Siete amores, siete pasiones ♥ Uta no Prince-sama FanFic.

20.- Entender

Si el caballo es libre... ¿Por qué no corre?
Si el ángel tiene alas... ¿Por qué no vuela?

Tengo tantas preguntas, tantas dudas que no se pueden resolver con la simple lógica humana. Quiero saber el por qué del todo, y más que nada, el ¿Para qué?...

Existen tantas aves, pero todas están divididas; existen tantos peces, pero no todos nadan por grupos. Dicen que nadie está sólo pero... Lo está. 

Narra Tsuki.

Sí no soy capaz de ayudar a una amiga... ¿Entonces para qué lo soy?

— ¿Miedo a sentir?  —pregunté mirándola a los ojos.

Hubo un largo momento en silencio, tan profundo que erizaba la piel. Sólo se escuchaban los pájaros y el ligero viento que daba acto de presencia.

—No —Kotone comenzó a reír nerviosa— ¿De qué hablas?

—No lo sé. sólo pensaba que, quizás,  tendrías alguna inseguridad, pero es mi imaginación o ¿me equivoco?

—... Claro que estás equivocada,  tú siempre divagas con las cosas más simples e insignificantes...  —dijo tragando saliva.

—Creeme que por algo lo hago  —deje salir una carcajada— Por supuesto,  como he de creer yo que necesitarías mi ayuda.  Lo tienes todo bajo control.

Kotone no tenía las palabras para contestar,  sin embargo;

—S-Si, apenas te das cuenta, amiga.  Todo esta bien —sonrió falsamente.

—Aunque sólo lo aparentas ¿no? —dije sonriendo.

—Eh...  —ella solo rió nerviosa.

—Bueno —me senté en el pasto— Tengo todo el día, Kotone-chan,  te escucho.

Kotone miró a un lado y otro, asegurándose de que no hubiese alguna persona. Se posó a lado mío y se recostó.

—Perdón... —dijo suspirando.

La mire sin saber por que se disculpaba.

—Te mentí, dije que todo estaba bien... pero no es así —me miró— Tengo tantas dudas, quiero saber las respuestas,  pero al mismo tiempo no quiero.

— ¿Si pero no?  —Sonreí.

—Algo así, como una curiosidad vacía, que sólo anda en mi mente, vacilando a mi razón.

— ¿Y esa curiosidad  a qué se debe?

—Mmm... lo provoca una persona, pero esa persona no lo sabe,  ni siquiera tiene idea de como me siento.

—¿Cómo?

—Me habla con tanta naturalidad,  tan tranquilo.  Me habla tiernamente sin darse cuenta de lo que provoca en mi,  quisiera abrazarlo pero al mismo tiempo no quiero regarla.  Quisiera hacerlo sentir especial pero no quiero aburrirlo— volteó a ver el cielo.

—Creo que entiendo —le dije.

—Tsuki-chan, no hace falta entender,  sólo sentir. Ni siquiera entiendo cómo me siento. Está tan cerca pero no puedo tocarlo, siento su fragancia,  el calor de su presencia; al mismo tiempo me siento tan necesitada y ajena al mismo tiempo.

Me quedé en silencio pues ella no necesita palabras y biblias que la consuelen.  Necesita ser escuchada,  necesita la esencia de una compañía.

—Quiero ser clara, mi alma está clara.  Mi mente se niega a aceptarlo,  pero no sé si es por mí... O por él,  ¿qué sucederá? ¿Qué puedo hacer? De mí boca no saldrán milagros,  de mis manos no saldrá magia,  pero de mis actos saldrán oportunidades, saldrán destrozos, momentos propicios.  Habrá mucho pero no puedo saber que hacer...  Sí no sé que debo pensar.