Capítulo 13: "La distancia"

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Narra Casey

-¡¿QUÉ HIZO QUÉ?!

—Si señorita, como escuchó, el chico pagó todas sus terapias intensivas con el Dr. Tómas, el cual es un profesional para fracturas y golpes como los de este caso— Dijo la enfermera, Kelly.

Esto no podía pasar… y para el colmo no le pude agradecer, gracias a que mi papá habló con la enfermera para que nadie pasara a mi habitación.

—Ahora si me disculpa, tengo que irme, su padre está afuera esperándola. Y recuerda que debes tomar las pastillas cada 3 horas— Dijo Kelly cerrando la puerta lentamente.

Agarré mis muletas y fui al baño para peinarme y lavarme la cara. Me vi al espejo y fue inevitable hacer una mueva de asombro, estaba totalmente   horrible, estaba pálida, los ojos hinchados y rojos, y unas ojeras a millón.

Salí de la habitación y vi a mi papá en una silla tomando un café.

Aún estaba muy molesta con él, pero tenía que mantener la calma.

—Casey, vamos a casa — Dijo mi padre ayudándome a caminar.

Yo solo asentí y caminé hacia su carro para irme. Me senté en el puesto trasero para no estar tan cerca de él.

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— Hija… se que aún estas molesta, pero debes tener en cuenta que quiero protegerte — Dijo papá mientras manejaba.

— Vaya forma de proteger… — Dije con amargura.

— Solo quiero lo mejor para ti — Dijo viéndome desde el retrovisor.

—Papá ¿Qué no te das cuenta? Crees que es bueno alejarme de las personas, de mis amigos, revisarme cada mensaje y notificación de mi celular, no dejarme ir a fiestas porque son “Salvajes y Peligrosas”  y no dejarme acercarme a chicos, tengo 16 y voy a cumplir 17 años papá, no soy una nenita de 8 años. Siempre he sido lo que tu quieres, ser la mejor de toda la escuela para poder tener una beca en una Universidad muy buena. Entiendo que no quieres que me vaya por un mal camino. --Sin querer, perdí la calma y alcé el tono de voz--  ¡Pero esto no es vida, papá! ¡No pretendas tener una buena relación de padre e hija si te preocupas más porque sea perfecta y ni me preguntas cómo me siento al respecto o qué es lo que quiero yo!

Sí, me desahogue, y le dije todo lo que callé en las últimas semanas.

Él no dijo nada, solo se estacionó y se bajó del carro para abrir la puerta de la casa.

Cuando me bajé vi a Kyle allí, esperándome.

-Casey! Estaba muy preocupada por ti, te llamé y no contestaste. Debes contarme muchísimas cosas.— Dijo mientras me daba un abrazo que me sacó todo el aire.

—Hola, señor Raúl ¿Puedo quedarme hoy en la casa?. -Dijo Kyle mientras veía a mi padre.

Mi padre asintió y la dejó pasar.

Kyle me ayudó a subir las escaleras.

Luego fuimos a mi cuarto y le conté todo lo que había pasado detalladamente mientras tomábamos un batido de fresa y comíamos unas galletas de chocolates que había preparado.

—Casey, no te molestes, pero tienes una muy mala suerte— Dijo soltando una carcajada.

—Sí, eso es cierto. Al menos me siento afortunada de tenerte como mi mejor amiga, y que nuestra amistad ha durado mucho tiempo — Le dije dándole un abrazo.

— Yo también me siento muy afortunada. Por cierto, ya es tarde, me iré a dormir. Quiero que mañana me prestes ropa para ir al insti. — Dijo arropándose en el sofá cama de mi cuarto.

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6:15 a.m

¡Kyle despierta! ¡Hay que ir al instituto, llevo 20 minutos intentando despertarte!

Y lo único que hizo mi amiga fue mostrarme su hermoso dedo del medio.

Pero finalmente se levantó y se alistó. Mi padre nos llevó al instituto y la clase pasó muy lenta.

Finalmente cuando salimos Kyle vio a Dereck, su novio desde hace unos 5 o 4 meses.

Estaba muy contenta de que mi amiga tenga un chico que la valore y la trate como se lo merece.

Me despedí de ella ya que se iba al cine junto a Dereck. Luego se acercó Jayden hacia mi.

—Casey, de verdad perdón por lo que sucedió, espero que puedas disculparme, no quería que pasara nada de esto..--Iba a seguir hablando, pero lo interrumpí.

—Tranquilo, no fue tu culpa, y de verdad muchísimas gracias por pagar las terapias, no tenías por que hacerlo.

Vi como su cara hermosa y jodidamente perfecta reflejaba un gran alivio.

—Quiero que te recuperes lo antes posible y que todo vuelva a la normalidad.

—Jayden, de verdad quiero que sepas que no es tu culpa, no tengo rencor hacia ti y estoy muy agradecida por todo lo que has hecho por mi. Pero…ya sabes, soy hija única y mi padre es muy sobreprotector y él quiere que nos distanciemos un poco, solo porque aún esta muy asustado, es algo temporal, espero que me puedas comprender… —Dije con un hilo de voz que apenas se escuchaba.

—Si…si, claro que lo comprendo, adiós Casey— dijo guiñándome el ojo.

Me dolía distanciarme de él, no eramos nada, pero ha sido mi crush durante tanto tiempo… había hecho lo que sea para que me notara, y ahora que por fin había tenido el valor de acercarme a él… mi padre hace esto.

—Hey primita ¿Otra vez pensando en Jayden Clars? — Dijo mi primo Tony apareciendo de la nada, como de costumbre.

—Deberías dejar de entrometerte en mi vida— Dije cruzando los brazos.

—Claro, lo estaba pensando hasta que me contaron lo que pasó. En 20 minutos comienza tu terapia, y tu padre me dijo que viniera a recogerte para que no tuvieras que caminar con las muletas, ah, y tranquila, te recuperarás rápido del yeso que te hiciste tan torpemente. —Dijo abriendo la puerta de su carro y soltando una pequeña risa.

—No fue mi culpa. Y por cierto, tenemos algo pendiente de que hablar..

Pude notar que el ambiente se tornó tenso al instante, y mi primo se puso muy nervioso, es de aquellas personas que son fáciles de descifrar lo que sienten, y estaba muy claro que en ese momento él daría lo que fuera porque la tierra lo tragara, y yo aún no entendía el por qué de todo esto.

Aquí hay gato encerrado.

6 Meses para el objetivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora