C A P Í T U L O 12.

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Niall releyó el mensaje con el rostro empapado de las traviesas lágrimas que no dejaban de salir de sus ojos y, para ser sinceros, estaba llorando como jamás había llorado en su vida. Le dolía tanto que Zayn solo le hubiera utilizado para tener una noche de sexo. Pero debería haberlo sabido. Para el moreno, Niall era un chico de una sola noche, como su típica frase decía un día con una, otro día con otra; nunca se repite. Esa estúpida frase se repetía una y otra vez en la cabeza del oji-azul. ¿Cómo había sido tan idiota de sucumbir ante sus encantos? Le conocía de escasos días y ya se habían acostado, ya había sido uno de sus jueguecitos; había sido un completo idiota al confiar en él.

Se limpió las lágrimas con rabia. No merecía la pena llorar por un chico como Zayn, no valía la pena estar mal por alguien que busca su satisfacción por encima del dolor que le puede causar a otros. Pero, como el tonto que era, las imágenes de los escasos buenos momentos que había pasado con el moreno volvieron a su mente.

Y sí, Zayn podía ser un completo idiota, un cabrón o cualquier cosa que le dijeras, pero le quería. Incluso después de haberle visto tan acaramelado con Alexa.

Cerró los ojos en un intento fallido de intentar detener sus lágrimas. ¿Era así como se sentía estar enamorado y no ser correspondido?

– ¿Estas bien? –preguntó una voz dulce.

Niall abrió los ojos y vio a una niña, de unos diez años, que sonreía ampliamente. La observaba atentamente pues tenía un extraño parecido con Zayn. Seguro que eran alucinaciones suyas.

No contestó, y podía parecer que era un desagradecido después de que se preocupaban por él, pero realmente no tenía las fuerzas necesarias para articular palabra.

– No llores –susurró la niña abrazándole–. Seguro que, sea lo que sea, se solucionará.

Ojalá.

El rubio besó su mejilla antes de separarse de ella.

– ¿Cómo te llamas, pequeña?

– Safaa, ¿y tú? –contestó.

– Niall.

Ambos se sonrieron.

– Me gustan tus ojos –susurró Safaa, acariciando las mejillas del rubio.

El rubio sonrió enternecido.

– ¡Safaa! Vamos, tenemos que irnos –gritó una chica a lo lejos.

– Espero volver a verte, Niall –dijo mientras le daba un abrazo.

Niall besó su mejilla antes de que se separara de él y saliera corriendo hacia la chica que la había llamado. Él también quería volver a verla.

Su móvil comenzó a sonar. Miró el identificador de llamadas y suspiró.

Zayn.

­– ¿Qué quieres, Malik? –preguntó tratando de que su voz sonara firme y con cierto tono de desagrado, pero no lo consiguió.

– ¿Qué te pasa, mi pequeño?

– ¿Enserio, Zayn? Como tienes las agallas de preguntar eso. Sabes perfectamente lo que has hecho, con quien ibas y lo que estabas apunto de hacer con ella. Me das pena, eres tan falso. Vete con Alexa, se feliz y olvídame.

Colgó, sin esperar a que el moreno le contestara. Se había desahogado un poco pero no se sentía mejor. Seguía igual de hundido. Porque, a pesar de no ser nada y que solo hubieran pasado unos días juntos, ya echaba de menos sus apodos cariñosos, sus abrazos porque si, sus risas y tenerle cerca; poder aspirar su aroma.

¿Dónde había ido a parar ese te quiero que le dijo la noche que estuvieron juntos?

Se levantó del banco, después de haber estado toda la mañana allí, y de dirigió a su casa. Cuando entró en ella, ni se molestó en saludar, solo subió a su habitación, tiró su mochila al suelo y se tumbó en la cama cerrando los ojos al instante. Quería dormir y olvidar, por un momento, a Zayn y a su estúpido comportamiento.

Unos ligeros toques en la puerta le hicieron incorporarse.

– Adelante.

Greg abrió la puerta y entró.

– ¿Estás bien? –preguntó su hermano, él asintió–. Bueno, ya hablaremos de eso. Venía a decirte que tienes visita.

– Dile que suba.

Estaba seguro de que sería Harry. Cuando la puerta se abrió de nuevo, sin haber sido tocada antes, supo que no era su mejor amigo quien estaba allí.

– ¿Qué haces aquí? –preguntó furioso, incapaz de creer que el moreno se encontrara allí después de todo–. ¡Vete!

– No pienso irme, Niall –dijo Zayn acercándose a su cama.

¿No tenía suficiente con hacerle daño que seguía allí, hurgando más en la herida? ¿Cómo podía ser tan mala persona?

Y sí, era un jodido cabrón, pero sonreía y ponía su mundo patas arriba.




Siento que esto no está lo suficientemente bien y siento si soy pesada diciéndolo, pero es que no se..


Enjoy!

Loves you, Blue x.


My nerd »ziallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora