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France estaba dando vueltas alrededor mi cama, caminando de extremo a extremo de mi habitación, mientras yo estaba recostada cabeza arriba, con mi cabeza colgando de la cama. Era tan divertido verla murmurar puras cosas sin sentidos, ella estaba a punto de tener un ataque así que tenía que ayudarla.
—Detente, o vas a vomitar, créeme—le digo, sentándome bien en la cama.
—No puedo. Voy a tener una cita, una cita real. —dice emocionada. —Y no con cualquier idiota, con Thom. ¿Sabes que eso?
Sonrió por toda la emoción que refleja en su mirada.
—Realmente eres muy afortunada. Pero tienes que empezar a alistarte, o no vas salir de aquí nunca.
Ella asiente con cabeza dudosa. Mira su atuendo y suelta un suspiro lleno de frustración. Se recuesta en mi cama de un solo salto.
—No tengo nada que usar. —viró mis ojos, mientras me levanto de mi cama, acercándome a mi armario.
— ¿Adónde dijiste que iban?—preguntó.
—Dijo que hizo una reservación en un restaurante muy elegante. —grita.
—Oh, realmente tienes que importarle a Thom, odia gastar dinero en ese tipo de cosas. Su frase es: “¿para qué gastar una fortuna si puedo comer más delicioso en Mc Donald’s?”—comentó riéndome.
—Yo hubiera estado encantada con Mc Donald’s. Sea como sea, iba a ser una cita. —responde ella.
Sacó un pequeño vestido celeste pastel, el cual tiene una tela de gasa desde la cintura hasta un poco más arriba de las rodillas, y el top era un blanco con la tela que tenía un diseño arrugado. Salgó y se lo muestro, elevándolo en el aire.
Ella salta se de la cama y se acerca a mi corriendo. Me arrebata el vestido y lo empieza a abrazar.
—Lo amo, ¿puedo casarme con él?
—Segura, pero creo que deberías usarlo primero. —Le digo riéndome—Puedes combinar eso con los tacones que tienes en estos momentos, creo que es perfecto.
—Lo es, oh, no sabes cómo te amo. —me aprieta en un fuerte abrazo, elevándome en el aire.
Ayudé a France alistarse, tanto como hacerle ondas en su cabello, y ayudarla con el maquillaje, pero poniendo solo lo necesario. Le había dicho que Thom odiaba realmente el maquillaje.
Después de una corta hora, entre risas y bromas, France estaba lista. Se veía realmente hermosa, y ese vestido hacia que se viera aún más estilizada de lo que era.
El timbre del departamento suena, y France y yo sabemos quién es. Ella recogí su diminuto bolso de la cama y ambas salimos de mi habitación, caminando en dirección a la puerta del departamento.
—Bueno, recuérdalo. Nada de tratar de aparentar ser la persona más delicada del mundo, sé cómo tu eres de alguna extraña manera a Thom eso le encanta, o sino nunca te hubiera invitado. —Ella asiente con la cabeza. —Y diviértete.
France me abraza, y yo me acercó a la puerta y la abro. Thom está enfrente de mí con una enorme sonrisa. Está en una camisa azul cielo, la cual va a combinar perfectamente con el atuendo de France.
—Hola ángel—saluda, depositándome un dulce beso en mi sien.
—Hola tú. —le respondo—Aquí está tu chica. —digo, abriendo más la puerta, permitiéndole que vea la imagen completa del cuerpo de France.
Sus ojos recorren todo su cuerpo, desde sus kilométricas piernas hasta la sonrisa que ella tiene en este momento, muy definida en sus labios.
“Solo amigos”; mi trasero.
Thom podía mentirme todo lo que quería, pero yo sabía que era verdad. Él estaba empezando a enamorarse de ella.
—Eh…te ves…más que hermosa—dice él, acercándose a ella.
—Gracias. —le responde ella.
—Ya váyanse, tortolitos, o van a perder la reservación.
—Eh… ¿France me esperas un segundo? necesito decirle algo a nuestra cupido o lo que sea que es
Ella asiente con la cabeza y sale del departamento, Thom se acerca más a mí y murmura en mi oído un:
— ¿Estas bien?
Viró mis ojos alejándolo de mí.
—Ve a tu cita, idiota.
—Respóndeme primero.
—No, no lo estoy. Pero voy a estarlo. Puedo estarlo. Lo sé. Solo…necesito tiempo.
—De acuerdo. Voy a estar contigo todo este camino, como lo estuve todo el año pasado. Disfruta tu maratón de “The vampire diaries”, y asegúrate de limpiar la baba cuando termines de adorar a los hermanos Salvatore.
— ¿Tienes algo con los hermanos Salvatore? Porque podemos arreglar eso aquí, ahora mismo, hermano—le grita France, desde afuera.
Me rió dándole un empujón.
—Ve con tu chica. Oye, y si le rompes el corazón te romperé la cara. Va lo mismo para ti, France—gritó la última parte.
Ambos se ríen.
Thom me da un último beso y sale del departamento, dejándome sola en él. Y de momento, extrañaba la risa de France la cual hacía que este lugar se sienta un poco menos vacío.
Tomó mi teléfono en mis manos y le mando un mensaje a Kristen.
“¿Estas para una video llamada?
Obtengo una respuesta a los segundos:
“Audición. Te llamo apenas salga, ily”
Dejó el teléfono en la mesa de centro mientras me recuesto en el sofá de la sala, tomó el mando del televisor y lo enciendo.
Supongo que solo somos los hermanos Salvatore y yo, esta noche.