12.- Amores navideños

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Narra Tsuki

— ¡Tsuki-chan! ¡Tsuki-chan! —Kibo gritó alegremente.

— ¡¿Ah?! —exclamé sorprendida.

—Oh... Lo siento, creo que exageré un poco —dijo entre carcajadas.

— ¿¡Creés!?

—Dejando eso a un lado, ¿Recuerdas que hoy es Navidad? —preguntó Kibo curiosa.

—... —No sabía que decir —¡Claro que me acordé! ¿Cómo no hacerlo? —comencé a reír nerviosa.

— ¿Por qué siempre te olvidas de las fechas importantes?

—No es siempre... "Casi siempre" sería la palabra adecuada

—Creo que te regalaré un calendario, en verdad lo necesitas, Tsuki-chan —dijo en voz baja.

— ¿Qué?

—Nada, Nada, sólo me preguntaba si viste a Kotone-chan

—Sigue dormida, Creo que se desveló por estar tanto tiempo en el celular —me quedé pensando.

—Espero que ella sea mas inteligente y se acuerde de que es Navidad... —dijo desviando la mirada.

— ¡Hey! Sentí esa indirecta —dije molesta— la buscaré yo, tú ve a molestar a Tokiya-kun —dije entre carcajadas.

Kibo se sonrrojó

—Ay, me encanta hacer esto —reí aún más.

—...

—Bueno, hablando de él, ¿Qué hicieron las veces que dijiste que estarías con él? —mi expresión era como la de un tigre estudiando a su presa.

—N-nada interesante —desvió la mirada buscando la forma de evadir la pregunta.

—Sólo lo decía para molestar pero esa reacción ya me dió curiosidad...

—¡Ve a buscar a Kotone-chan! —salió corriendo.

«¿Qué acaba de pasar?»

...

Narra Kotone

—¡Deja de seguirme! —dije.

—Guaff —el perro meneaba la cola.

Hace rato desperté, quería seguir durmiendo pero la bolita esponjada saltó en mí y lamió mi rostro, desde temprano no deja de molestar.

No deja de seguirme.

—Me sentaré en el sofá, tú quédate allá —lo miré fríamente.

La bolita esponjada se quedó en una esquina de la habitación, mientras yo me dirigía al sofá.

—Ah... —suspire relajada— Ahora sí podré descansar

«Oh, no, no»

El perrito tomo impulso y comenzó a correr a dónde estaba sentada, dió un salto y cayó encima mío, al no estar preparada para poder sostenerlo ambos caímos al suelo, pues volcamos el sofá.

—En serio, odio a los perros.

—Guaff —el perro lamió mi mano.

Miré al perro con tanta frustración que se estremeció y ocultó su cola entre sus patas.

Narra Tsuki

— ¡Hey Kotone-chan! ¿Estás aquí? —pregunté mientras abría la puerta de nuestro cuarto.

Cuando abrí la puerta por completo el pequeño cachorro saltó entre mis brazos asustado.

— ¿¡Ah!? —lo miré confundida.

Siete amores, siete pasiones ♥ Uta no Prince-sama FanFic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora