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26-03 | 3 o'clock

El viento soplaba regalándole a los pueblerinos el delicioso olor de la llegada de la primavera. Por fin el frío invierno había llegado a su fin y un poco de sol brindaba calor, también se lograba ver como los arboles de cerezo se sacudían alegres al ritmo del viento.

Taehyung caminaba con tranquilidad camino a su morada después de un lindo día de instituto, se encontraba mas feliz de lo normal ya que el maestro Baek lo había felicitado por no llegar tarde desde la ultima vez.

Ya había pasado una larga semana desde ese suceso, su hermana menor le había dado una buena reprimenda y ella mismo decidió despertarse diez minutos antes para levantar a su flojo hermano mayor. La pequeña siempre iba al colegio orgullosa por ser la única que podía despertar a ese dormilón, le contaba a sus amigas y ellas la felicitaban divertidas.

Aunque la verdad era que Taehyung tenía el sueño fácil, simplemente le gustaba dormir, por eso siempre tardaba otros diez minutos en abrir los ojos.

Nuestro chico despertaba justo en el momento en el que su hermana abría la puerta de su habitación, pero mantenía sus ojos cerrados fingiendo seguir en los brazos de Morfeo, sin moverse como una piedra. Hasta que sentía las manos de su pequeña en sus mejillas dándoles un pequeño apretón.

Justo en ese momento, Taehyung "despertaba" y tomaba en brazos a su hermana dándole un gran abrazo de oso, siendo el primero en felicitarla por despertarlo.

La abuela siempre los miraba desde la puerta de su habitación con una sonrisa llena de amor y cariño. Ella conocía el truco de su nieto, pero, al igual que él, adoraba ver como su pequeña nieta se sentía orgullosa de si misma gracias a su hermano mayor.

También una semana había pasado desde la primera vez que vio a la chica del perrito, no la había vuelto a ver ni aunque obligara a sus mejores amigos a comer en aquél restaurante japonés cerca del parque dónde se encontró con aquella chica. Taehyung se reprendía a sí mismo por no haberle preguntado su nombre.

– ¡Hyung! – Taehyung miró hacia abajo encontrándose con el mejor amigo de su pequeña hermana. Al instante Tae se agachó a su altura.

– ¡Hey, Jinnie! – Le sonrió a éste. El pequeño tenía las mejillas un poco sonrojadas causándole curiosidad. – ¿Quién te beso, pequeño travieso? – Bromeó, sin saber que su broma había sido completamente acertada.

– Eh... - Las mejillas de Jin se prendieron como llamas en su total intensidad y evitó la mirada del mayor.

Taehyung lo miró sorprendido. – ¡Daebak! Así que ya disté tu primer beso, travieso. Vamos, cuéntale a tu hyung con quien fue.

El pequeño aún con las mejillas a punto de explotar negó rápido con la cabeza, se negaba a decirle a su hyung que le había robado un beso a Minnie, o bueno, la hermana menor de Taehyung.

– ¿Cómo qué no? ¿No me contarás, Jinnie?

Jin respiró profundo mientras se preparaba, sabía cual sería su destino ahora. – Besé a Minnie, hyung.

Lo siguiente que pasó fue demasiado rápido. Los vecinos primero se vieron confundidos al ver dicha escena, pero luego rieron divertidos al entender de qué se trataba. Ver a Kim Taehyung perseguir al pequeño Lee Minjin por tratar de robarse a su pequeña hermanita lograba sacarle sonrisas a los expectantes.

Después de un rato de solo correr, Taehyung sin fuerzas se tiró al suelo, tratando de recuperar el aliento.

– Me las vas a pagar, pequeño bicho. – Susurró con la última pizca de energía que tenía, ¿por qué los niños aguantaban más que él? Simplemente no lo entendía. – ¿Cómo te atreves? Es solo una bebé.

– Lo siento, hyung... – Jinnie se agachó junto el cuerpo moribundo del mayor. Un anciano pueblerino con botellas de agua en sus arrugadas manos se acercó a ambos para luego entregárselas, Taehyung y Minjin se levantaron en seguida y agradecieron con una reverencia.

– Gracias, abuelo. – El anciano negó con la cabeza con suavidad.

– Los chicos de ahora, eh. Corrieron tanto que todos pensaron que sus piernas estabas hechas de acero macizo. – Les sonrió. – Deben estar exhaustos.

– ¡Tae-oppa! – El chico en seguida alzó la cabeza mirando como su hermanita adorada corría hacía él con velocidad.

Ella, con todas las intenciones de abrazar a su hermano mayor fue detenida de repente por un dedo en su pequeña frente, como pudo subió la mirada encontrándose con un puchero en el rostro de su oppa. – No hice nada. – Soltó en seguida sin si quiera saber si había hecho algo malo o no.

– ¿Estás segura de eso? – Preguntó Taehyung, haciendo una seña con su cabeza al pequeño que se encontraba escondido detrás de él. Su hermana al notar la presencia de Jinnie, se puso tan roja como un tomate.

Minnie respiró hondo y soltó lo que llevaba queriendo decir a su hermano desde hace mucho.

– Tae-oppa, me gusta Jinnie.

Y ahí fue cuando los pueblerinos sonrieron nuevamente al ver a el chico de sonrisa cuadrada perseguir a dos pequeños que sonreían divertidos mientras escapaban del mayor.

***

26-03 | 10 o'clock

– ...entonces Tae-oppa comenzó a perseguirnos y luego se tropezó con la roca, no fue nuestra culpa, abuelita. – Miró con un pucherito a su abuelita.

Taehyung la miró indignado mientras hacía muecas de dolor por el alcohol que su abuela le había puesto en el raspón de su rodilla. – ¿me tropecé o me lanzaron una piedra para que me cayera?

Minnie rio avergonzada. – No pensamos que llegaría.

En seguida Taehyung saltó haciéndole berrinche a su abuela para que no le diera a la mala Minnie su galleta preferida y que en vez de eso se la dieran a él.

Ese sería el castigo de su hermanita por dejarse besar por Minjin, por hacer que bajara 10 kilos con solo correr y por haberle lanzado una piedra.

La abuela puso los ojos en blanco por milésima vez. – Ninguno tendrá su galleta hoy. A la cama ya. – Los ojos de los hermanos se abrieron como platos sorprendidos. Susurraron un "pero" que fue interrumpido de inmediato por la abuela. – A la cama. Ya. Mañana tienen escuela y ya es tarde.

Minnie asintió mientras el puchero en su boquita se pronunciaba más. Le dio un beso a su abuelita y luego se aventó a los brazos de su hermano mayor.

– Los siento, Tae-oppa. Nunca te volveré a lanzar una piedra mientras corres. – Su hermano menor la miró sin estar convencido, Minnie rio mientras besaba su mejilla también. – Trataré de no darle besos a Jinnie muy seguido, oppa.

Taehyung sonrió. – Solo te perdonaré si mañana me dejas comerme tu galleta.

Minnie fingió pensar por un segundo para luego asentir. – La mitad.

Esa noche los tres se fueron a dormir sin esperarse que en tan solo unas horas su vida cambiaría por completo.

Painful, beautiful » kth, mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora