10. ¡Bailes de salón y una confesión!

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-¿Te has dado cuenta de lo pesada que ha sido Mimí este fin de semana?

Takeru y Daisuke caminaban por la orilla de la playa, ambos iban descalzos y llevaban sus zapatillas en la mano. Motomiya tenía un rostro inexpresivo, su cara parecería una escultura de piedra si no fuera porque parpadeaba cada cinco segundos.

Era lunes, justamente esa tarde ambos tenían libre y por la noche también. Habían decidido pasar el rato, juntos como era de costumbre. Pero lo único que habían hecho era caminar por el arenoso sendero sintiendo el calor que emanaba los granitos de arena hacia sus pies.

-Ha hecho bien su trabajo, creo

-¡Ah! ¡¿Tú también la vas a defender?!

Daisuke elevó la voz sin preocuparle su alrededor... por suerte no había nadie cerca.

-No la estoy defendiendo, solo digo un hecho verdadero...

-¡Lo sé! Pero esperaba que dijeras algo malo contra ella

Takeru empezó a recordar si habría algo que Mimí hubiera hecho mal. El primer día que la vieron trabajando y con el uniforme del restaurante fue el viernes por la noche, en ese entonces, parecía apañárselas bien atendiendo el local ella sola. Los días posteriores fueron algo más movidos de lo habitual; el sábado, el grupo de gente que había venido a ver a Mimí cantar, aparecieron de nuevo, pero esta vez venían con una pancarta gigante que decía: "Club de fans de la princesa Mimí", Davis no quería que se repitiera lo de hace días, así que los echó a regañadientes... como consecuencia se ocasionó una discusión entre él y Mimí, los dos se enfadaron y se fueron dejando a Takeru solo, y a los clientes restantes con un mal sabor de boca. El domingo fue más tranquilo, a pesar de la discusión del día anterior, ellos hablaban normalmente como si nada hubiera pasado... pero TK sabía que no habían llegado a hacer las paces. Aunque a mediados de la jornada, Tachikawa no se despegaba del teléfono móvil e ignoraba las órdenes que TK o Davis le mandaban.

Sabiendo estos puntos, Takeru empezó a reconsiderar su respuesta.

-Solo ha trabajado con nosotros dos días, hay que darle algo más de tiempo para que se acostumbre al personal, o sea, a ti y a mí

-Umm... si pudiera transportar la amabilidad de Kari a esa pesada, Mimí sería la chica perfecta

-O sea que ella te parece linda

-Pues... ¿Por qué iba a mentir?, tiene una cara bonita y unos buenos pechos

-Menudo cretino estás hecho, je

Eran las seis y media de la tarde, el calor aun pegaba pero era aguantable. Las salpicaduras de las olas que chocaban contra las rocas caían como pequeñas gotas de lluvia encima de los chicos, era una sensación agradable. Cuanto más caminaban, más personas iban apareciendo. Vieron a un grupo de estudiante de secundaria con sus uniformes escolares puestos, miraban el ocaso y gritaban de alegría por haber terminado su último curso antes de entrar a la preparatoria: "Somos los mejores" repetían una y otra vez. Daba buena sensación observarlos.

-¿Las clases terminaron hace unas semanas y ellos lo siguen festejando? Encima llevan puesto su uniforme, que ridículos

-¿Es que tú no te emocionaste al haber acabado la secundaria?

-Tsk, ¿De qué me iba a emocionar? Si mis amigos y yo íbamos a ir a la misma preparatoria...

Davis soltó un chasquido. Él parece ser del tipo de persona que no le preocupa los grandes acontecimientos.

-Umm... ¿Y ahora? Tú y los demás habéis terminado la preparatoria, los caminos que toméis después serán diferentes para cada uno

La típica pregunta que se hacía cada pre-universitario: "¿Que pasará después?", la última respuesta que dan es seguir estudiando, hacer una carrera universitaria, y con eso poder asegurar su futuro. Era tan fácil como poner en un papel a que universidad deseas ir y en qué quieres especializarte...

¡Un pedido! ¡Una foto! - DigimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora