Capítulo 4: Nueva apariencia y estado
Shou: Sirviente de la Diosa del Mal.
Poco a poco mi visión fue aclarando, había vuelto a quedar inconsciente debido al extremo dolor en todo mi cuerpo, provocando que arrancara mis ojos...ojala ese tipo de situaciones no se vuelvan rutina...
Intente levantarme del suelo, pues me encontraba en el lugar exacto en donde recibí mi "bendición" y caí desmayado.
Logre mantenerme de pie como dos segundos antes de perder el equilibrio y caer al suelo.[¿Pero que demon-...una cola...]
Sip, una cola...tenía una cola de aspecto reptiliano que salía de la parte baja de mi espalda. Me recordaba de alguna forma a los dragones de la edad medieval.
No diré que me molesta tener una cola, de hecho, me parece divertido. Tendré que acostumbrarme a ella y de seguro que me será útil.
Intente levantarme nuevamente, esta vez con más cuidado para evitar caerme. Logre mantenerme de pie y dar unos pasos inesperadamente sin esfuerzo.[Parece que mi adaptabilidad es muy buena.]-sonreí.
Mientras me elogiaba a mí mismo, intente mover mi cola para familiarizarme con ella, momento siguiente *¡BOOOM!* un sonido explosivo se expandió por el área.
Debido a mi poco control, mi cola se movió increíblemente rápido y golpeo con una fuerza abrumadoramente fuerte el suelo detrás de mí, creando un pequeño cráter.[Esto...es... ¡Genial! ¡Por fin me ocurre algo verdaderamente divertido desde que llegue a este mundo!]-sonreí-[Si Liz fuera menos sádica todo sería perfecto.]
[Interesante ¿debería cambiar mi forma de ser?]Me gire para ver a Liz parada a unos cuantos pasos detrás de mí. Ella emanaba una poderosa presión y un ligero instinto asesino.
[¿Tal vez quieres sufrir un dolor aun mayor que el anterior?]-Liz sonrió de manera sádica-[No sabía que tenías esa clase de fetiche, Shou.]
Debo aclarar, no tengo esa clase fetiche. No soy masoquista.
[Lo siento de todo corazón Liz, intentare no faltarte el respeto de esa manera nuevamente]-dije monótonamente.
Ya lo había dicho pero, Liz es una excelente actriz. No siempre puedo ver sus verdaderas intenciones, por eso lo mejor es no arriesgarme.
[...Pf...Jajajaja, de verdad eres divertido. Es un alivio que sobrevivieras.]-Liz sonrió.
Con esto quedo claro que solo quería molestarme con lo de antes, no creo que Liz se enoje por tan poco.
Creo que el título "Diosa del Mal" le queda perfectamente a Liz pero, cuando veo esa sonrisa no puedo evitar pensar que hay mucho más que solo eso...claro, ese sería el caso si me dejara engañar por la apariencia de esta persona, cosa que no hago. Ya he visto muchas de sus facetas como para caer en ellas tan fácilmente.
Después de terminar de reírse, Liz acerco su cara a 5cm de la mía y miro directamente mis ojos mientras mostraba una gran sonrisa.
Esto es malo, siento su respiración demasiado cerca. Mis mejillas se sonrojaron involuntariamente y mi corazón se aceleró, no me gusta la sensación de estar siendo manipulado.[O-oye, estas demasiado cerca. Soy un hombre ¿sabes?]-intente apartar la mirada-[Si sigues con esto, no creo poder controlarme por mucho más tiempo.]
Si, con eso tomara distancia y la tendré en la palma de mi mano.
[Eso no me importa.]
¿Eh?
Sin aviso alguno, Liz junto sus rosados y suaves labios con los míos. Toda mi resistencia anterior se esfumo. Lo admito, me derrotaste completamente.
Ese sentimiento del que presumen las parejas llamado amor, comenzó a crecer fuertemente por Liz. Puede que sea por mi poco contacto con el sexo opuesto, puede ser por la excesivamente belleza de Liz o puede ser por mi deseo de diversión pero...Liz se está convirtiendo en alguien muy especial para mí.
Sé que absolutamente no me aburriré estando con Liz, pero, si ese es el caso, también debería hacer lo mejor que pueda por ella. Creo que tener a alguien importante es bueno, en mi caso esa persona no podría ser nadie más que Liz.
Finalmente Liz separo sus labios de los míos, dejándome un sentimiento de soledad. Desearía que hubiera durado más...mierda, no puedo dejarme atrapar tanto o perderé mi libre albedrío. Cálmate.
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Killing Boredom in Another World
FantasySoy Sakamaki Shou, un estudiante de 17 años al que le gustan los videojuegos. Una noche como cualquier otra me preparaba para jugar en linea cuando me percate de un mensaje extraño que llegó a mi teléfono. El contenido del mensaje básicamente decía...