Satisfied.

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Alv tres capítulos miradme :v

"¡Un brindis por el novio!" Grité, sintiendo ganas de llorar, no lo hice, no podía. Escuché que todos repetían a coro lo que había dicho, como si ignoraran el hecho de que ahora mismo quisiera ahogarme en mis lágrimas y no salir nunca más.

"¡Y por la novia!" De, las voces no-tan-sobrias coreaban y celebraban lo que decía, no sabía si era porque yo soy El Caballero de Honor o porque extraña y literalmente soy el único sobrio en esta boda.

"¡De parte de tu hermano!" Exclamé, para luego correr y abrazar a mi hermana, Elizabeth Catherine Laurens Schuyler.

Eliza era una mujer hermosa, de cabello azabache y ojos oscuros como las aceitunas, con una tez pálida y de mejillas sonrosadas. Su belleza era contraria a la belleza de mi otra hermana, Angélica.

Angélica tenía una belleza feroz, que te hacía voltear la mirada como si estuvieras contemplando un brillante resplandor rosa.

La belleza de Eliza, por su parte, se dirigía en la dirección contraria. Era una luz celeste cálida, delicada y fina. Casi diminuta.

Ambas eran hermosas, ella era hermosa, la novia era hermosa.

La boda, la iglesia, la capilla, los invitados, el banquete, la recepción, todo parecía estar calculado y diseñado por la mejor diseñadora de bodas.

Todo excepto yo.

En ese círculo de belleza, perfección y felicidad, yo era un obstáculo. Yo no entraba en el lote.

Me detuve en el momento en el cual sentí lágrimas resbalarse por mis ojos, las limpié rápidamente y escondí mi cara en el hombro de mi hermana. Logré darme suficientes fuerzas como para continuar con mi discurso y no romper a llorar en ese mismo instante.

Los brazos de mi hermana por fin deshicieron su agarre. Miré sus ojos, estaban llenos de felicidad, de amor, de todo aquello que se me había sido arrebatado, al verlos quise llorar aún más, pero debía ser fuerte, fuerte por ella.

"¡Que siempre estará a tu lado!" Sonreí, sonreí como si todo esto me causara gracia, simpatía, hasta ahora no me había dado cuenta de cuan bueno era mintiendo.

"¡Por su unión!" la gente ya estaba diciendo cosas sin sentido detrás de mío:

"¡Por su unión y la revolución!"

"¡Y toda la esperanza que nos dan!" No puedo más, creo que la gente cree que estoy llorando de la emoción, me gustaría que supieran la verdadera razón.

"¡Que estén siempre satisfechos!" Terminé mi "alegre" discurso, e inmediatamente me disparé a la salida.

Peggy tomó mi brazo buscando una explicación, no sé qué cuento me inventé pero logré separarme de su agarre y me precipité a las puertas.

Al lado del salón de bodas había otra sala, vacía y muy oscura, supe que estaba en desuso y obviamente nadie lograría encontrarme aquí.

Pero a juzgar de lo felices que están dudo que noten mi desaparición.

Sentí mi espalda chocar contra una pared, me deslicé sobre ella y caí al piso sin más. Nada iluminaba la habitación además las velas.

Esa llama empezaba a marearme, me sentía asustado, aturdido, creo que quiero vomitar.

Un millón de emociones llenan mi cuerpo, soy muy pequeño para aguantarlas todas. Así que lloró para expulsarlas, lloró para vaciar mi cuerpo de esos sentimientos y así hacer espacio para más.

[cancelada]Where stories live. Discover now