Capítulo 8

28 5 1
                                    

15 Años Antes.

Narrador Omnipresente

Ya no aguantaba la culpa.

Ha pasado un mes, pero su mente se empeña en hacerla recordar una y otra vez.

Le fue infiel.

Le fue infiel al hombre que amaba, al hombre que era el padre de su pequeño hijo de apenas 3 años.

Le fue infiel al amor de su vida.

La verdad es que no tenía idea de lo que estaba haciendo hasta que el acto estaba consumado.

Tuvo relaciones sexuales con otro hombre.

Jeff Samson era un amigo de la escuela preparatoria con el que recién había recuperado la comunicación.

No supo si fueron las 4 botellas que había ingerido en aquella reunión su generación o el increíble atractivo de Jeff lo que la orilló a cometer aquél acto de infidelidad.

Pero no podía hacer nada.

— No puedo soportarlo Jenny, de verdad que no puedo, es una decisión que cambiara mi vida. — Mónica hablaba por teléfono con su prima.

— Escucha, Moni, sé que esto puede parecer un acto atroz de tu parte, pero sinceramente es la solución más factible a tu situación.

— No creo que sea más atroz que asesinar a este ser humano.

— Por supuesto que no va a ser más atroz que eso. Además yo tampoco estoy de acuerdo en que lo abortes, finalmente es tu hijo.

Sintió un escalofrío nada más oír eso.

— Vas a hacer lo siguiente. Irás y le dirás a Aaron, que tienes que salir a un compromiso duranto un año...

— ¿¡Estás loca, Jennifer!? ¿Que compromiso puede durar un año?

— No lo sé, algún retiro espiritual, una gira mundial a favor del medio ambiente, yo que se...

Mónica rodó los ojos.

— Si Aaron te creé, ya la hiciste. Vendrás conmigo y nos iremos juntas a casa de mi tía Polly en Los Ángeles, donde le hablaremos al tal Jeff para que se haga cargo de tu embarazo y cuando la criatura nazca, el se hará cargo de ella. Obviamente no lo vas a abandonar, es tu hijo, pero solo lo verás cada cierto tiempo, no podemos olvidarnos de mi Alex.

Alex, su pequeño, su retoño, la luz de sus ojos. Él era el mundo para Mónica, su motor de vida.

— Pfff, bien, creo que es la opción menos peligrosa que puedo tomar.

— Está decidido. Háblame en cuanto tengas todo listo y pasaré por ti inmediatamente ¿Ok?

— Vale. — Sentenció Mónica.

La culpa era más grande de lo que imaginaba, pues nuevamente engañaría a su esposo, solo que esta vez, no habría ningún hombre de por medio.

Se dirigió al despacho de Aaron, que era un invesionista con cierto grado de reconocimiento en la ciudad.

— ¡Amor! ¡Tengo excelentes noticias! — Exclamó Aaron al ver entrar a su hermosa esposa por la puerta de su despacho.

— Cuéntame ¿Qué sucede? — Respondió Mónica sin muchos ánimos, aunque no le importó a Aaron.

— ¡Mi negocio mas grande fue exitoso! ¡Prácticamente somos ricos ahora, nena!

— ¡Muchas felicidades, Aaron! — Respondió Mónica mientras se acercaba para abrazarlo.

— ¿Sabes que significa eso? ¡Ahora tengo dinero para donar a fundaciones de caridad! Esperé mucho para esto, amor. — Dijo Aaron con cierta chispa en sus ojos.

Mónica se limitó a sonreír.

— También significa que... ¡Nos iremos de vacaciones! Solos tú y yo, princesa. Dejaremos al niño con mis papás.— Eso acabó con Mónica.

La hizo sentir una verdadera perra.

— No se va a poder, Aaron. — Sentenció tajantemente Mónica.

— ¿Cómo? — Pregunto Aaron desconcertado.

— Debo irme durante un tiempo. — Ni siquiera pudo verlo a los ojos mientras decía eso.

— ¿A dónde? ¿Cuánto tiempo?

— A una gira por Sudamérica. Iremos unas amigas y yo a conocer las diferentes culturas de cada país.

— Oh... eso suena muy interesante. Quizá podría llevarte al aeropuerto y luego...

— ¡No! — Gritó Mónica y Aaron se quedó callado.

— Es que... es... un... viaje solo para chicas. — Sonó más a pregunta, pero Aaron no le dio importancia.

— De acuerdo, cuidate mucho y esperaré tu regreso. Te amo.

Mónica casi rompe en llanto al escuchar esas palabras.

Una vez se despidió del pequeño Alex, llamó a Jenny, quién la fue a recoger y ambas partieron a L.A.

— ¿Y sabes ya el sexo del bebé?

— Es un niño. — Respondió Mónica con una sonrisa en la cara.

— ¿Y cuál será su nombre?

— Max.

The Murder ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora