Día 11

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Las palabras que se dicen sin sentirlas...

Espacio profundo, cuadrante Yankie Golf 2,536, Tessaiga (Nave de Inuyasha)

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Pov Kagome

La extracción de Hakudoshi en Navarra fue exitosa, aún no lo creo, el plan de Taisho salió a la perfección. Luego de nuestro escape nos dirijimos directo a la nave de Inuyasha. Ahora debemos trabajar junto a Hakudoshi para traducir mi cuaderno. Pero eso será más tarde, todos duermen ahora.

La nave se mueve constante por el vacío espacio, vamos directo a la base de la resistencia en uno de los cuadrantes más inhóspitos del universo conocido, es así para poder estar a salvo de los militares.

Haku duerme en su camarote, estoy segura debe estar impaciente por llegar a Yukio, la base de la resistencia, allí se encuentra la persona más importante para él.

Por mi parte estoy tumbada en mi cama. Sesshomaru revisa algo en una computadora que Miroku le proporcionó. Suspiro. Desde que lo tuve cerca en Huesca no he parado de pensarle, estar en el mismo camarote, no ayuda. Es un espacio muy pequeño, los dos solos a momentos... nada bueno. Le he visto nada más con pantalones... como ahora y es algo que no le recomiendo a ninguna cardíaca. Muerdo mi labio inferior recorriendo  esos brazos musculosos, su abdomen... uf, de pronto siento calor. Me percato que él me observa, una medio sonrisa se dibuja en su rostro, entonces noto que yo estoy ardiendo del mío, seguramente debo estar completamente roja, ¡Qué bochornoso! Me pare para salir de allí lo más pronto posible. Sesshomaru es de esos hombres observadores, debe saber que mi rubor era por él, es un maldito altanero capaz de acabar con el oxígeno de un lugar y calentarle en segundos.

Camino por los pasillos de la nave sin rumbo, escucho un golpe, fui a ver lo que ocurría. Resultó venir del cuarto de Sango, a ésta hora... no indagaria más, ya sabía lo que allí pasaba. Entonces pensé en Hojo, pronto lo vería de nuevo, pero no sentía la emoción de antes. Regresa la visión de ése peli plata. Sesshomaru... Sesshomaru ya me ayudó lo suficiente, le entregaré lo que probablemente debe estar buscando, su libertad y su antigua vida.

Tengo los accesos de la milicia en una usb, eran del padre de Hakudoshi, con éso podrá limpiar su nombre. Así de sencillo como entré en su vida saldré. La sola idea me está estrujando el corazón, no comprendo, hacía mucho tiempo que algo no me dolía así. Es tan extraño.

Termino en el salón comedor, tomo asiento en una de las bancas, exhalo cansada, veo el techo sin pensar en nada, alguien se sienta a mi lado, es Taisho, sigue estando sólo con los pantalones. Es un idiota. Podría salir violado por las mujeres de ésta nave. Sonreí por ése pensamiento.

Él alza una ceja, debe preguntarse la razón de mi risa. Busco en el bolsillo de mi chaqueta, saco la memoria y la extiendo, él parece no entender.

-Son códigos de la milicia- digo para despejar sus dudas -Podrás limpiar tu historial- sus ojos ambarinos están clavados en mí, no dice nada y eso me está poniendo nerviosa, carraspeo -Tómalo- insisto.

Su mano va a mi palma pero llega a mi muñeca, me jala sin previo aviso o consideración, no sé cómo rayos se las arregló para acomodarme en su regazo. Ahora estoy a horcajadas sobre él, nuestros rostros tan cerca, me sostiene de las muñecas con fuerza. Esto es peligroso, muy peligroso. Tengo miedo.

-¿Ya no me necesitas?- lanza con ésa voz suya que casi me hace desfallecer, sus ojos me perforan las pupilas. Mierda Taisho, lo sensual te sale hasta sin querer.

-No lo digas así...- trato de controlarme, es que éste hombre está poniendo a prueba mi auto control. Deseo besarlo.

-¿Me dejarás ir?- pregunta. Suelta mis muñecas, va hasta mis brazos, jala para pegarme más a él -¿Éso quieres?- estamos tan cerca que sus labios casi rozan los míos. El corazón se me achica hasta lo más microscópico por sus preguntas, ¿Qué decirle?

Mis pechos en el suyo, nuestras respiraciones, su aliento. Me está volviendo loca ésta situación. Debo escapar mientras me quede auto dominio.

-Yo....- fue lo único logro articular.

-¿Quieres que me vaya?- repite la pregunta llevando sus manos a mi espalda, baja lentamente.

No resistía más, escondí mi rostro en su cuello, olía tan bien, podría gritar en ése momento, rogarle que no se detenga pero... no está bien, no está bien...

-Se-Sesshomaru por favor- exhalo directamente en su cuello. Sus manos llegan a mi trasero, aprietan -Detente...

-Dime que deseas que me vaya y me detendré...- mueve la cabeza rozando sus labios en mí -Dí que ya no me necesitas Ka-go-me- sopló en mi cuello. Me erice de inmediato.

-Ya...- una mano se queda en mi retaguardia y la otra va a mi muslo -Ahh...- se me escapó. Él rió divertido -¡Ya no te necesito y quiero que te vayas!- lancé rápidamente.

Se detuvo. Podía escuchar mis latidos acelerados, pude escuchar a mi conciencia gritar ¡Estupida! Pero sé que es lo mejor.

-Bien- contesta tranquilo.

Me aparta y se pone de pie, toma la usb, se marcha. Entonces siento un vacío enorme en medio del pecho que va creciendo, de repente todo pierde sentido. Cierro los ojos. Ya se acabó ésta aventura, se acabó todo. Él regresará a su calmada vida en Hitachi y yo volveré con mi novio, es lo mejor. Además... un hombre como Sesshomaru Taisho sólo buscaría una cosa en alguien como yo, no deseo ser la mujer de un rato, ni siquiera para un hombre como él. Siento algo rodar en mi mejilla izquierda, llevo mi mano allí, parece que sin darme cuenta he comenzado a llorar. Patético....

Me quedé allí, pensando, por horas. Algunas las pasé intentando no llorar, no sentía ésto desde la muerte de mis padres, me duele el alma pero él desea regresar a su vida y yo tengo una misión que cumplir, tengo novio y Sesshomaru seguramente cree que soy otro tipo de mujer, no es así, no estaré con un hombre sólo por una noche, quiero algo duradero. Quiero amor...

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Sango tomó asiento a mi lado, suspiró. No la veía, estaba observando la nada.

-Se acaba de ir Kagome- menciona mi amiga.

Voltee de inmediato, abrí los ojos de par en par.

-No le pudimos detener...

Me levanté de golpe y corrí como loca, se fue, se fue... Sesshomaru se fue... ¿No era éso lo que quería?, entonces... ¿Por qué duele así?

Mientras corría vi por una de las ventanas, allí iba un caza del Tessaiga, entonces supe que debía ser él, iba muy lejos, coloqué la palma de mi mano en el vidrio, volví a llorar.

Duele un adiós sin despedida.

-Kagome- Sango me había seguido, me abrazó con fuerza.

-No entiendo- logro articular -Yo le pedí que se fuera Sango, entonces, ¿Por qué me duele?

-Ya sabes la respuesta amiga- menciona ella acariciando mi cabello.

Tenía razón, ya sabía la respuesta, yo...

Continuará...

Capítulo recién terminado mis querids lectors ^-^

Creo que ésta vez no tardé tanto jejejeje

Qué más pasará?

Sepanlo en el próximo episodio ;)

Me despido, bye ♡

The girl (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora