Recuerdo la navidad de antes.
Recuerdo los 24 de diciembre. Despertaba emocionada, no dejaba de mirar el reloj. Contemplaba el cielo esperando ver las primeras estrellas.
Recuerdo irme a duchar y ponerme mi pijama favorita.
Recuerdo como nos juntábamos en la sala esperando a que llegara la familia.
Recuerdo como me sentaba en las piernas de mi papá y el contaba historias de navidad.
Recuerdo como íbamos siendo más a medida que pasaban las horas, recuerdo las risas, las travesuras, los villancicos.
Recuerdo el sonido del alboroto a las 11:55. A mi madre corriendo a ver al niño Dios y a la estrella.
Aun recuerdo las manos de mi padre en mi cintura, alzándome hasta la punta del árbol.
Recuerdo el grito, "SON LAS DOCE", y todos los niños corrían al árbol, ver a mi abuelo poniendo al niño Dios en el pesebre.
Él niño Dios ha traído regalos para mis primos y para mi.
Mis padres y mis tíos ríen mientras mis primos, mis hermanos y yo rompemos los papeles de regalo y hacemos fila para darle las gracias al niño Dios. Feliz cumpleaños bebé Jesús.
Extraño esas navidades. Extraño emocionarme por la navidad.
Y extraño ser así de pequeña, cuando era pequeña, al menos lograba engañarme.
Andrea Solórzano.
Por esa navidad que siempre cobraba
vida en mi mente, sólo en mi mente.
Lunes 25 de Diciembre del 2017