Manos vacías.
Mente llena.
Llena de el futuro formado por toda la alegría que significa respirar, toda la voluntad en las venas y el orgullo de ser y sentir.
-Quita el vino de mi mesa, coloca agua, coloca pureza.-
Aún sigo teniendo todas aquellas razones para mentir, como en aquella mañana ¿Recuerdas?
Y si tu memoria aún no es lo suficientemente amplia, mírame a los ojos y escucha lo que tengo para decir.
En mis manos no es tu futuro, aunque así lo quieras tú.
En mis brazos no es tu vida, aunque así lo quieras, aunque así lo desees.
Tampoco en tus lágrimas es mi debilidad. Mucho menos el fin del mundo es en tu soledad.
Vuela. No es símbolo de locura querer libertad.
Vuela. no es una idea ridícula querer soñar.
¿Para qué quieres caminar? Si eres más brillante que el mismo sol, si eres menos tenue que cualquiera de las estrellas que sobre ti están.
Una vez más debajo de lo que está debajo.
Metáforas en el piso, junto al polvo, junto a los recuerdos.
Te prometo que todas las promesas que hice son falsas.
Humanos. Simples y mortales humanos.
Humanos. Valientes y atrevidos humanos.
Y que no sepas cuanto llora el cielo y que color visten las constelaciones cuando te ausentas, cuando de ideas careces, cuando de soñar no eres capaz.
Débora, el silencio de el grito que solo escuchó quien observó.
El latido de el único corazón que sintió y lo demás es lo que fue, en la tierra dónde no tuvo que ser, en el viento donde nadie fue y donde nadie, nadie se atrevió.
Aún es cálido el camino que trazaste.
Aún es frío el eco de tu llanto.
Y aún en poesía vive el agresivo concepto de amor que reposa sobre la piedra que representa tu alma.
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Ideas y pensamientos que quizá te puedan interesar o no.
RandomSi entras a esta historia te podrías enterar de lo que mi retorcida mente se ingenia.