su lado e intenté tomar una galleta de la que ella recién había abierto, pero la niña no me dejó

_ Mías _ fruncí el ceño

_ ¡Que tacaña eres! _ sonreí mientras miraba el anillo aún puesto en su mano _ ¿te gusta? _ frunció el ceño

_ ¿Qué? _ me miró y yo sonreí tomando su mano y acariciando la sortija

_ Ah... Si, es que se me ha olvidado quitarmela _ se la sacó entregándomela

_ Puedes quedartela _ sonrió

_ ¿Me estás pidiendo matrimonio? _ reí

_ Ya quisiera _ me golpeó levemente _ ya, dame galleta _ rodó los ojos colocándose la sortija nuevamente

_ Solo un poco _ me pasó un pequeño pedazo

_ ¿Gracias? _ miré el pequeño pedazo... Bueno, algo es algo.

_ Si quieres más, tendrás que ganartelas _ me reí

_ ¿Ah sí? _ me acerqué a ella con ciertas intenciones

_ No.... No hablaba de esa manera _ sus mejilla se tiñeron de rojo

_ No, pero esto podría resultar _ si, le traigo ganas.