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Decido hacer lo que él siempre hace, no responder. Sólo lo estudio, estudio sus facciones, la forma en la que me mira, en el cómo mira mis labios sin parpadear buscando algo.

—Bésame, Nora —su mano se coloca en mi cuello y trago saliva nerviosa. —¿Acaso te sientes igual cuando estas con el idiota de Jeff?.

—Grayson... —bajo la mirada apenada, no quiero ponerme a hablar mal de Jeff.

La casa esta sola para nosotros dos, y aún así no sé si quiera hacer esto.
Sin dejarme responder me toma por las mejillas y con fuerza, cubre mi boca con la suya.

Debo detenerme, sí. Pero no quiero, ni lo haré.
Grayson me acaba de confiar una parte de su vida, y no hay nada que me alegre más. Logro ganar su confianza poco a poco y romper ese muro que tiene delante, el cual  nadie puede derribar.

Lo tomo de la mejilla y me pego más a él. Me besa con urgencia, como si el tiempo no esperara por ambos.

Domina la situación tan perfectamente que realmente yo no tengo que hacer nada.

—Mejor subamos —me susurra veloz.

Mi pecho sube y baja, mi respiración es agitada y la excitación me va a mil por segundo.

—No lo sé... —digo, realmente quiero hacerlo pero no estoy segura.

—No pienso detenerme, Nora, no me hagas esperar más —vuelve a juntar nuestros labios, y tiene un toque, perfecto. Que me hace querer más.

Nos levantamos del sillón y me toma de la cintura fuertemente para evitar alguna caída mientras caminamos piso arriba.

Sin detener el beso llegamos hasta la habitación, pensé que entraríamos a la mía pero me equivoco.

Caminamos hasta la cama, donde me deja y vuelve hacia la puerta para cerrarla. Cuando se acerca, se quita la playera rápidamente y me besa. Lo noto ansioso y apresurado. Y no quiero que las cosas sean así, tenemos tiempo de sobra.

Me toma por sorpresa sentir una de sus manos subir por mi abdomen. Después vuelve a bajar y trata de deshacerse de mi blusa.

Rápidamente detengo su mano y él termina el beso viéndome confundido.

—¿Qué ocurre? ¿Hice algo malo? —pregunta preocupado.

—Tranquilo —le sonrío y lo tomo de la mejilla. —pareces apresurado, tenemos tiempo de sobra, Grayson.

—Lo siento —se separa por completo y se acuesta a un lado de mí. —es sólo que... deseaba esto más que nada en el mundo.

Hay una pausa, sonrío ansiosa y sin pensarlo dos veces, lo vuelvo a besar para después ponerme encima suyo. Muevo la cadera contra la parte baja de su abdomen mientras paso a su cuello, y me pone los pelos de punta sentir su miembro totalmente erecto bajo sus pantalones. Ahora yo domino la situación y es agradable.

Mientras dejo húmedos besos sobre su cuello, él se dedica a desabrochar mis jeans para después sentir su mano meterse por estos. Mi ojos se abren al sentirlo, y al distraerme, me toma de la cintura y me tumba en la cama ahora quedando él encima mío.
Se separó un momento para desabrochar sus pantalones, y ahí, aproveché para deshacerme de mi blusa y dejarla por algún lugar de la habitación.

Grayson se inca frente a mí, y me quita los zapatos, después pasa a mis jeans y finalmente me tiene debajo en ropa interior.

Mi mira como nunca antes, me mira diferente y examina todo mi cuerpo detenidamente. Siento cómo me ruborizo. Su mano se coloca en mi muslo, y sube por mi abdomen hasta llegar a mi cuello, donde me toma para volver a besarme.
De inmediato sus dedos se enroscan en mi cabello, gimo, haciendo un beso más profundo.

Sin detenerme, lo ayudo a bajar su pantalón, y cuando esta tirado por la habitación, se rebela su magnitud. Me quedo boquiabierta y una corriente eléctrica amenaza mi cuerpo.
No quiero parar nunca.

Se inclina hacia la mesita de noche y saca un preservativo. Lo abre cuidadosamente y se lo coloca al momento en el que baja sus boxers.

Mi pecho sube y baja, estoy nerviosa. Grayson, se ha acostado con miles de chicas, no sé si tiene unas expectativas altas conmigo y pueda desilusionarse.
Hasta ahora lo veo bastante cariñoso, ojalá pueda controlarse.

Delicadamente siento bajar mis panties, tomo aire y lo miro. Sabe lo que hace, sabe qué hacer en cada momento, y eso me da un poco de seguridad.

Suelto un jadeo cuando siento su roce, y sus manos hacen magia sobre mi cuerpo.
Toma mis manos y las pone sobre mi cabeza. Estoy tan concentrada en sus besos que me toma por sorpresa cuando entra en mí.

El dolor llega, pero no quiero que pare, juro que me volvería loca si lo hace.

Esta quieto y tranquilo pero conforme gimo y mi cuerpo se endereza hacia atrás, se vuelve más brusco, y sus caderas chocan contra las mías al ritmo perfecto.

Quiero decirle lo mucho que lo quiero, y lo increíble que me siento cuando estoy con él. Es simplemente impresionante, él lo es.

—¿Me detengo? —susurra contra mi boca, suena agitado y gime.

No consigo hablar, únicamente niego con la cabeza y cierro los ojos apretando su brazo con fuerza, me hace sentir protegida.

Le esta costando controlarse y ser menos salvaje, pero realmente no le doy mucha importancia, así me gusta.

El tiempo pasa tan despacio, a diferencia de que él, acelera y después se detiene. Como una cadena.

Ambos llegamos a nuestro punto máximo, donde finalmente se estremece y se detiene.

Lo miro con los ojos bien abiertos, cuidando cada uno de sus movimientos y atenta a cualquier cosa que haga.

Sale sin avisar y se acuesta exhausto a un lado de mí.
Estoy igual o peor que él, tengo que regularizar mi respiración, parece que acabo de correr un maratón, y apenas me moví, él hizo todo el trabajo.

Ya me tocará recompensarlo, si es que hay una próxima vez.

¿Subo el siguiente?.
Me impresiono yo misma😂 jamás había sido tan constante jajajaja

The Fraternity | Grayson Dolan (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora