CAPÍTULO 13.

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Narración de Justin.

Llevaba toda la mañana y parte de la tarde en la oficina de Connor, tenía demasiada hambre y sueño, en cuanto salga de aquí iré directamente a la mansión y comer algunas galletas y leche para luego dormir.

-Ese color es tan único, de verdad me gusta- Apunte hacia la tarjeta grande que contenía todos los colores disponibles para él auto que sacaríamos al mercado.

-Sería un poco extraño y nunca antes visto este color ¿Verde con azul?- Dijo la mujer que sostenía las tarjetas con los colores, que por cierto no dejaba de hablar.

-Es verde esmeralda, me gusta hay que ponerlo en uno de los colores que sacaremos- Volví a decir ignorando a esa mujer.

-Cómo tú quieras Justin, creó que es un color un tanto divertido lo e observado en diversas ocasiones pero en vestimentas, joyería, y demás- Sonrió Connor levantándose de su silla y mirando él color mejor.
Cuándo pronunció que lo había observado en vestimenta, no pude evitar pensar en Scarlett, ella traía un vestido de ese color la primera ves que la observé y desde esa ves quede maravillado. En definitiva ese auto debe salir y él color principal debe de ser él verde esmeralda.

-Yo mando traer de México las pinturas, claramente de los colores que elegimos y creó que sería todo- Apuntó algo en una libreta y la cerró.

-Me gusta la idea, yo encargaré material de Perú y Colombia- Dije con la vista clavada en una fotografía de Scarlett.

-Bueno Justin nuestra reunión a terminado, te invitó a comer- Sonrió, para luego recoger algunos papeles y tomar su maletín. Lo pense enorme, quería ver a Scarlett, pero sinceramente quería descansar y ella no me puede ver así.

-Connor, realmente estoy cansado. Te parece que mañana me presente a comer, un poco mas fresco- Me levante tomando él maletín y guardando él diseño del auto.

-Me parece perfecto, así descansas un poco más. Bueno Justin a sido un placer, nos vemos mañana- Me estrecho la mano y salimos de la oficina, yo tomando camino hacia las escaleras y él dirigiéndose hacía otro lugar. Me sentía un poco extraño estando aquí, extrañaba a mis hijos y a mí trabajó. Chantel no me contestado él teléfono, hace un par de días, solo contesta los textos y eso dejándolo pasar por más de 12 horas. Abrí él coche y me meti en él dando paso para encenderlo, me quería ir con mi mamá, pero de mala suerte se fue a Japón, y creo que es conveniente. Desde la muerte de mí padre a estado mal y no a querido salir a ningún lugar, prefiere mantenerse encerrada en su hogar, tampoco le gusta mucho ir a Canadá, únicamente por las personas prejuiciosas que en cuando la observen le preguntaran él porqué de lo que hizo Papá. Y no quiero eso, tampoco lo quiere Jaxon ni Jazmín mis hermanos, y tampoco ella. Es por él bienestar de todos.

Llegué a la mansión, dejando él transoprte estacionado afuera, saque mí maletín y abroche los dos botones que faltaban.

Cuando pise un centímetro mí hogar, él olor a naranja me inundo, él piso estaba limpio, caminé más hacia adentro, todo estaba perfectamente limpió, acto que no se veía desde que compre esta mansión. Seguro la señora que contarte vino hoy. ¿Pero? ¿Como hizo para entrar? No lo se, no eh hablado con ella personalmente para darle las llaves. La única persona que puede entrar es mí dulce Scarlett, mire la hora en mí reloj, imposible ella aun esta en su colegio. Deje él maletín sobre él sofá dirigiéndome hacía la cocina, porqué definitivamente él olor a comida llego a mí. Algo estaba en él horno y olía malditamente bien, así que decidí apagarlo no quiero que mí hogar se incendie. Esto es bastante raro, alguien se metió a mí hogar y no necesariamente tiene que ser alguna persona que yo conozca, pudo haber sido otra persona que observó mi casa sola por muchas horas y se quiso apoderar de ella. Rápidamente me dirigí escaleras arriba, llevándome la sorpresa de encontrar todo limpio con una expresión quizá un poco extraña abrí la puerta de mí cuarto encontrándome con una gran sorpresa. La chica que hace días atrás ocupaba la mayor parte de mis sueños, mis pensamientos y celos. Scarlett estaba aquí en la mansión plácidamente dormida en mi cama.

Deseó sin control. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora