The Fraternity | Grayson Dolan (terminada)

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Al final, accedí a salir a cenar algo con Jeff. Una buena comida y compañía no me venía nada mal. Toda la noche tuve más de cinco llamadas perdidas de Grayson, su preocupación me dio esperanza pero no contesté ya que estaba a nada de llegar a la casa junto a Jeff.

Me estacioné con indicaciones y ayuda de parte suya, y ambos bajamos de inmediato, ya era tarde.

Fue una noche un poco intensa y mi cabeza no deja de repetir las palabras que Jeff me dijo hace unas horas. "Quiero intentar algo serio contigo". Estaba confundida, él es un gran chico, y me vendría mejor que nadie más. Pero no lo quiero, al menos no como puedo querer a Grayson. Es tan complicado, no he sentido amor por muchos chicos, pero con Grayson ni siquiera me dan ganas de conocer a alguien más, me gusta él, como nadie. Pero no estoy dispuesta a darlo todo por alguien que no lo da por mí.

Él entra a la casa y se detiene en la cocina con los demás, pero yo subo las escaleras y me dirijo a mi habitación, sólo quiero dormir, ha sido un día agotador.

Antes de entrar siento un jalón en mi muñeca, volteo asustada y veo a Grayson, furioso, más que furioso.

—¿Dónde estabas? —pregunta, su voz es bastante dura.

—Salí —levanto la barbilla fingiendo estar firme. No debo mostrarme débil ante él.

—¿Adónde? —lo ignoro entrando a la habitación y tirándome en la cama.

Me sigue y cierra la puerta sin quitarme la mirada de encima.

—Fui a comprar un auto...

—No me digas... Jeff se ofreció a llevarte, y como tú no tenías problema accediste a ir con él.

—No tenía otra forma de ir, y me pareció amable de su parte.

—Pues me lo hubieras pedido a mí —sigue furioso.

La verdad es que no tengo ganas de discutir con él, quiero que se vaya, pero sus palabras sólo disminuyen mi paciencia.

—Estabas ocupado explicándole a Rachel que no hay nadie más que ella en tu vida... que no serías tan idiota para engañarla con otras chicas.

—Relájate —me pide.

—No, tú relájate, estoy harta de la misma mierda te lo he dicho mil veces.

—Bien... haremos lo que tú quieres. La llamaré, terminaré con ella. Me expulsaran y decepcionaré a mi madre. Pero no importa, porque tú estarás feliz y eso es lo único que te importa, eres egoísta.

—Yo no te obligué a meterte en este problema.

—Y no haces nada más que comportarte como una niña. No deberías ponerte celosa.

—Mejor no hables, si hablamos de quién es más celoso, llevas el primer puesto.

—Porque lo mío con Rachel es diferente a lo tuyo con el idiota de Jeff. Jamás podré compararte con ella, fue un error de una noche, y tú eres mucho más que eso.

—Planeas correrlo de la casa, cuando él no te ha hecho nada malo —ignoro su comentario y vuelvo al tema de Jeff.

—¿Quién te ha dicho eso?.

—Eso no importa... —replico. —dime que no era verdad... —lo miro directamente, pero se queda en silencio y cabizbajo. —si corres a Jeff, yo también me iré.

—¿Ahora lo defiendes? —se ríe. —eres increíble.

—Hago lo justo.

No dice nada, sólo se da la vuelta y sale de la habitación cerrando la puerta fuertemente. Bastante enojado y desesperado. Como la niña que él asegura que soy, me cubro la cara y me echo a llorar. Lo quiero tanto que me duele.