Capítulo 22: "Reviviendo"

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Narra Casey

Jayden agarró mi mano. Al principio me encantó el gesto, pero se esfumó de mi mente al recordar toda la situación. Ambos intentamos asimilar lo que pasó. La madre de Jayden...¿Falleció?

Habían muchas personas alrededor de la casa. Periodistas, policías, ambulancias, etc. Observé como un periodista interrogaba a Victor, el padre de Jayden, y este estaba en silencio, llorando aún desconsoladamente. Al otro lado observé a los policias diciendole algo a los periodistas y los civiles cerca de la casa, imaginé que les estarían diciendo que se apartaran.

Jayden no decía nada. Tenía su mirada fija en un retrato de su madre, mientras lágrimas y lágrimas resbalaban por sus mejillas. Me dolía tanto verlo así. Al verlo no pude evitar abrazarlo con fuerza, recordando todo lo que había pasado con mi madre. Tragué saliva y suspiré para calmar la desesperación que invadía mi cuerpo.

Sentí la necesidad de ir a casa y ocultarme bajo mis sábanas para reflexionar sobre lo que estaba pasando. No podía ser egoísta, no podía irme sin más porque esta situación me afectase, Jayden necesitaba a alguien, pero el dolor y la nostalgia me ganaron.

Intenté de decirle a Jayden que me iría, pero no fui capaz. Decidí irme en silencio, sin que nadie se enterase, de igual forma, a todos les daría igual que estuviese allí, en ese momento lo primordial era la madre de Jayden.

Llamé un taxi, y me alejé con aquel nudo en la garganta que ocasionó la desesperación e impacto de tal acontecimiento, más el remordimiento de haberme ido.

Al finalizar la llamada, tomé mi teléfono y marqué el número de Kyle, necesitaba hablar con mi mejor amiga, ella es la única capaz de hacerme sentir mejor mediante sus consejos. Al instante le conté todo lo que había pasado, haciéndome sentir mejor. Kyle me convenció de ir a vernos mañana temprano para desahogarme por completo.

Me sentía muy mal por Jayden, no quería por nada en el mundo que se deprimiera, pues esta situación le afectará mucho.

Al llegar el taxi, no saludé ni dije nada como hago de costumbre, simplemente tomé asiento y cerré la puerta, dije la dirección y el conductor puso en marcha el auto. Mientras transcurría el camino a casa pensé en enviarle un mensaje de texto, pero al instante descarté la idea por el simple hecho de no saber que escribirle.

El frío abundaba en el auto, sin embargo, no caía del cielo ni una sola gota de lluvia, aún seguía muy impactada e intenté seguir los consejos que me había dado Kayle.

Inhala.
Exhala.
—Todo va estar bien... — Me repito a mi misma una y otra vez.

El conductor del taxi parecía bastante preocupado, pero no decía nada, cosa que agradezco, justo ahora no quería hablar con nadie, solo quería descansar y no despertar dentro de un largo tiempo.

Por fin había llegado a casa, el camino fue una eternidad.

Abrí la puerta silenciosamente para no hacer ruido, pero me encontré con dos personas que no estaban en mi plan al llegar a casa.

—¿Papá? ¿Tony? —Susurré.

—¿Donde estabas primita? ¿No estás feliz de verme? — Dio una sonrisa pícara.

Hoy no estaba de humor para las bromas de Tony. —No, justo ahora lo menos que quiero ver son sus caras — solté sin entender, y en camino a mi habitación.

—¡Casey! No le hables de esa forma a tus mayores —Gritó mi padre haciendo que me detuviera.

Puse los ojos en blanco —Tony es sólo 6 meses mayor que yo.

—Eso no me importa ahora ¿En donde estabas Casey? — Su tono ya era de enfado. Mi padre se veía furioso.

—Eso no les importa ¿Por qué no se preocupan de los temas de "Mayores"?

Entré lo más rápido que pude a mi habitación, y cerré la puerta. En este momento no quería discutir ni pensar en mi padre, no me imagino el día en que se canse de reprocharme Y regañarme. En un instante me arrepentí de todo lo que les dije, pero no estaba para nada de humor, este día había sido terrible para mi.
Era como si hubiera revivido el día de la muerte de mi madre— lágrimas empezaron a caer, me obligué a pensar en otra cosa, no quería llorar.

Fue un largo día, y necesitaba descansar.

Cerré mis ojos y sin resultado, caí en lo de antes. Imaginé como sería mi vida aún con mi madre...mi papá no sería tan sobreprotector, nunca me compararía con mi primo Tony, tal vez si confiara más en mi, todo fuese distinto.

Extraño mucho a mi madre, y aunque he vivido años sin ella, nunca puedo hablar de ella sin llorar. Como extraño su risa, su comida, su felicidad por cada vez que me veía, sus consejos... Extraño eso y más, daría todo lo que fuera por abrazarla de nuevo.

No me imagino lo destrozado que debe estar Jayden, espero poder ayudarlo, y aconsejarle. Como me hubiese gustado que alguien a mis tan solo 11 años de edad entendiera el dolor que sentía. Atravesar una adolescencia sin una madre no es fácil, y lo sé mas que nadie.

Me recosté sobre mi almohada y me dejé llevar por el cansancio poco a poco hasta dormirme.

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*Nota de autoras*
Hey hey! Capítulo corto, pero emotivo, ¿no creen? Prepárense para los que vienen!
Att: @Dreaamreaader and PassionateeReader

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