[cancelada]

Requests!

El bloqueo creativo es de lo peor pero ya se me ha pasado y decidí hacer las únicas dos requests que me quedan porque ni hay :,,,,,,v Ya creo que voy a dejar de publicar, no tengo ni ideas ni fans ni requests y me estoy yendo alv. 

Pero aquí están estas, en un solo capítulo alv soy el mejor :v 

1. fem! Alex.

John observó por encima de su computadora a su novia. Realmente no entendía porqué, pero en los últimos días había estado más nerviosa de lo normal. No es que él entendiera mucho a las chicas, pero sabía que algo andaba mal.

Aun así, no conseguía que ella le dijera nada.

Había tratado con todos los métodos habidos y por haber, sentarse a tratar de hablar, comprarle cosas, regalarle un pastel, enviarle mensajes, incluso considero chantajearla con publicar sus fotos de bebé.

NADA funcionó.

Y sinceramente estaba perdiendo la cabeza. ¿Qué podía ser tan malo? Habían pasado por muchas cosas, y momentos, en el fondo se sentía un poco traicionado porque su propia novia no confiaba en él.

En esa tortura mental se encontraba metido cuando ella se asomó en la puerta.

Oh, Laurens conocía muy bien esa mirada, su madre le había hablado sobre ella, las mujeres solían ponerla cunado se rinden y deciden contarle la verdad a alguien. Estaba ahí, y él no sabía si reír o llorar.

Alex se acercó y se sentó en el borde del sillón, lo más lejos posible de él, mirando hacía un punto ciego de la habitación, retrasando lo inevitable.

Laurens sabía que su novia estaba incómoda y, siendo el muy buen chico que era, decidió que lo mejor era darle su espacio. 

Permanecieron así varios minutos en los cuales la paciencia de Alex iba desapareciendo a borbotones mientras que la de Laurens parecía ser inmutable. 

Ante esto, ella gritó.

"¡Pero bueno, al menos préstame atención, menudo insensible!" (Alex española sísísí)

El chico soltó un respingo ante su actitud, de repente, agresiva y retrocedió hasta que su cabeza quedó en el respaldar de la silla, no tenía tanto miedo, pero sabía muy bien que era y que no er lo mejor para él.

"¿Y... Tienes algo que decirme?" Preguntó nerviosamente, frotando sus sudadas manos.

Ella le vio apenada por unos minutos y, sin previo aviso, rompió a llorar.

Laurens la miró con suma confusión, no sabía si abrazarla o echar a correr lejos, pero parecía que, hiciera lo que hiciera, iba a equivocarse.

Así que, titubeando un poco, la abrazó fuertemente, sintiendo su cuerpo temblar debajo de sus brazos.

Cuando se calmó, pensó que lo mejor era preguntar una vez más.

"¿Qué pasa?"

En respuesta, la voz temblorosa y dubitativa de Alex se calmó un poco para pronunciar las siguientes palabras:

"Estoy embarazada."

2. Re fluff <3

Alex oía bastante harto las quejas de su... ¿Mejor amigo? ¿Novio? Realmente no importaba, el punto es que lo despertó. La película había terminado y no importaba cuanto le gustara verlo dormir, si lo dejaba ahí al día siguiente recibiría el doble de quejas esta vez de un adolorido Laurens por dormir en el sillón.

Así que lo despertó, y desde ese momento lleva recibiendo una queja tras otra.

Al parecer él estaba soñando con un mundo donde ambos vivían en la antigua Grecia y los dioses le habían castigado con una maldición que dictaba que la muerte visitaría a cualquiera del que Laurens se enamorase, y en ese mundo Alex había sido maldecido también con la inmortalidad, teniendo que ver morir a todos sus parientes y amigos. 

Supuestamente Laurens estaba en el punto cumbre de la historia cuando él lo despertó, y ahora no paraba de tirarle leves golpes e el pecho y de quejarse una y otra vez por arruinar su sueño perfecto.

