Secretos

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Hacía solo un par de minutos Jimin salió de la casa, dándome un beso y dejándome un poco despeinado, a medio vestir y con una sonrisa de estúpido en la cara. Pero es que cualquiera que comience el día con un sexo como el que me dio mi chico iba a estar feliz, entiendan.

Mi chico... me gustaba cómo sonaba eso.

Me adentré a la casa nuevamente y comencé a limpiar los trastes. Levanté mi plato y al mirar el de Jimin me quedé ahí plantado.
Estaba casi lleno... Los waffles estaban cortados y revueltos como si hubiera comido, pero era mucho... Se veía como si no hubiese comido absolutamente nada.

Con un gesto de duda comencé a armarlos pedazo por pedazo, como si de un rompecabezas se tratara. Y el resultado final me hizo palidecer.
Ahí estaban los tres waffles, enteros. No faltaba ni un solo pedazo. Lo único que faltaba era la jalea de encima, pero luego de eso estaban totalmente enteros. Simplemente revueltos y picados en trocitos.

Repasé en mi mente las veces que Jimin se había llevado el tenedor a la boca con un trozo y sí, lo había hecho... Pero era imposible que haya comido algo, los waffles estaban ahí en el plato. Malditamente enteros.

Fruncí el ceño, había caído como un tonto. Cada vez que el chico se llevaba el tenedor a la boca comenzaba a hablar y lo bajaba, y así muchas veces. Había caído como un imbécil, y eso que soy casi un psicólogo. Joder.

Usó las palabras, las miradas y los toques por debajo de la mesa como distracción.

Aun refunfuñando, tiré los trozos de comida a la basura y me deslicé en mi habitación para cambiarme. Hoseok y, seguramente, Taehyung vendrían en cualquier momento y no me gustaría que me encuentren en boxers.

Decidí que esa tarde hablaría con Hoseok sobre Jimin. Sé que le prometí no entrometerme, pero me preocupaba demasiado. Además, él no tenía por qué enterarse de esa charla...

°

—Y señor ¿qué le parece?

—¿Ah? —Volví la vista al hombre trajeado que me observaba esperando por una respuesta y se aclaró la garganta.

—¿Qué le parece el apartamento? —Aclaró el hombre y me puse colorado, no había prestado atención a nada.

—Eh, bueno... Yo... —Me aclaré la garganta y observé a mí alrededor. Era acogedor, no muy grande y, por lo que recordaba, no necesitaba más arreglos que en la habitación principal. —Es lindo, la zona me conviene. Pero aún tengo que evaluar las opciones.

—Me parece perfecto, aquí tiene mi tarjeta. Puede comunicarse cuando tome una decisión.

—Sí, muchas gracias. —Le sonreí amablemente y tomé la tarjeta que me extendía.

—También está mi número personal, por si tiene alguna otra duda o propuesta. —Dios mío, el tipo estaba flirteando conmigo. Hubiera hecho lo mismo pero realmente no tenía ganas... Y estaba Jimin.

Si bien no éramos nada serio, solo teníamos citas y follábamos, lo sentía como una traición. A mí no me gustaría que Jimin esté con alguien más...

¿Y si ya lo estaba...?

—Podrías darme tu número y quedar algún día. —Volví mi atención al hombre que tenía en frente. Su nombre era Yugyeom, apuesto, alto, con una carita inocente pero masculina. Desgraciadamente no estaba interesado.

—No creo que a mi novio le agrade la idea. —Mentí, o tal vez solo distorsioné un poco la verdad. Jimin no era mi novio pero no creo que le agrade la idea de verme con alguien más. Lo demostró la noche anterior en cuervo. Sonreí en mis adentros ante el recuerdo.

—Mmm, no tiene por qué enterarse. —Vaya, de inocente sólo tiene la cara.

—No, muchas gracias. No estoy interesado. —Y ahí se terminó la conversación. Yugyeom se retiró y yo me quedé un rato más dentro del apartamento vacío. Hoy temprano había hablado con mi primo y lo que me contó ayudó a que esté distraído y preocupado toda la tarde...

Oye, Hoseok. Quiero preguntarte algo...

Sí, dime

¿Qué es lo que sucede con Jimin? Lo vi exhalar profundamente y volver su mirada hacia mí.

No puedo contarte esas cosas, Kookie.

No te pido que me cuentes su historia, solo quiero saber qué es lo que pasa con él. Qué hace... Al notar el silencio de mi primo seguí hablando. Tiene cortes, no come y no duerme bien ¿hay algo más, Hoseok?

Él volvió a exhalar y habló.

Jungkook, Jimin sí come pero no de una forma... mm... normal.

No te entiendo, explícate.

El tiene arranques de ansiedad. Come mucho y luego, inevitablemente lo vomita. Su cuerpo no aguanta tanta comida a atracones. Y luego de eso el estómago simplemente vuelve a cerrársele. No se corta, al menos ya no. Pero sí lo hacía hace un tiempo. Tomó aire y esperé en silencio a que continuara. Si te digo estas cosas es porque creo que puedes ayudar a Jimin. Él necesita ayuda, Jungkook, pero no la quiere. Tienes que buscar una forma de llegar a él y que acepte tu ayuda. Nosotros ya intentamos todo y no funciona. Tú puedes llegar por otro lado, Kook. El corazón de Jimin estuvo marchito mucho tiempo hasta que tú llegaste. Ahora tiene brillo en sus ojos, antes de ti era horrible mirarlo y notar lo vacío que estaba.

Ya veo...

No te contaré qué es lo que lo llevó a estar así, ya hice mucho mal en contarte esto.

Sí, entiendo. Y en serio lo hacía. Ahora me quedaba acercarme a él de alguna forma...

°

Y sí, definitivamente iba a acercarme a él. Iba a ganarme su confianza, pero no como un psicólogo, sino como un amigo, un amante, un... ¿enamorado?

Fruncí el ceño ante ese último pensamiento y en ese instante mi celular vibró en mi bolsillo trasero.

DE: Jimin

Hermoso, este viernes te veo en Cuervo a la media noche. Quiero ver ese despampanante culo tuyo menearse contra mí en la pista. Es una cita.

Negué con la cabeza y una sonrisa melancólica me atravesó el rostro.
Si compañía era lo que Jimin necesitaba ahora, eso mismo le daría.

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Hola, chirusas. Hoy sale nueva actualización de Cuervo.
Y hablando de Cuervo, no sé si les conté que el bar es real. Creo que se me escapó ese pequeño detalle. En mis años de juventud solía ir bastante seguido ahre

Gracias por leer, dejen comentarios y ☆. Las veo la próxima semana con una nueva actualización.

Cuervo [JiKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora