Besos desde la Luna

Capítulo 32

Me desperté al día siguiente con un mensaje bastante perturbador el teléfono.

KATY: ¿Has visto el nuevo vídeo de Evan? Omg, sois literalmente la empalagosidad en persona, pero aún así te quiero.

Era domingo por la mañana. No demasiado pronto, me gustaba descansar un poco más los fines de semana, pero todavía no había conseguido despertar. El día anterior, después de la comida, Katy, Evan y yo fuimos a ver una película al cine con Theresa y con Chloe. Esta última parecía un poco más animada, pero seguía sin querer hablar de Joe y eso nos preocupaba un poco.

Por mi parte, todo había salido bien durante la comida. A mi padre y a mi abuela Evan les cayó bien, aunque no necesitaba su aprobación para hacer amigos. Él había vuelto a grabar con su cámara mientras estábamos con mis amigas y todas ellas eran felices al respecto.

No hubo más besos y en ningún momento hice preguntas. Después de que el shock inicial se pasase llegué a la conclusión por mi cuenta de que no hacía falta hacer un mundo de aquello. Evan me había besado porque estábamos Katy y ella pensaba que nosotros éramos pareja. Solo estaba actuando como un novio real, y ese era su papel.

El por qué mi cuerpo había reaccionado de aquella forma... Seguía siendo una pregunta que no quería enfrentar.

El mensaje de Katy seguía brillando en mi pantalla. Intuía qué podía haber en el vídeo: no me fié en ningún momento de la palabra de Evan sobre no subir las grabaciones del día anterior. Theresa también había comentado algo por el grupo. La única de las cuatro que parecía seguir durmiendo un domingo a las diez de la mañana era Chloe. Ella siempre decía que necesitaba los fines de semana para reparar la belleza que le costaba madrugar para ir al instituto.

Aún en pijama, aparté las sábanas y me abrí paso somnolienta hasta el escritorio. Mi ordenador parecía no querer trabajar ese día, así que mientras se actualizaba decidí darme una ducha renovadora. Si tenía que ver un vídeo de Evan mejor estar despierta.

Escuchaba a mi padre y mi abuela hablar en el piso de abajo. Ellos probablemente llevasen despiertos desde las siete.

Al regresar de la ducha mi ordenador no solo había terminado de actualizarse, sino que también se había quedado sin batería durante el proceso y se había apagado. Necesitaba comprarme uno nuevo con urgencia. Con las vacaciones a apenas unas semanas, podría ser buena idea pedirlo de regalo.

Cuando la página finalmente cargó, el título del vídeo que había subido Evan de madrugada me golpeó de lleno.

"SABES QUE ALGO ESTÁ CAMBIANDO EN TU VIDA CUANDO EMPIEZAS A DESHIDRATAR TOFU".

Con miedo, pulsé el botón de reproducir y me lancé de lleno a algo peor de lo que había previsto.

Mientras me estaba duchando había pensando en qué podía contener aquel vídeo. Pensé que sería alguna especie de vídeo blog sobre su día conmigo y con mis amigas, quizás alguna hazaña de él en la cocina, y así era. Pero no solo eso.

Evan había editado y presentado el vídeo como una completa declaración de amor. Yo, mi cara, mi pelo y en especial determinadas partes de mi cuerpo aparecían más que ninguna otra persona en la pantalla. Él había iniciado la grabación desde el mismo momento en que se había levantado, aunque dudaba que se despertara sin legañas y con la cara recién afeitada. Había hecho una presentación de él mismo en su casa antes de montarse en el coche e ir a la mía.

También salía nuestro beso. Mi estómago se retorció, pero no fue tanto como en el momento en que sucedió. Tampoco lo recordaba igual que en el vídeo. Para mi fue intenso y rápido, pero en la imagen parecía que había durado mucho más. Lo único que estaba igual era mi cara de sorpresa.