64

2.1K 198 40
                                    

Nora.

Hace seis días que no he sabido absolutamente nada de Grayson. Pensé que dolería menos pero me equivoqué. Cada vez duele más y más.

Me esta matando poco a poco, cada minuto me siento más miserable. Quiero saber algo de él, nadie lo menciona. ¿Por qué me esta haciendo esto?. Ha sido suficiente tiempo para darse su espacio. Lo necesito. Odio sentirme así de perdida, odio no poder depender de mí misma, odio necesitarlo para estar bien.

Pensar no es algo que lleve mucho tiempo, quizás yo no le importe tanto como imaginé y estoy cansada de esperarlo.

El primer día, fue el peor de todos. Desperté en la habitación de fraternidad que él me había asignado meses atrás. Y ahora que lo pienso, parece que han pasado siglos desde que lo conocí. En esa incomoda cama con mis cobijas favoritas. Estuve todo el día atenta al celular. Falté a la universidad con la esperanza de que llamara o fuera a la residencia. Nunca ocurrió, así que me hice creer que debía darle su espacio un día más.

El segundo día, fui a la universidad, con el celular en mano esperando su llamada. Las horas pasaban y mis esperanzas cada vez eran menos. Ese día no lo vi por ningún lado. Lo busqué en sus clases, en la cafetería, y nada. ¿Llamadas? No, ese día tampoco llamó. Se hizo de noche, y decidí no esperar más y hacerlo yo misma. Llamé, llamé incontables veces. Rechazó cada una de mis llamadas y no contestó ni un sólo mensaje. Esa noche, fui al baño para darme una ducha. Y mientras miraba detenidamente mi rostro en el espejo, fue cuando comprendí. No conocía a esa chica. Lucía fatal con los ojos rojos y su ser hecho un desastre. No quería ser ella, quería ser la misma de antes

El tercer día, me sentí estúpida por seguir teniendo esperanzas. En el fondo seguía atenta al celular y mis ojos lo buscaban en la universidad por si se aparecía. Ese día empecé a faltar a clases, y a las pocas que entraba, no me importaba poner atención. Me daba igual, sólo quería verlo. Una completa estúpida. Pensé en llamarlo otra vez. Pero mi orgullo era más fuerte. Descarté la opción y me fui a la cama, llorando como de costumbre. Nunca había llorado tantos días seguidos, pero dolía. Su ausencia dolía bastante.

El cuarto día no esperé sus llamadas y tampoco el encontrármelo en el campus. Intentaba que me diera igual, y lo estaba logrando.
Mis calificaciones no eran la excepción, había bajado demasiado. Eran pésimas y me avergonzaba de mí misma por haber caído tan bajo.
Ese día llegué a casa. Los chicos también estaban dándome mi espacio, sabían que lo necesitaba.
Me encerré en la habitación y mi celular comenzó a vibrar. Esa noche Grayson apareció en la pantalla de mi móvil y no evité sentir dolor de golpe. Me estaba llamando después de cuatro días. Colgué.

El quinto día no dejó de llamar y enviarme mensajes. Pero yo lo había comprendido todo. No estaba feliz pero me sentía satisfecha al pensar que estaba haciendo lo correcto y estaba portándome justa conmigo misma. Tal vez sólo debió avisarme cuánto tiempo necesitaba, o hablar conmigo, sé que pude ayudarlo. Sin embargo, nada de eso hizo.

El sexto día no recibí ni un sólo mensaje ni una sola llamada suya. Tal vez se había cansado tanto como yo. Ya nada me importaba. Intentaba aferrarme a la idea de que estaba mejor sin él. Y sé que me mentía a mí misma. Pero sabía que estaría mejor después. Era parecido a un tipo de enfermedad que me debilitaba, me hacía vulnerable.

Séptimo día.

Sarah entra a mi habitación como todas las mañanas, y se asegura de que este bien. Como es de esperarse, estoy en mi cama, intentando despegar el cuerpo del colchón e intentar no pensar lo mismo. Es lo primero que viene a mi mente al despertar y lo ultimo cuando me voy a dormir por la noche.

—Deberías venir —dice Sarah con una sonrisa convincente.

—No —mi respuesta ya es clara, así que no me esfuerzo.

—Nora... —se sienta en la cama donde estoy tirada y mueve mi brazo.

—Paso de fiestas adolescentes en domingo —frunzo el ceño abrumada.

—Es para empezar el lunes con energía —Jeff entra repentinamente y deja un plato de comida en la mesa de mi habitación. No me fijo qué es, mi atención esta en él. —come algo —se recarga en la mesa y señala el plato.

Es un trozo de carne acompañado de una ensalada. Agradezco su innecesaria acción, pero también paso de eso.

—Gracias Jeff, pero no tengo hambre —contesto sincera.

—No te conozco —dice él un poco molesto.

Cubro mi cara con la almohada desesperada y escucho un suspiro de parte de Sarah.

—No puedes estar así —regaña el mismo. ¿y si tarda un año en buscarte? ¿Vas a estar todo un puto año así de mal? —se cruza de brazos y me mira fijamente.

—Sólo estoy cansada, no es por él.

—Ve a la fiesta y demuéstramelo —alza una ceja y me mira desafiante.

Al ver que no respondo, porque sólo lo observo pensando en si tiene razón o no, sale de la habitación con una sonrisa de oreja a oreja. Pongo los ojos en blanco y suelto un suspiro.

Esto no es muy convincente. Una fiesta en domingo, con mi mágico humor y en la fraternidad de Noel.  ¿Y si veo a Rachel? Me dolería bastante que supiera que se ha salido con la suya al ver que tampoco estoy con Grayson.

Miro a Sarah congelada, quizás por otra parte tiene razón. Y debo darle a entender que no me pongo así por un chico. Mierda esto es patético y es mentira.

Me levanto de la cama con confusa energía y me acerco al armario para sacar algo de ropa. Sarah sale de la habitación con una sonrisa triunfante y aprovecho el momento para vestirme.

El final se ha alargado. Será el capítulo 66!! No estoy muy segura, pero cualquier cosa, ya lo descubrirán ustedes.
Las adoro, gracias❤️

The Fraternity | Grayson Dolan (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora