Fuimos transferidas a otra escuela... y entonces todo cambió.
Tendremos que empezar desde cero y encontrar el camino que deseamos.
Los sueños son la clave...
Pero cuidado, porque a veces pueden llegar a ser armas de doble filo.
Estábamos apunto de cruzar aquella puertatan grande. No podía creer que desde hoy, este sería nuestro hogar. Debo admitir que me encanta, pero no sé si lo que haga estará bien, sé que como son mis inicios es normal que me equivoque, pero tengo que dar lo mejor de mi.
—Tsuki-chan, ¿puedo preguntar qué tanto murmuras? —dijo Kibo ladeando la cabeza
—¿Eh?... Ahhh bueno, no es nada importante —dije riendo para calmar a Kibo pero... creo que pasó lo contrario.
—...
—¿Qué pasa...? —pregunté
—Sólo pensaba qué... Bueno, ¿cómo lo digo? Hmm, veamos.... ¡Dejes de actuar como toda una rara! Interpreté esos murmuros como un plan de asesinato, ¡Y no te dejaré ir a ningún lado sola para que mates a alguien! —gritó Kibo bastante alterada.
—Bueno... en primera, no es actuación, es natural.
—Lo que faltaba, tu rareza es tan propia de ti...
—¿Quieres dejar de decir que soy rara? Bueno, y en segundo, creo y estoy convencida de que la rara aquí y además de loca eres tú. Porque la verdad... ¿¡A quien se le ocurre pensar en un asesinato!?
—¿Pero qué...? —mencionó Kibo.
—Algún día te llevaré al psicólogo, tal vez y se logre un milagro contigo— dije cuando interrumpí.
—Tsuki-chan... Ve preparándote para tu funeral... —dijo malévolamente mientras desprendía un aura de maldad.
—No... ¡Lo siento! ¡perdóname, aún no quiero morir! ¡por favor! —Comencé a correr.
—Correr no servirá de nada, sabes muy bien que no te salvarás, mi queridísima amiga... —comenzó a seguirme.
Gire la cabeza para mirar que tan lejos de mi estaba Kibo pero... Me tropecé.
«¿Es en serio? ¿Ahora caeré por haberme distraído?»
Alguien me atrapó mientras tenía los ojos cerrados.
—¿Estás bien?
—E-esa voz... —dije mientras abría los ojos
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Te lastimaste? —preguntó aquel chico.
Mis mejillas se tornaron de color rojizo.
—N-no te preocupes, estoy bien, gracias por ayudarme —lo miré a los ojos.
Su cabello, su piel, sus ojos, su voz... siento que lo he visto antes, pero la verdad no recuerdo dónde... Él es muy guapo...
Me sonrroje aún más, él pudo notarlo y me miró tiernamente con una dulce sonrisa.
—Qué... guapo... —susurré sin pensar
«¡Diablos! Creo que me escuchó, ya la regué...»
—Gracias— dijo relajado, aunque un poco sorprendido—, la verdad es que tú también eres muy linda —dijo con un ligero rubor en sus mejillas.
Me sonrojé aún más. Sólo lo miraba a los ojos.
—Bueno, mi nombre es Ittoki Otoya, es un placer conocerte
—Otoya-chan... —seguí mirándolo.
Él se sorprendió y me di cuenta de lo que dije.
—E-ehh, perdón, mi nombre es Minami Tsuki —dije bastante nerviosa.
—Bueno Tsuki-"chan" —me sonrió, agarró mi mano y la besó —espero verte pronto
Me tiré en el suelo.
«¡Me derrito! ¡eso fue glorioso!, me quedé completamente ensimismada, y mis amigas lo notaron.
—¡Ándale pues! ¡Tsuki-chan ya tiene novio! —dijo Kibo riendo a carcajadas.
—¡Vas con todo! ¡No te desanimes! —dijo emocionada Kotone.
—¿Qué les pasa?...
—Tsuki-chan, te ha llegado el amor —mencionó Kibo mientras sonreía.
—El amor... ¿¡Qué!? Por supuesto que no, apenas lo conozco y debo admitir que está guapo y me llama la atención pero no es amor —dije de forma rápida y nerviosa.
—¡Yo digo que es amor! ¿Y tú, Kotone-chan?
—Pienso lo mismo, Kibo-chan —rió Kotone
—Bueno, no me importa, sólo las ignoraré.
—No es necesario, Tsuki-chan —dijo Kotone.
—¿No? —pregunté.
—¡Claro que no! A nosotras no nos afecta si lo aceptas o no, a la que le debería de importar sería a ti —dijo Kibo.
—Bueno... Me gusta, pero aún no lo conozco bien, y eso me intriga —dije.
—Oye, Kotone-chan, nuestra pequeña Tsuki-chan va a ir de cacería... —dijo Kibo maliciosa
—Ehm, creo que lo estás malinterpretando, no... —fui interrumpida por Kotone.
—¡No pongas excusas! Intriga, conocer y gustar riman con AMOR
—Bueno, no lo sabremos hasta que veamos en dónde estamos. Por cierto... Otoya-chan... ¿Se supone que también vive aquí? —dije sorprendida y confundida.
Mis mejillas se tornaron de color rojo y gire mi cabeza para mirar la gran mansión.
—Creo que estás muy perdida —habló Kibo—, "tu" Otoya-kun es un integrante del grupo STARISH, por lo tanto, claro que vive aquí.
—N-no puede ser.... Es genial... No conozco a STARISH pero la idea de que estemos en la misma casa... —fuí interrumpida por Kotone.
—¡Por el Dios Yato! ¡No sabía que eras toda un pervertida!
—No... ¡ESPERA! ¡LO MALINTERPRETAS! —exclamé sumamente sonrojada y avergonzada.
Las dos comenzaron a reír como locas.
No puedo creer que no hemos pasado más allá del patio y ya tengo un "amor". Presiento que esto será muy interesante.
Lo más curioso será saber qué pasará con todo este asunto de Otoya-kun, pero, ¿quiénes serán los demás?¿Cómo será nuestra nueva vida?
