Día 4

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Las mentiras blancas y las verdades negras

Planeta Huesca, mercado de Minogue, 4:23 pm

Después de descansar en un motel de mala muerte  fuimos de lleno a la misión.

Nos mezclamos entre la multitud. Donde sea que vea hay criaturas horribles y humanos más asquerosos, definitivamente éste lugar es donde se reúne la escoria de la galaxia y ahora yo formo parte de ellos. Las angostas calles llenas de charcos y distintas cosas en descomposición, hasta los mismos indigentes parecen podrirse con el ambiente, una leve llovizna cae nosotros hace rato seguimos la pista de un sujeto, según Kagome, le ofreció los planos de Navarra. Entramos por un callejón, dejando atrás el jaleo del mercado. Topamos de frente con un sujeto, mi acompañante se le acercó, mencionó algo en su oído, supongo que alguna clave, el hombre pidió le siguiéramos. Todo aquello me daba un terrible mal presentimiento.

Entramos a una casa, muy deplorable, las paredes pasaban por varias tonalidades de verde y café,apestaba a descomposición, sudor y otros fluidos, decadencia. Varios pendencieros compraban o vendían algo ilegal o simplemente bebían cerca de una barra un líquido amarillo pasado por cerveza, varias mujeres medio desnudas les entretenían. Nosotros caminamos hasta el segundo piso, por un estrecho pasillo donde varios se besaban y toqueteaban, incluso cogian totalmente ebrios en el mismo suelo apestoso a vómito, nos vimos frente a una puerta al final de aquel pasillo, el hombre tocó.

-Pase- dijeron.

Entramos. Allí estaba sentado tras un escritorio con las luces de neón del mercado entrando por la ventana detrás uno de los criminales más buscados por el ejército, Koga, alias Wolf. Kagome se acercó, le tendió la mano la cual el sujeto estrechó con cordialidad, ¿Acaso se conocían? Me resultó intrigante, ella conocía al enemigo público número dos en la lista de los más peligrosos.

-¿Tienes mis planos?- pregunta ella colocando su mano en la mesa mientras se inclina hacia adelante.

Fue hasta entonces que entendí, ella usaba a las personas en su beneficio, sin importarle nada, los usaba y... yo estaba siendo usado, ¿Ella me estaba utilizando?, ¿Acaso nuestro encuentro fue casual o premeditado?

Cruzo los brazos observando el cuarto sacando esos pensamientos, ella no es la responsable de mi torpeza momentánea que me ha traído hasta aquí, eso fue todo mi culpa.

Koga se puso de pie y acarició su mejilla en manera seductora.

-¿Ahora que me necesitas ya olvidaste a tu novio?- alza una ceja.

Interesante, parecen ser íntimos. Siento que sobro en ésta escena, pero tengo curiosidad, qué puedo decir.

Ella le aparta la mano.

-Estoy desesperada...- admite bastante seria.

Lo sabía, desde él principio ella ha hecho eso. Lo hizo conmigo en la tienda y ahora con éste sujeto, trata de envolverte para su beneficio, es como una araña. Tengo muchas ganas de reírme a frente al idiota de su novio, si la viera...

-Lo sé querida- se sentó posando sus ojos en mí. Alzó una ceja, me estudió por varios minutos -¿Un Inu...?- pregunta a Kagome sin ocultar su asombro.

"Inu", muchos le decían así a mi padre... varios hombres extraños que vagamente recuerdo.

-No sé de qué hablas- dice Kagome frunciendo el ceño alejándose del escritorio -Los Inu murieron, tú lo sabes, no tenían hijos o parientes...

Koga soltó una risada, chasqueo los dedos y en segundos sonó un timbre, llegaron muchos hombres, nos rodearon. ¡Mierda!

-Eres muy mala mentirosa querida- el hombre, como lobo, se acerca a su presa -Sus facciones son inconfundibles, es un Inu, ¿Sabes lo que significa?

The girl (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora