-N/A: Quería pedirles a ustedes, todos los que estén leyendo esto, que voten. Haganme saber que están ahí después de todo. No les cuesta nada apretar la estrellita dorada. Nunca pido estas cosas, pero esta vez es especial. Por favor.
-Niall, yo no… -estaba pálida. Claire estaba asustada.
-Déjalo, Claire. Ya no importa. –no podía quebrarme frente a ella. Ya bastante había hecho hasta ahora.
Estaba conciente de que la primaria había pasado hacía mucho tiempo, no iba a negarlo. Pero esos seis años fueron insoportables con la presencia de Jenna Wond en ellos. Craig, Claire y Harry habían sido mis únicos amigos en aquellos momentos de mi vida, por eso los valoro tanto. Estuvieron conmigo cuando más necesitaba amistad.
Jenna me hacía llorar siempre que tenía oportunidad. Les decía a los demás chicos de mi salón que yo tenía piojos, que era malo, que pegaba. Ella hacía que su hermano mayor y sus amigos me pegaran. Llegaba a mi casa hecho un mar de lágrimas. Cada vez que una chica me gustaba, Jenna hacía que yo le diera asco, y se alejara de mí. Me vivía diciendo cosas feas, haciéndome sentir mal conmigo mismo. Había días donde tenía miedo de ir al colegio. Era horrible.
Sé que debería olvidarlo, que era inmaduro de mi parte seguir con ese cuento interminable de mi niñez, pero no podía. Todavía no.
Créanme en que me resultó más sencillo bloquear el recuerdo y a la gente que me había herido, que simplemente superar esas cosas.
Salí del departamento de Claire con la vista ya empañada en lágrimas. Odiaba llorar. Pero, sobre todo, odiaba hacerlo por un tema tan lejano en el pasado como los años de primaria. Hacía mucho tiempo que esa situación no me ocurría, y ya me sentía orgulloso de, al menos, poder olvidarlo y, en lo que creía, dejarlo ir.
Pero, tal y como el cristal es muy fuerte y duro, también es frágil; y con el más mínimo golpe, podía romperse en cientos de pedazos. Y así había sucedido conmigo. De nuevo.
Me insultaba mentalmente por volver a esa bobería de niños de décadas pasadas, puteaba todo de mí, con tal de dejar de parar de llorar por este tema. Varias veces había hecho sesiones de terapia con tal de calmar esos ataques de ansias que me agarraban si era que se tocaba el tema.
Escuché mi nombre siendo pronunciado en un tono elevado de voz, algunas pisadas acompañaban a estos últimos. Sabía que Claire iba a venir corriendo para disculparse conmigo por sus actos cometidos, pero me temo que, en ese momento, ya era muy tarde. Me encontraba sollozando mientras bajaba los escalones de la escalera; y no me acuerdo en qué momento entré a mi auto.
Llegué a casa con mis mejillas totalmente rojas, hinchadas y empapadas después del trayecto desde el hogar de Claire en el mismo estado. Durante mi viaje en automóvil, había recibido más de veintisiete llamadas por parte de mi mejor amiga. Pero ya era tarde.
No quería escucharla.
Claire había metido la pata hasta el fondo.
¡¿Qué hasta el fondo?!
Había mandado todo el muro de bloqueos de recuerdos borrosos que había construido en mi mente durante todos estos años al carajo. No me lo esperaba de ella, no me lo esperaba de mi mejor amiga, de hecho, no me lo esperaba de nadie. O, mejor dicho, no me lo esperaba. Fue una situación que me agarró totalmente desprevenido, y me había hecho mierda.
Llegué a mi casa, cabizbajo. Había caído en una depresión de nuevo. Me sentí como un globo. Todo lo que había pasado hasta ahora, desde la primera y, fallida, primera cita; hasta esta última salida con la chica que se había encargado de hacerme imposible la existencia en mis años previos a la secundaria; sería como el aire que infla el plástico rubio. Y esta última situación, no solo por salir con mi bully, si no porque fue Claire, mi mejor amiga la causante de ello, era el alfiler.

ESTÁS LEYENDO
12 Citas ||n.h|| (PAUSADA)
Fiksi PenggemarDoce chicas. Doce citas. Doce oportunidades para enamorar a Niall Horan. Portada: @HemmingsDreams