Siento una mano recorrer mi brazo, la herida punza, no veo nada, absolutamente nada. Sólo puedo sentir aquella mano recorrer mi brazo, se siente delicioso.
Después que seguí a aquella mujer de cabellos negros llegamos a una especie de campamento improvisado, varias personas estaban allí, deben ser refugiados o marginados. Entramos en una mísera carpa, ella me pidió tomara asiento en el sofá que creo estoy ahora, sin más inyectó algo en mi cuello, cuando vio mi molestia dijo que era para evitar mi carne se siguiera quemando por el efecto de lacer, sólo terminó y yo me desplome. No supe nada más.
-Despierta- dicen.
No quiero abrir los ojos, sólo deseo ésa mano vaya hasta mi pecho y baje.
-Despierta- repiten.
Yo arrugo el entrecejo irritado, despertare sólo para decirle a ésa persona deje de fastidiar y pedirle a la mujer que me toca no sea tan tímida, que haga más.
Abrí lentamente los párpados. La luz encandila mis ojos, debí pestañear un par de veces para acostumbrar mis ojos.
Pude ver las pupilas y el iris castaño de la muchacha que me ayudó. Entrorne los ojos al notar que era su mano la que recorría mi brazo. Me sentí de repente incómodo, ésa mujer simplona no podía ser capaz de desatar lo que mujeres experimentadas harían. Aparté su mano de sopetón.
Me senté en aquel sillón apestoso y desgastado.
-Despertó- dijo con seriedad -¿Cómo se siente?
-Mucho mejor- sobo mi cabeza.
-Perfecto- se puso de pie -Debemos movernos rápido, ésta estación no es segura y yo tengo cosas por hacer- se levantó del banco improvisado donde estaba sentada.
-¿Despertó?- pregunta un joven de cabellos castaños. La pregunta era para ella, yo fui ignorado, fastidio.
Ella sonríe y asiente.
-Debemos irnos, sus fotografías están en todas las pantallas de la estación- dijo acercándose a ella y plantandole un beso en los labios.
Rodé los ojos por su gesto tan infantil, seguro lo hacía por mi presencia, el idiota trataba de marcar territorio, como si una muchachita como aquella pudiera llamar mi atención.
-¿Te irás?- pregunta ella con tristeza.
-La base de los rebeldes necesita de mi presencia- abraza a la chica.
Me siento ageno a todo aquello, ellos parecen no reparar en mi presencia. Bufé por lo bajo exasperado ante tanta cursileria.
-Cuídate Hojo...- le besó -Regresaré cuando consiga los datos...
El idiota asiente y se marcha.
Entonces, como si nunca hubiera estado allí, su expresión de tristeza se borra. Ahora estaba mirándome con seriedad.
-¿Qué harás?- pregunta yendo hasta el mueble en que me encuentro para tomar un paquete pequeño. Lo abrió y había un frasco color rojo.
-¿A que te refieres?- termino de incorporarme, puedo notar la venda en mi brazo.
-Ahora eres un fugitivo- se inclina hacia adelante, su cabello cae, me está dando un ángulo muy sugestivo -Si los militares te encuentran serás hombre muerto- roció el contenido de aquel frasco en su cabello, era un producto capilar, las hebras cambiaron de aquel negro azulado brillante y lustroso a un rojo intenso y demasiado vulgar para una joven con rostro angelical como ella.
-Volveré a mi hogar- dije poniéndome de pie -Seguro podré aclarar éste mal entendido...
-Golpeaste a un militar- menciona ya ergida mientras se quitaba la blusa. Seguro esperaba que me avergonzara y volteara pero... no lo hice -Eres un insensato- se colocó otra blusa rápidamente al notar que mi mirada no se desviaria.
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The girl (Terminada)
FanfictionSesshomaru se encuentra casualmente con una chica de cabello oscuro en el zoológico, no contaba con verse envuelto, sin querer, en una persecución que cambiará su aburrida vida. 《Los personajes de inuyasha pertenecen enteramente a Rumiko Takahashi》