The girl (Terminada)

Día 14

Cuando se pierde todo...

Pov Sesshomaru

Mi nave se acerca a velocidad moderada al sitio de las coordenadas, esperaba ver una estación espacial, esperaba verla a ella. Nada de éso pasó.

Me costó un poco llegar a la base rebelde, no tenía ni idea de dónde era... intenté encontrarla por mi cuenta pero el universo es vasto, me arrepentí de no haberle consultado a Miroku cuando tuve la oportunidad, me sentí en problemas, hasta que, se me ocurrió consultarselo a Naraku.

Pero... ahora que finalmente estoy aquí, que mis ojos observan el lugar.

Veo nada más que escombros.

Pedazos de metal flotando en el vacío silencioso junto a cuerpos y miembros humanos, el espacio le ha servido de tumba a éstos seres humanos reducidos a nada más que trozos mudos flotando en paz total. Mi alma entera se estremeció ante la afónica escena. Eran personas y ahora...

¡Esto no puede ser la base rebelde!, algo debe estar mal, me niego a creerlo porque éso significaría algo atroz, no estoy listo para aceptar algo así, ella no. Golpeo el tablero totalmente negado a creer lo evidente. En mi pecho se va acumulando una sensación indescriptible, voy cayendo en un abismo, me siento perdido. Duele, duele como aqueya vez cuando ellos me dejaron. Duele.

-Ka..  Kagome...

Tecleo como loco introduciendo coordenadas en la nave pero es lo mismo siempre, estoy en el lugar correcto. No existe error alguno.

Rechino los dientes, no por favor, no pude haber llegado tarde, me niego a creer que ella y los demás sean parte de éste sementerio flotante, no.

Mis ojos permanecieron estáticos, conservando, nada más que observando. Una lágrima traicionera se escapa, rueda hasta morir un el tablero, mi cuerpo tiembla. Contemplar esto me ha desgajado el alma. Tanta muerte, tanto sufrimiento, tanto dolor, ¡Por un hombre sin sentido del límite!. Por Magatsuhi. Suelto un grito agónico antes de escuchar la alarma de mi nave, Naraku se acerca junto a Inuyasha. Ambas naves se detienen, deben sentir lo que yo en éste momento ante ésta absurda carnicería. Las lágrimas siguen. Vuelvo a sentirme aquel niño huérfano.

¡No más!

Golpeo el tablero una y otra vez fuera de mis cabales.

Detendre a ése maldito...
Pagará por esto, por ella, por ésa chica... ¡Él pagará con su vida todas éstas!

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Cuadrante Alfa Julieta Eco, 163,837 (alfabeto fonético), espacio profundo, límite de la galaxia.

Narración

El pequeño cuerpo de Hakudoshi es lanzado a la celda de contención, dentro, le esperaba su peor pesadilla. El ser que junto a su padre se encargaron de hacerlo quién era. El hijo pródigo, él renombrado militar y ferviente admirador de Magatsuhi. Se puso de pie en modo desafiante.

Moryumaru comía un sándwich sentado en la única silla de la blanca habitación. Al ver al niño sonrió. Cuando el comandante se enteró de la muerte de su tío y cómo había sido ordenó encerrar a Akago en Navarra, le pidió al alcalde de la prisión torturar al niño hasta que muriera. No contaba con que Taromaru desobedeciera sus órdenes y le mantuviera todavía con vida, hasta que sí líder se lo reveló.

-Has tenido tanta suerte niño- se puso de pie tirando el alimento al suelo inmaculado -Pero se te acabó- como siempre mostraba su tétrica expresión de felicidad cuando estaba a punto de causar dolor a alguien.