Ahora si bien Alexander suele mucha paciencia con su amigovio (¿Era esa la palabra adecuada?), Laurens había colmado hasta el último centímetro de ella.

Pero no fue hasta que empezó a jalar de su cabello que la gota hizo estallar la copa.

Tomó sus muñecas y las alejó bruscamente, manteniéndolas inmóviles por un largo tiempo en el cual Laurens zarandeó, replicó, se quejó, peleó, dijo que necesitaba sus manos, se hizo la víctima y hasta pataleó. Sólo le faltó llorar.

Viendo que ante todo esto Alex no hacía el menor gesto de compasión, y se negaba a dejarlo ir, decidió usar su último recurso.

Se acerca de repente y le planta un casto beso en los labios, tan tierno como fugaz, se separa inmediatamente y hace su mejor cara de niño bueno. Cara que arruina cuando una sonrisa pícara se forma en sus labios al sentir que, ahora un átonito Alexander, suelta sus muñecas.

Se vuelve a acomodar en el sillón, subiendo sus piernas y admirando muy orgulloso su trabajo. Mas cuando está a punto de burlarse de la situación, Alexander lo detiene dándole, valga la ironía, una cucharada de su propia medicina.

En cuanto se separaran, ambos chicos hacen su mejor esfuerzo por decir algo y así crear un momento tierno o algo parecido, pero no lo consiguen y vuelven a dar inicio a una sesión de besos que ambos ya extrañaban.

"Te amo." Menciona Laurens entre beso y beso, muy calladamente gracias a la falta de aire.

Alexander de repente se mantiene estático. Debajo de él, Laurens no puede evitar preocuparse, ¿fue algo que dijo? Todo estaba tan bien, pero ahora la tensión lo pone tan nervioso que no puede ni siquiera unir sus labios de nuevo.

Mientras tanto Alexander sólo puede pensar en ese 'Te amo'. Ahora la duda de como debía denominar a John le ataca de repente. ¿Qué es Laurens para él en realidad? Más concretamente, ¿qué son ellos en realidad? La respuesta sería fácil ignorando un pequeño detalle, dos muchachos universitarios que están en la cima de los marginados sociales y vírgenes y de paso en el clóset, pero si le añade el 'Te amo.' a la mezcla la cosa se complica.

¿Amantes? Pues sí, ellos dos se amaban mucho, pero el término no sonaba tan sutil como quisiera, y también se negaba a pensar que toda su relación se basaba solamente en pasión, en algo físico, en algo tan insulso como el simple y puro deseo carnal.

¿Amigos? Eso quedaba mejor, Laurens era su amigo, su mejor amigo y eso estaba claro, pero la definición comenzaba a quedarse corta para todas las emociones que explotaban en su pecho cuando Laurens pronunciaba un 'Te amo.'

Novios sería lo más adecuado, pero el problema era que todavía no sabía como pedirle a alguien como Laurens que fueran eso. Un término tan elegante merecía una petición igual de elegante, pero no concebía la manera de ponerla en práctica.

En especial él, que tenía el ego tan alto, debía hacerla algo sumamente especial. Un 'Te amo' mientras se besaban en el sillón no parecía suficiente, alguien que lograba hacer vibrar cada fibra de su cuerpo con tan solo sonreír merecía algo mejor, algo sumamente asombroso.

Entonces se da cuenta de que se ha encerrado en su mundo, así que voltea a ver a Laurens, que sigue debajo de él, con esa mirada cansada que suele caracterizarlo.

'Quizá...' Piensa mientras vuelve a besarle. 'Un amor así no necesita ningún título.'

Entonces se separan y se besan otra vez y vuelven a hacerlo hasta que se miran a los ojos. Y sólo Dios, si es que existe, sabe cuanto amor hay en esos ojos.

"Te amo." Dice Alexander, por fin.

Al contrario de lo que pensaba, Laurens no se ve tan sorprendido o feliz, en realidad, se ve impaciente.

"Tú cállate y bésame." Le replica.