Desprecio

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💀Jimin pov💀

Desperté por el delicioso olor a comida que mi nariz olfateaba y por el ruido de mi estómago. Estaba muerto de hambre y con razón. Volteé la cabeza hacia el reloj de madera que había sobre la mesita de luz y me desperecé. Eran las 2:30 pm, y me sorprendió haber dormido tanto y tan bien... eso no pasaba seguido, por no decir nunca.
Tomé mis boxers, mis pantalones y me los puse, mi camisa no estaba por ningún lado, y ya me imaginaba dónde podría estar. Sonreí por eso y me apresuré a salir de la habitación, dirigiéndome directamente a la cocina. Esa casa ya la conocía muy bien, mi infancia, adolescencia y ahora juventud me las pasé yendo y viniendo por aquí con Hoseok, al fin y al cabo somos amigos desde pequeños.
Al entrar el olor a carne cocida invadió mis fosas nasales y mi vista se dirigió al hermoso muñeco que iba y venía desde la heladera a la cocina, preparando vaya uno a saber qué manjar. Logré divisar también mi camisa, cómodamente puesta sobre ese cuerpo que me cansé de tocar, besar y acariciar la noche anterior.

—Hola —Le saludé tranquilo, y el volteó con una encantadora sonrisa en el rostro.

—Jimin, hola. Ya despertaste. —Señaló y me besó apenas, volviendo a lo suyo. — Me desperté tarde también, ya no era horario para desayunar y pensé hacer el almuerzo directamente. —Agregó y lo abracé por la cintura, viendo por sobre su hombro lo que cocinaba.

Almuerzayuno —Comenté y él se rió por mi ocurrencia. —Se ve apetecible. —Y sí que se veía apetecible, lástima que no pueda comer mucho de ello, y no es que no quiera, sino que realmente no podía.

A los pocos minutos ya estábamos sentados comiendo, inmersos en una charla común, tocando temas sin importancia hasta qué Jungkook soltó una pregunta que me descolocó bastante.

—¿Qué pasó, Jimin?

—¿Mm? —Le pregunté con el ceño fruncido y la duda pintada en mi rostro.

—El por qué de eso. —Aclaró lo que preguntó y señaló con su tenedor un punto en mi brazo izquierdo. El estómago se me encogió aún más si eso era posible y dejé los cubiertos sobre la mesa.

—Nada que te importe. —Respondí hostil, sabiendo que claramente preguntaba sobre mis cicatrices y realmente ese no es un tema del que me apetecía hablar ni con él ni con nadie. Tomé un poco de jugo para poder tragar lo que tenía dentro de la boca y lo miré de nuevo, viendo que fruncía el ceño y abría la boca para alegar algo. Mierda, Jungkook, no lo arruines.

—Claramente me importa si estoy preguntando.

—Pues no es nada que te incumba.

—¿Por qué no quieres contarme, Jimin? ¿Tan grave fue?

—Porque no quiero, Jungkook. Ya deja el tema, me estás molestando. —Tomé mi plato casi lleno y lo dejé en la mesada, apoyándome sobre ella luego. — Jungkook, quiero mi camisa de vuelta. Necesito irme. —Lo vi caminar en frente mío y volver al rato, ya cambiado y con mi camisa en su mano.

—Mira, Jimin. Lo siento, no quería-

—Déjalo, Jungkook. Está bien, solo... déjalo. —Dije aún cabreado y me puse mi camisa. Busqué mis cosas en su cuarto, me coloqué los zapatos y salí de su casa sin saludar. Tal vez fui un poco agresivo con él, pero en ese instante me importaba poco y nada, yo solo quería salir de allí.

Subí a mi auto y me dirigí calle arriba, hacia cualquier lado y a la vez a ninguno. Realmente no quería saber nada de nadie, odiaba a la gente que se entrometía pero más odiaba que haya sido Jungkook el que lo hizo porque, demonios, el chico realmente me agradaba.

—Estúpido, eres estúpido. —Me dije a mi mismo una vez que estacioné el auto en un parque desierto y golpeé el volante un par de veces. — Demonios, odio esto. —Volví a golpear el volante y apoyé mi frente en él.

Sabía que no debía hablar con Jungkook, sabía que no debía haberlo llevado a mi apartamento, sabía que no tenía que involucrarme con alguien cercano a mi mejor amigo, y más que nada sabía que no tendría que haberme encariñado con Jungkook ni con absolutamente nadie.

Saqué mi celular furioso y le marqué a Hoseok, algo con Jungkook no estaba bien, porque nadie pregunta algo como eso así no más.

—Jimin, no. Me cortaste el rollo, ahora no estoy para...

—Hoseok, me importa una mierda cortarte el rollo. Necesito hablar contigo ahora. —Respondí ya muy cabreado. Escuché murmullos al otro lado de la línea y una puerta cerrarse.

—¿Qué sucedió, por qué estás tan enojado? —Preguntó claramente preocupado y eso me molestó aún más.

—¿Qué sabes de Jungkook?

—¿Ah?

—Que me digas qué mierda sabes de Jungkook, vamos. No tengo todo el día.

—En serio, cálmate que lo que sea que te haya pasado no es culpa mía.

—Pues puede que sí, así que responde.

—No sé qué quieres que te diga. Es japonés, huérfano, estudiante de psicología, afeminado, le gustan los...

—¡¿Psicología?! ¡Qué mierda, Hoseok!

—Ya, Jimin, hace como una semana que te lo vienes montando con el chico, pensé que al menos tendrías la sutileza de preguntarle a qué se dedica.

—Ese no es el puto punto, imbécil. Me presentaste un puto psicólogo, sabes lo mucho que odio a esos idiotas.

—Lo siento, Jimin. Pensé que él al menos podría ayudarte en algo, amigo. No puedes estar así...

—Tú y tu psicólogo de cuarta se pueden ir a la mierda. —Colgué el teléfono totalmente cabreado y de no ser que estaba dentro de mi auto probablemente lo habría reventado contra una pared.

Sentía la cara hervir roja de ira, y volví a golpear el volante. Es que nadie entendía nada, no necesito un maldito psicólogo, no necesito ayuda de nadie, no necesito recuperarme de nada y más que nada, no necesito superar nada porque no hay nada que se pueda superar aquí...

—No lo quiero, no lo necesito... —Esas palabras fueron mi mantra los últimos 7 u 8 meses. Y lo seguirían siendo, porque es verdad. O eso es lo que me quería hacer creer. —No lo quiero, no lo necesito, no lo quiero, no lo necesito...

Volví mi mirada hacia la guantera del auto, la abrí y saqué la mini caja de herramientas que tenía ahí dentro. Tomé el cúter recién comprado y sin estrenar que tenía y lo apoyé sobre mí brazo. Los ojos se me llenaron de lágrimas de coraje e hice presión.

En ese momento la pantalla de mi móvil se encendió mostrando un mensaje de Jungkook. Quité el cuter de mi brazo y apreté la hoja afilada contra mi mano, sintiendo el común ardor y un líquido caliente corriendo por mi mano y goteando en el piso.

—No lo quiero, no lo necesito, no lo quiero, no lo quiero... no lo quiero. No quiero... Jungkook... Por favor, no...

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Aquí un regalito para ustedes.

¡Doble actualización!

Las veo la semana que viene, chirusas♡

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Cuervo [JiKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora