Deseó sin control. ©

CAPÍTULO 10.

Narración de Scarlett.

Finalmente entramos a la gran y recién comprada mansión. Cuando los vendedores habían dicho que la casa era grande realmente lo era, él patio delantero como lo dijeron tenia una piscina y estaba realmente grande sólo que estaba sin agua porque hacia bastante no se usaba.

Las paredes que estaban por afuera tenían un color muy alegré, sólo que para mí gran gusto este no era mí estilo. Quizá estaría mejor pintado de azúl, ese sí es un buen color, Justin observaba con gran detenimiento todo y eso me gustaba verlo tan concertado me hacía querer besarlo ya.

Control Scar, control.

Él abrió la puerta y me dejo entrar primero, todo estaba totalmente hermoso a excepción de que casí no se encontraban muebles, había pocos y a pesar de los sucios que estaban a causa del polvo se veían muy bien.

-Hasta ahora está es la mejor inversión qué eh hecho-. Sacudió su cabeza hacia mí y me sonrió.

-Todo es realmente muy bello, fue una gran compra-. Le devolví él gesto.
Él silencio se apoderó de nuestro espacio y continuamos con la observación.

La cocina era amplia contenía una barra grande y varios bancos, claramente había mas muebles de cocina como lo son, refrigerador, lava tratos estufa y demás.
Nos pasamos al comedor que de igual manera estaba grande, sólo que ahí solo habitaba unas raras sillas color marrón.

-Esto es una ¿lavandería?-. Preguntó Justin mirándome por un momento confundido cuando habíamos ingresado a otra parte de la casa.

-Sí, es una lavandería y por suerte  han dejado la lavadora instalada.- Contesté.
Él asintió para luego volver a caminar escaleras arriba.

Los siguiente que observamos fueron habitaciones, tanto las principales cómo las de huéspedes. Algunas tenían cama pero otras no, al igual tenían cubículos y armarios para ordenar ropa.
Él piso tanto de abajo y por la parte de arriba es de un color blanco con diseños en blanco y dorado, es precioso y me encanta, siento que hace un buen contraste con las paredes que son de tonos blancos con diseños dorados.
Toda la casa tiene muy buena calidad y creó que todo esta en perfecto orden, al menos sólo faltaría decorar todo. La esposa de Justin quedará encantada y se divertirá mucho adornándola, en fin todo esto es de ella y su familia.

Deje de pensar tanta tontería dolorosa  y me concentré en las palabras que Justin me estaba diciendo.

-Me gusta, de verdad quede encantado es una hermosa mansión.- Sonrió y caminó de nuevo escaleras abajo.

-Sí, es preciosa. De seguro tu esposa Chantel se divertirá mucho decorándola y comprando todos esos muebles que hacen falta.- Pronuncié rodando los ojos para luego continuar caminado. Pero eso fue totalmente destrozado, estaba segura que me iba a caer, y me golpearía fuerte en mí trasero y estaría hospitalizada por más de un mes.
Pero gracias a Dios y a unos grandes y fuertes brazos no caí, Justin se encargó de eso al tomarme de mí cintura y apretarse junto a mí.

-Gr-acias-. Pronuncié un poco asustada, mirando su increíble rostro, con sus ojos mieles y sus labios rosados. Es tan perfecto en toda la extensión de la palabra.
No miento cuando digo que estuvimos los dos mirándonos a una distancia considerable, él me miraba tranquilo sin pudor aún sosteniendo de mí cuerpo, sentía sus brazos al rededor de mis caderas y no fue a propósito pero involuntariamente mis brazos estaban rodeando sus hombros. La conexión fue interrumpida por un gran beso, sí así como lo leen Justin Bieber él hombre mas increíble del mundo esta tocando mis labios.

Y no sabia él porque, pero sabia que me encantaba. Era un sabor inigualable que nunca jamas en mí vida quisiera dejar de probar.

Me asustaba, claro que me asustaba, sentía miedo de querelo, sentía miedo de amarlo para siempre. Pero me gustaba sentir ese miedo, "él que no arriesga no gana" dicen por ahí.
Nunca me imagine estar en está situación tan extraña. Nunca imaginé tener a Justin así con migo, al instante su familia, mí familia y todo lo que importaba se cruzó por mí mente, pero no lo rechacé seguía con él abrazados dándonos amor y lo sentía en mí pecho, sentía que todo era bueno estando con él.