Capítulo 08: Recuerdos.

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En resumen sobre la cita número tres; la había pasado excelente, Dalia me gustaba, pero era la prima de Craig. Su favorita, según él. Así que tenía prohibido involucrarme con la pelirroja, porque sufriría. Además de que mi amigo no quería perderme si es que las cosas con ella no funcionaban.

Había sido una corta discusión de no más de quince minutos de duración. En la que simplemente, me habían pegado en el brazo repetidas veces. Me dejó moretones. Feos, violetas y verdes.

Me fui a mi casa, lamentando que la cita que más me había gustado hasta el momento, era la prima de Craig, uno de mis mejores amigos, y él me había prohibido salir con ella.

No solo odiaba el hecho de no podría salir con la chica pelirroja tan social que me había atraído. Si no que, detestaba en sobremanera a Claire. Ella sabía que Craig no me dejaría salir con su prima. Y apuesto a que ella sabía que Dalia era la preferida de nuestro infantil amigo.

Llegué a mi casa veinte minutos después, totalmente frustrado por la mala situación que se había presentado cuando ya creía que las cosas estaban saliendo bien y que la vida, por primera vez desde que había empezado con toda esta sarta de idioteces de las doce citas, me sonreía.

Harry estaba tirado en el sillón junto con Lily, mirando una película con mi madre. En la mesa había una cantidad de comida impresionante. Toda chatarra. Frituras, queso, dulces, bebidas con gas y sabor a frutas, delicias interminables que solo mi mamá podía poder en una mesa para solo 3 personas.

-Eh, campeón, ¿cómo te fue? –preguntó mi mejor amigo desde el sillón alzando la vista hacia mí.

-Tremendamente mal. –contesté sin más preámbulos. Me tiré en el pequeño sofá individual abatido.

-¿Qué? ¿Por qué? –cuestionó la novia de mi amigo, levantándose de su lugar, mientras se dirigía a mí y pasaba sus brazos a mi alrededor en un abrazo.

Suspiré contra su hombro. Lo que más necesitaba en ese momento, era un abrazo. Pasé mis brazos rodeando su cuerpo. Lily, en poco tiempo, se había convertido en una gran amiga para mí. La apreciaba mucho. Me separé de ella, y los cuatro en el living nos sentamos debidamente en nuestros lugares.

-Dalia es genial –empecé mi gran resumen –, pero es la prima de Craig. –y ahí terminó todo.

-¿Claire te organizó una cita con la prima de uno de tus mejores amigos? –interrumpió mi mamá totalmente sorprendida.

-Sí, mamá. –estaba decaído. Me levanté y caminé hasta mi mami. Me senté en sus piernas y la abracé.

-¡Aww! –Chilló Lily enternecida –, yo también quiero un abrazo así. –agregó y se tiró encima de mi mamá y yo, quedando los tres unidos cariñosamente.

-Háganme un lugar a mí también. –pidió Harry como un niño. Se unió a nuestro tierno, y muy necesario, abrazo grupal.

(…)

Amanecí en mi habitación. Un lindo sentimiento, ese de dormirte en el sillón y despertarte en tu cama.

Me desperecé tranquilamente, era domingo. La próxima cita sería el martes, así que, el último día de mi fin de semana sería para mí únicamente. No chicas, no citas, no Claire, no preocupaciones, no nada. Me puse ropa cómoda y salí de mi pieza.

La casa estaba inundada con olor a carne y papas fritas, como era el último día de la semana, papá insistía en que debíamos comer carne. Y no me desagradaba la idea en lo absoluto, siempre había un postre especial.

Mi madre cocinaba increíblemente bien.

-¿Puede ser que los domingos la casa huela tan bien? –un Bobby Horan apareció de la nada, sonriendo como lo hacía cada bendito día domingo.

12 Citas ||n.h|| (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora