Capítulo 18

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La luz del día me hizo despertar, volvía a estar en la habitación que compartía con Hanji y Levi pero no había nadie.

Hoy no había entrenamiento así que me vestí con una muda que traje en la mochila, un pantalón marrón y una camisa negra de manga larga.

Salgo de la habitación para dirigirme al comedor donde estaban todos desayunando

Tú: Buenos días!

Eren: Buenos días (_____), se te han pegado las sabanas?

Tú: algo parecido –digo mientras intento esconder una sonrisa, inevitable-.

Me acerco a Levi que esta de pie con una taza en la mano y un pequeño libro en la otra

Tú: Buenos días, que lees? –le dije a la vez que engancho mi cara en su oreja-.

Únicamente me miró y se fue.

Hanji: No te lo tomes a mal es así de simpático

Tú: Parecía enfadado...

Armin: Bueno nosotros nos vamos a dar una vuelta, (_______) quieres venir?

Tú:... no... esto, prefiero quedarme por aquí tengo cosas que hacer.

Me dirijo a la habitación y ordeno mi parte de esta. No entiendo porque ha reaccionado así, ayer estuvimos muy bien juntos.

Quizás me pasé explicándole aquello...

Decido salir de la casa ya que, en ese momento no había nadie y se me estaba quedando demasiado grande para mi sola.

Voy a dar una vuelta y me adentro en el bosque que rodea la casa donde nos estamos quedando. Oigo risas y me acerco a estas cuando me encuentro con un lago enorme.

Está tan bien situado que parece que lo hayan pintado con pincel y pintura. Los arboles del bosque hace que no llegue el sol al suelo, pero en ese lago caían como si de una luz celestial se tratase.

Una voz me hizo salir del trance en el que había entrado por ese majestuoso paisaje.

-: (_____)! Ven aquí con nosotros, se sienta realmente bien

Giré la cabeza para encontrarme con aquella voz tan dulce, y vi a los chicos tumbados en la orilla del lago

Tú: que estáis haciendo ahí tumbados? –pregunté mientras me acercaba-.

Christa: contemplar el sol y gozar del aire, se sienta...

Tú: Bien -afirmé antes que ella-.

Ambas nos miramos y sonreíamos.

Decidí tumbarme junto a ellos, notaba como la luz del sol me calentaba todo el cuerpo, especialmente la cara. Poco a poco iba subiendo de temperatura y realmente se sentía bien, como si el mismo sol te estuviera acariciando con ternura.

Sasha: oye, y si vamos yendo para la casa? Yo tengo hambre - afirmó la morena-.

Armin: cuando no tienes hambre es la pregunta adecuada -le contestó el chico-.

Todos rieron.. pero yo no quería moverme de allí

Eren: no tardes en venir a comer (______) –me dijo mientras los otros se estaban yendo hacía la casa donde estábamos durmiendo- pronto refrescara... ahora se está bien porque hace sol...

Tú: lo sé, no te preocupes Eren. Voy en un rato – volví a cerrar los ojos-.

-: Como la vas a matar es solo una niña, no seas imbécil...

Quédate conmigo, solo un rato más.                    Levi y (Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora