6 Meses para el objetivo

Capítulo 24: "La chica misteriosa"

Narra Jayden

El cementerio donde se realizaría el funeral de mi madre no estaba tan lejos de mi casa, por lo que llegamos rápido. En todo el camino en auto mi padre nunca dijo una palabra, era un silencio muy incómodo, pero sobre todo doloroso.

Dios mio todo era tan horrible, aun no creía que esto estuviera pasándome. 
Al bajar del auto vi a un niño pequeño de unos aproximadamente 9 años, comiendo una paleta con una señora que parecía ser su madre. La señora lo agarró y lo llevó a sus hombros mientras él reía, juntos se fueron caminando a otro lado.
Eso arrugó por completo mi corazón.

Desearía que todo el mundo supiera valorar a su madre, pensando que mañana será el último día que tendrán con ella, así se lograrían muchas más cosas.

—

Entré al cementerio junto con mi padre y supe que lo que estaba a punto de venir me derrumbaría por completo.

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No sé cuanto tiempo pasó, pero yo solo quería salir de ahí ya. Habían enterrado hace unos pocos minutos a mi madre, y yo había dicho mi discurso, bueno, si es que se me entendió porque no podía ni pronunciar bien una palabra.

El dolor que tenía dentro de mi no era normal, eran como cuchillos en mi corazón ardiendo.

—Mi sentido pésame — escuché por décima vez hoy, ni si quiera vi quien era pero no me interesaba, había escuchado tanto esa palabra el día de hoy que ya me tenía irritado.

"Lo siento"  "En verdad te entiendo" "Pobre chico"  "Era una gran persona"
— Todos aquellos comentarios me tenían agotado y más cuando venían de personas que no había visto en toda mi vida.

A todo esto se me vino a la mente una persona. ¿Casey? ¿Dónde estará?
Ella no suele llegar tarde a los lugares.

La gente se empezó a ir pero aún quedaban algunas personas, algunas estaban amontonadas hablando.

Aún con lágrimas en los ojos pude ver a una chica a lo lejos, quitó la mirada muy nerviosa cuando notó que fijé mi vista en ella, parecía de mi edad, el mismo color de pelo que yo, y esa nariz..Me recuerda a mi madre..Es idéntica.
Lo único que no pude ver eran sus ojos, ya que tenía unos lentes negros oscuros.

Dejé de verla ya que pensé que le incomodaría, y me giré sin saber exactamente que hacer, hasta que sentí que alguien me tocó por la espalda. 
Al girarme, me di cuenta que era la misma chica que estaba observando antes.

—Ho..Hola.. — su voz se travaba — Lamento la pérdida en verdad..  — dijo con prisa e hizo una pausa—
Su voz sonaba dolida, como si hubiera estado llorando recientemente.

—Yo.. — se pausó y se dio la vuelta para irse.

—¡Espera! — le grité.

—¿Pasa algo? — preguntó con voz temblorosa.

—No, es solo que.. — respiré y miré al suelo — Me recuerdas a alguien, pero olvídalo. —Le dije mientras me iba dándole la espalda.

No quería hablar más con ella, me recordaba mucho a mi madre.

Hasta que unas palabras de su boca me hicieron frenar impresionado.

—Te recuerdo a tu madre..¿Verdad? — no la estaba mirando en ese momento pero sentí como sus ojos estaban clavados en mi espalda esperando uan respuesta.

—¿Cómo sabes eso? — dije aún impresionado. —¿La conocías?
Ella estaba muy nerviosa.

—No, quería decir, yo—

Cuando estaba a punto de pronunciar una palabra unos niños de unos 6 años de edad vinieron corriendo y tropezaron por accidente con esta chica, haciendo que sus lentes de cayeran al suelo.

Empezó a buscar sus lentes por todo el sitio, muy nerviosa, como si necesitara volver a ponerselos en ese mismo momento.

— Mira, aquí están — agarré los lentes y cuando se los iba a devolver pude observar sus ojos con claridad.

Eran exactamente iguales a los de mi madre y los míos, Dios, ¿Cómo esta chica podía ser tan parecida a nosotros?

Luego de pensar en todo esto pude observar sus ojeras, sus ojos rojos de tanto llorar y su cara seca como si hubieran pasado mil lágrimas.

Me sorprendió ver esto ya que debió ser algo que le afectó demasiado, pero..¿Qué podía ser?

Al darse cuenta de que me quedé observandola fijamente por un minuto me arrebató los lentes de la mano y se los puso rápidamente, estaba asustada y nerviosa a la vez.

—¿Oye, qué ha pasado? — pregunté inquietante.

—¿Por qué lo dices?

—Mmm no sé, tal vez porque no tengo nada que hacer y no se me ocurrió nada mejor que hacerte esa pregunta. — dije sin querer sarcásticamente a pesar de que esto era un tema serio.

La chica se rió, pude ver su cálida y sencilla sonrisa, muy linda la verdad, pero su risa, puedo jurar que la había escuchado antes en algún lugar, estoy seguro.

—Bueno vi tus ojos, y para ser sincero no estás nada bien.  — ¿Por qué me preocupaba tanto una desconocida?—

—Solamente..Me afectó lo de tu madre, es todo.. — creo que se arrepintió por lo que dijo ya que sus ojos se abrieron de sorpresa.
Pero ella no era la única sorprendida.

—¿Qué? Una desconocida que ni se por qué esta aquí, está así por una señora que ni conocía?

—Si la conocí, y no soy una desconocida. — sonó segura.

—¿Entonces quién demonios eres? — estaba cansado ya de tanto misterio.

—Yo soy—

Y justo cuando estaba a punto de pronunciar una palabra apareció mi padre.

Describir la reacción que tuvo mi padre al ver a "La chica misteriosa" es inexplicable, fueron tantas a la vez, impresión, molestia, tristeza, alegría.. un auténtico bipolar.

—Jayden..¿Puedes ir un segundo con tu abuela? — me dijo sin quitar la mirada de encima de la chica misteriosa.

Este no era un momento para llevarle la contraria así que solo obedecí y me fui de ahí.

Me fui junto con mi abuela y observé de lejos a mi padre teniendo una conversación muy seria con aquella chica misteriosa.
Vi que mi padre le gritaba muy molesto, pero no entendía nada.

¿Mi padre ya conocía a aquella chica?

¿Esa chica sería amiga de mi madre?

O si no..¿Qué era?

¿Por qué mi padre estará molesto con una desconocida?

¿Por qué estoy sonando como en un comercial?

Luego de pensar todo esto vi que terminaron la conversación, y aquella chica se fue muy triste, peor que antes.

Mi padre solo se fue como si nada hubiera pasado, y yo solo seguía sin entender:

¿Quién demonios era aquella chica de ojos azules?