Capitulo dos.

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A la semana siguiente, Alya apareció, puntual como siempre.

- Buenos días, profesor Agreste. - Saludo.

- Enviaste a una estudiante de medicina como tu remplazo - fue lo primero que dijo, Alya se quedó quieta en la entrada - Dime una razón por la que debería dejarte entrar a mi oficina - Lo miro con una ceja levantada. Su asistente de clases no se atrevio a mover un musculo.

Después la vio toser discretamente. - ¿Le molesto? - Dijo entre sorprendida y asustada - Marinette dijo que no habían tenido ningún problema...

No respondió, en vez de eso, Adrien saco de su maletín algunos papeles que le tocaba revisar, y con su otra mano, acomodo sus lentes. Hizo un pequeño gesto para indicarle a Alya que le permitía el paso, y su ayudante se apresuró a entrar aun luciendo demasiado inquieto para su gusto. Adrien ya había dado el tema por cerrado apenas puso sus ojos en el ensayo de alguno de sus estúpidos y poco iluminados alumnos, Alya por su parte, pensó lo contrario.

- ....Pe-pense que se habían llevado bien... Marinette incluso me pidió su correo electrónico, dijo que quería comentarle un detalle...- Agrego nerviosa.

Adrien dejo de mirar los papeles sobre la mesa. - ¿Y se lo diste?

- ¿Su correo?

Maldición, Alya. Adrien asintió.

- S-si... Si se lo di. - Su ayudante ahora parecía más nerviosa que antes - ¿No debí hacerlo?

Adrien chasqueo la lengua - Vete y tráeme un café por favor...

No iba a admitirlo, pero una vez Alya se marchó, Adrien entro a su correo para revisar la carpeta de mensajes recibidos. La mayoría eran correos ya leídos de colegas de la universidad o mensajes de valientes estudiantes que se atrevían a consultarlo por algo que Adrien nunca llegaba a leer (Y no era su culpa, de hecho, él lo advertía a principio de clases, cualquier duda respecto a las clases Adrien las respondía en su oficina. No tenía tiempo de leer mensajes de sus aburridos y acartonados alumnos. Los únicos mensajes que merecían su atención eran los de los clientes quienes pagaban su tarifa), pero ni en la carpeta de mensajes recibidos, o en la de Spam, aparecía algún mensaje que diera una remota pista de provenir de Marinette, y si Adrien de repente sintió decepción, bien pudo haberla confundido con hambre por no haber almorzado.

Alya regreso con un café.

Era un maldito Latte con cinco kilos de azúcar.

Dos semanas más tarde (y no como si Adrien lo estuviera esperando) recibió un correo que por el puro asunto, ya sabía era Marinette.

Asunto: Guantes de cuero negro.

De: MarinetteDCheng@gmail.com

Para: AAgreste@law.harvard.edu

Profesor Agreste, soy Marinette Dupain (Esa que hace unas semanas atrás le llevo un café)

Tengo una pregunta ¿De casualidad tiene el link de algún reportaje o investigación sobre la eficacia de los Guantes de cuero para evitar el Primer Contacto? Estoy bastante interesada en el tema y me gustaría saber si hay algo que respalde su decisión.

P.D.: Por cierto ¿Le interesaría salir a tomar un café? Podríamos conversar sobre la inexistencia de dichos estudios. Creo que sería un tema de conversación interesante.

Atte. Marinette Dupain-Cheng

Adrien sonrió. Acababa de llegar de su habitual salida a trotar nocturna y la verdad es que no lo había hecho a propósito, pero después de releer el mensaje por segunda vez, contesto inmediatamente. Algo que no hacía con cualquier persona, en especial con alguien de quien no sabía más que su nombre y su completa falta de propiedad para tratar con él.

Asunto: RE: Guantes de cuero negro.

De: AAgreste@law.harvard.edu

Para: MarinetteDCheng@gmail.com

www.Google.com

(no)

Sonrió de nuevo, y completamente satisfecho por su respuesta se fue a dar una ducha. No esperaba que al salir Marinette ya hubiera respondido. No sabía si la chica era valiente, o increíblemente estúpida.

Asunto: RE: RE: Guantes de cuero negro.

De: MarinetteDCheng@gmail.com

Para: AAgreste@law.harvard.edu

Vaya, ¿enserio? Pensé que mi encanto natural había sido suficiente para convencerlo.

Debí haber escogido una línea mejor. ¿Qué tal ésta?:

¿Le gustaría salir a comer? Podríamos hablar acerca de nuestras películas favoritas, de como el congreso puede arreglar la Doctrina Erie, de la gente que cree que los guantes de cuero repelen el Primer contacto, o de paso, de los adultos que creen en Santa.. No lo sé. Usted escoja el tema.

Adrien no iba a admitir que se rio, (ni mucho menos escribir un burdo "ja, ja") pero lo hizo, y no podía dejar de sentirse extrañamente fascinado por la manera en que Marinette podía mantener una conversación tan ridícula bajo comentarios completamente impredecibles. Era refrescante.

Asunto: RE: RE: RE: Guantes de cuero negro.

De: AAgreste@law.harvard.edu

Para: MarinetteDCheng@gmail.com

¿Sabes que puedo cobrarte por malgastar mi tiempo, cierto? Y creo haber mencionado que mi tarifa corre por sobre los $1000 dólares. Eso también incluye intercambios por correo.

Asunto: RE: RE: RE: RE: Guantes de cuero negro.

De: MarinetteDCheng@gmail.com

Para: AAgreste@law.harvard.edu

¿Es esa su manera sutil de decir que quiere que nuestra cita sea en un restaurant elegante? Por qué la verdad a mí se me dan mejor las hamburguesas, papas fritas o pizzas baratas.

Asunto: RE: RE: RE: RE: RE: Guantes de cuero negro.

De: AAgreste@law.harvard.edu

Para: MarinetteDCheng@gmail.com

Ja.

Marinette no respondió. Ni ese día ni al día siguiente.

Adrien estaba sorprendido. Aquella chica azabache era la primera persona que le había hecho malgastar su tiempo de manera tan deliberada desde que su madre había dejado de darle esos sermones de vida que tanto había maldecido alguna vez.

Aún no estaba seguro si disfrutaba aquello, o lo detestaba completamente.

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HISTORIA ADAPTADA!

Escritora original "CaroRodd" créditos a ella.

Black Leather. [ADAPTACIÓN] [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora