The Fraternity | Grayson Dolan (terminada)

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Cierra la puerta con seguro y camina al armario. Saca una playera de tela suave azul marino y me la lanza en la cara. Suelta una risa y se apresura a sacar un pantalón cómodo del mismo color.

—No es la mejor pijama pero te aseguro que dormirás cómoda —dice al mismo tiempo que empieza a desvestirse. Cuando esta sólo en boxers, se sube el pantalón que sacó del armario.

Me doy la vuelta para que no me vea, pero me siento estúpida al recordar que tengo vestido.

—¿Puedes ayudarme? —le pregunto.

Camina hacia mí encantado. Baja el cierre del vestido y siento un escalofrío cuando las yemas de sus dedos totalmente heladas, recorren mi cuerpo. Da un paso hacia atrás cuando termina y me observa.

Me lo quito y quedo en ropa interior. Rápidamente me pongo la playera de Grayson, que huele exquisito.

Me giro y lo veo recargado sobre su escritorio viéndome fijamente.

—¿Qué? —río nerviosa.

—Nada, te queda muy bien esa playera. Me deja ver tus piernas.

Pongo los ojos en blanco y me cruzo de brazos caminando hacia él.

—Eres un pervertido.

—Así te gusto —no evita reír y acaricia mis labios con los suyos colocando una mano en mi cintura.

Me separo para verlo a los ojos y dedicarle una sonrisa amable y dulce.

—Oye... gracias por confiar en mí, en serio...

—Te ganaste mi confianza —alza los hombros.

Sonrío emocionada y le doy un beso rápido. Me doy la vuelta para caminar a la cama pero él me toma del brazo y me jala hacia él nuevamente.

Choco contra su pecho y acorta la distancia que nos queda. Aquí vamos de nuevo.
Rápidamente me pega más a él jalándome de las caderas, y en un ágil movimiento me carga dejándome sobre el escritorio.

Por accidente se caen algunas cosas y se escucha el golpe en toda la casa.

Grayson suelta una risa al igual que yo, y sin darle mucha importancia vuelve a besarme.
Busco su rostro y enmarco su mandíbula con mis manos. Sus labios, son perfectos, como siempre. Humedos, carnosos y llenos de deseo.

Me besa rápido e introduce sus manos heladas por debajo de mi playera, las cuales al entrar en contacto con mi piel, se vuelven menos frías.
Su cadera encaja perfectamente entre mis piernas abiertas y aprieto mi pecho contra el suyo.

Me siento nerviosa de que Ben o Lisa nos escuchen, pero me niego a separarme de Grayson. Sin duda es una de las mejores cosas que puedo obtener.

Mis manos viajan a su nuca, cuando él baja a succionar mi cuello. Como ya dije, parece todo un experto y sabe qué hacer en cada momento. Mientras que yo, no tengo mucha experiencia, todavía...

Vuelve a mi boca rápidamente y la abre para darle acceso a su lengua, la cual se encuentra con la mía. Me siento tan vacía cuando sus manos abandonan mi piel. Sólo escucho cómo su billetera que estaba sobre la mesa se abre, y lógicamente sé que saca un preservativo.

Lo miro sin aire y me dedica una sonrisa.

—Tu madre puede oírnos —le digo pero parece no importarle.

—Tienes que estar un poco callada —al escuchar eso mis ojos se abren como platos. Me impresionan sus cambios de humor, en un momento cariñoso, lindo y después pervertido y sin vergüenza alguna. —será rápido entonces.