Capítulo 19

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El entrenamiento del día siguiente fue igual o más de duro que el del día anterior. Se notaba que el invierno estaba llegando con fuerza así que todos nos pusimos una camiseta de más. 

Levi: Si no queréis caer enfermos -dijo paseándose-, será mejor que no paréis

Aún no me había recargado la energía suficiente como para poder hacer el entreno bien.

Levi: Por último, por parejas, intentar derribar a vuestro compañero. 

Todos se pusieron en parejas casi antes de que Levi acabase de hablar.

Tú: Armin, ¿no tienes pareja? -dije a desgana-.

Armin: P-p-pues c-c-creo que n-no... -dijo nervioso mirando a ambos lados buscando una mirada cómplice-.

Levi: ¡Empezad ya!

Tú: Alguien se ha levantado de mal humor -dije murmurando-, será mejor que empecemos.

Armin: S-si -dijo echando una mirada a Levi esperando que no hubiera escuchado lo que acababa de decir (_____)

Me puse en posición de defensa, espalda recta brazos doblados y puños cubriendo gran parte de la cara. Armin tímidamente me imitó. 

Giré sobre mi eje con la intención de dar una parada por la derecha de Armin. Pero Armin ya había leído mi movimiento antes de ejecutarlo puesto que me cogió del hombro y me tiró al suelo. Caí de espaldas y por un momento me quedé sin aire.

En ese momento, el murmullo que había de golpes y de esfuerzos se silenció completamente. 

Armin: ¿(_____) estás bien? - se notaba la preocupación en sus palabras-.

Tú: Claro que estoy bien, no pasa na...

Levi: ¿A que mierda estás jugando (_____)? -dijo entre dientes acercándose a nosotros.

Tú: ¿Tengo cara de estar jugando? -Armin estaba con la mano extendida así que me ayudé para levantarme-.

Levi: ¿Dejándote perder? 5 vueltas -se dio la vuelta-

Tú: ¿Perdón? Nadie corre cuando cae al suelo porque tengo que...

Levi: Ahora son 10, yo de ti empezaba ya -dijo dándome la espalda-.

Si algo me apetecía menos que ponerme a correr era discutir con él. Así que giré sobre mis talones y me puse a ''correr''. Estaba tan cansada que más bien parecía que estuviera andando en marcha. 

No entiendo qué es lo que le pasa conmigo. Desde aquella noche que no era él mismo, pero tenía claro que no había hecho nada malo. 

Cuando iba por la sexta vuelta todos empezaron a entrar a la casa. A medida que iban circulando me miraban de reojo y con un aspecto de lástima me atrevería a decir.

Levi se quedó parado de pie con los brazos cruzados. 

En la octava vuelta me tropecé con una rama y caí de rodillas a pocos metros de Levi. Me negaba a que se pensara que había vencido, así que me levanté todo lo rápido que pude.

Levi: Para.

Pero no le hice caso

Levi: Para y ven aquí soldado. 

Hice caso sumiso, no quería discutir.

Levi: ¿Qué es lo que pasa?

Tú: Eso debería decirlo yo, ¿no crees?

Levi: Estas distraída, no entiendo...

Tú: No, lo que estoy es cansada. Cansada de ti y de tus desprecios - la rabia se había apoderado de mi-. Así que si ya he acabado de correr y si no te importa voy a entrar dentro.

Quédate conmigo, solo un rato más.                    Levi y (Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora