C A P Í T U L O 2.

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Las clases transcurrieron con total normalidad. Zayn no le había dirigido la palabra a Niall en ningún momento, algo que entristecía bastante al rubio que se reprochaba internamente por sentirse así, pero no podía evitarlo.

Estaban en la última clase del día, historia. El profesor hablaba sobre la vida en la prehistoria y la invención de la escritura, pero Niall no le prestaba atención. Estaba absortó en los pequeño garabatos que dibujaba en su cuaderno.

– Y les informó que tendrán que hacer un proyecto –explicó el profesor.

Niall levantó la cabeza y, al igual que todos sus compañeros, se quejó. Era el primer día y ya estaban encargándole proyectos que, al final, no contarían para sus notas.

– No quiero quejas –gruñó el profesor–. Será por parejas, las cuales están expuestas en el tablón.

Los bufidos y las quejas siguieron escuchándose hasta que sonó la campana que daba por finalizado el primer día escolar. Todos recogieron sus cosas a toda prisa fueron a ver con quien les tocaba.

Niall se hizo paso, junto con Harry, y buscó su nombre. Pasó el dedo índice por la lista hasta que lo encontró y no pudo reprimir una pequeña queja cuando vio el nombre de su compañero.

– Veo que nos toca juntos –susurró una voz en su oído.

Niall tragó saliva y se giró para plantarle cara al chico.

– Por desgracia si –suspiró con desgana y salió del aula, sin esperar a Harry.

Estaba tan enfadado y entusiasmado a la vez. Todo su cuerpo era un manojo de nervios al ser consciente de que estaría con Zayn haciendo el trabajo, pero por otra parte no le gustaba la idea pues sabía con total certeza que le tocaría hacer a él solo todo el trabajo, ya que Zayn no se veía como el típico chico que pasaba las tardes en casa encerrado preparando un proyecto, ni aunque este fuera importante para sus notas.

– ¡Niall! –gritó una voz a su espalda.

Se giró vio como Harry corría hacia él, con una sonrisa de oreja a oreja.

– Parece que vas a vomitar arcoíris –comentó Niall divertido.

Harry le miró mal, pero enseguida una amplia sonrisa volvió a aparecer en su rostro.

– ¡Me tocó con Louis! –dijo emocionado.

Niall sonrió. Sabía la ilusión que le hacía a Harry ir con ese chico, pues era de quien estaba enamorado desde que entraron al instituto.

– Qué suerte has tenido.

Él asintió con la cabeza.

– Y a ti duende, ¿con quién te tocó? –preguntó curioso.

Niall frunció levemente el ceño. No es que no le gustara su pareja, era todo lo contrario. Tenía un pequeño crush con Zayn. Pero, la verdad, es que no quería trabajar solo. Odiaba tener que quedarse hasta tarde haciendo un trabajo que supuestamente debía hacer con un compañero, pero luego no era capaz de decirle al profesor que lo había hecho él solo.

– Zayn Malik –contestó con desgana.

Harry abrió los ojos de par en par y soltó una risita.

– Suerte, broh.

– La necesitaré –suspiró de nuevo–. Bueno, nos vemos Hazz.

Comenzó a caminar de nuevo.

– Adiós, duende –gritó Harry para que él pudiera oírle, pues ya estaba bastante alejado.

El camino a casa se le hizo eterno, ni siquiera la música le entretenía.

Cuando entró por la puerta vio que su madre estaba en casa y se extrañó, pues ella solía llegar siempre tarde del trabajo.

– ¿Mamá? –Preguntó entrando a la cocina, ella le sonrió de lado-, ¿Qué haces aquí tan temprano?

Ella hizo una mueca extraña, lo que preocupó al rubio.

– Nialler... me voy a Los Ángeles una semana –soltó, sin preámbulos.

El rubio abrió los ojos de par y el miedo se apoderó de su cuerpo. Quedarse sólo no entraba en sus planes. Él era algo así como un niño de mamá y aunque últimamente no la viera tanto como le gustaría por su trabajo, no era lo mismo que tenerla a tantos kilómetros de distancia.

– ¿Cuándo te vas? –preguntó haciendo un leve mohín.

– Esta tarde, mi vuelo sale a las 19:00.

Niall se lanzó a sus brazos y soltó un pequeño sollozo. No quería que se fuera, no quería quedarse solo una semana. ¿Cómo comería si no era capaz ni de hacer un huevo frito?

– Niall , cariño, no estarás sólo –se separó un poco de su madre y la miró atento–. Llamé a Greg para que viniera a cuidarte.

Una amplia sonrisa tironeó de las comisuras de los labios de Niall. Le gustaba eso. Hacía tiempo que no veía a su hermano y tenía un montón de cosas que contarle.

Saltó de los brazos de su madre y aplaudió con emoción. Todo rastro de tristeza había desaparecido, como si sufriera de algún trastorno de bipolaridad.

– Bueno, vamos a comer.

Ambos salieron de la cocina y entraron al salón, donde ya estaba la mesa preparada.

Las comida transcurrió entre risas y chistes malos por parte del rubio y algún que otro comentario sobre el trabajo de Maura.

Cuando terminaron, Niall ayudó a recoger la mesa y subió a su habitación para hacer la tarea. Se sentó en su cama con la mochila sobre su regazo. Sacó los libros, el archivador y los estuches, y empezó a hacer las portadas de los temarios y a hacer las actividades que le habían mandado.

Su teléfono vibró en la mesilla de noche y se estiró para cogerlo.


Un nuevo whatsapp de 0044350302+44 (número inventado, uh)


Niall frunció el ceño y fue directo a ver la foto de perfil del desconocido, sin ni siquiera ver el mensaje. El móvil resbaló de sus manos cuando la vio.

¿Cómo mierda había conseguido el su número?







Como ya dije, cambie los romances. ¡Hay Larry! Ámenme. Okno.

¿Saben? Al editar me di cuenta de que saludaba con "Hola, bebes" ¿Saben quién más dice eso? Xd.

Gracias por todo vuestro apoyo.


Enjoy!

Loves you, Blue x.

My nerd »ziallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora