— ¿¡Como es posible que abandonen el caso del asesinato de mi padre cuando estamos tan cerca de encontrar al responsable!? — Exclame realmente alterado.
— Nos metimos a un callejón sin salida, Alexander, y simplemente no podemos hacer nada mas. — Habló Paul Johnson, el detective más importante de la región. — Las pistas no nos dejan un sospechoso claro, y ante la situación, solo nos queda esperar a ver si algo nos ilumina para continuar con el caso. — Concluyó el detective.
— ¡Es increíble que siendo un profesional, abandone el caso, igual que los otros 2 detectives! — Estaba realmente indignado.
— Si tengo noticias, te avisaré Alexander. — Suspiró. — Deberías ir superando esto Alex, no te hace bien, estar tan metido en el asunto, has dejado olvidada a tu madre y... —
— Ella me olvidó, Paul, y eso lo sabes mejor que nadie — Mi madre luego del atentado, se volvió muy fría y distante conmigo, como si no existiera, me ignoraba. Y finalmente me hizo irme a casa de mi tía Amanda, a quien desde ese momento, reconocí como mi madre, pues tomó ese papel. — Ahora estoy solo en esto. Me han abandonado muchas veces, Paul, no lo hagas tu también. — Dije rendido.
— Lo siento, Alexander. — dijo mientras salía de su oficina, dejándome solo.
Simplemente no puedo creerlo, desde aquél oscuro día del asesinato de mi padre, no logramos mucho en la investigación. Y digo logramos porque yo ayudaba y aportaba lo que podía, estudiar Criminalística tenía que servir de algo. Paul no avanzaba ni un poco, porque no estaba dispuesto a ir directamente con los sospechosos e interrogarlos.
No había nada mas que hacer.
Finalmente, tome mi chaqueta mientras caminaba hacia la salida, y antes de salir, me topé con la figura de una mujer, mirándome apenada.
— Lamento todo esto, mi padre suele desesperarse en este tipo de casos, me disculpó por él. — Menciono aquella bella joven que me miraba expectante. Yo no podía decir nada, me quedé totalmente impactado con su belleza.
Tenía el pelo en una tonalidad entre roja y anaranjada, su piel era muy blanca, sus ojos eran color miel, sus facciones eran finas y sus labios eran carnosos, y tenía un cuerpo envidiable. Era la mujer mas bella que había visto.
— Oh, lo siento, Lily Johnson, un gusto. — Llamó mi atención estirando su mano para que la estrechara, mientras sonreía mostrándome una hilera de dientes blancos.
— Alexander Mason, el gusto es mío.— Dije mientras juntaba mi mano con la suya.
"Que piel tan suave" pensé.
— Siento lo que le ocurrió a tu padre, Alexander, seguro fue muy duro. —
— Descuida. —
— Bueno, te deseo suerte en el futuro, nuevamente una disculpa. — Finalizó mientras se retiraba.
— ¡Espera! — grité sin darme cuenta que tan solo estaba a dos metros de distancia. Se exaltó y volteó a verme. Llamé la atención de todos en la oficina, quienes me miraban como un bicho raro, solo los ignore.
— Perdón, pero quisiera saber si quieres tomar un café conmigo el Viernes, a las... ¿6:30 PM? — Pregunté nervioso por su respuesta
— Lo siento, pero el Viernes tengo un compromiso. — Respondió y me afligí un poco.
— Oh, descuida, yo… —
— Pero está tarde estoy libre, si no te molesta, puedo ir por mis cosas y luego irnos al café de la esquina — Dijo y asentí efusivo.
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The Murder ©
AksiyonTodo fue muy rápido. En un segundo tenía sangre chorreando por todo mi traje. Mi padre yacía en el suelo, con un agujero justo en el centro de su frente. Mi madre tenía una expresión en su rostro que no transmitía ningún sentimiento que no fuera pán...